Parecia la tipica noche de pijamas de siempre. Habiamos jugado a verdad o atrevimiento. Algunas cosas con que hicimos las contaré en otros relatos de esta colección pero esta vez quiero compartir lo que pasó por la noche.
Habiamos hecho cosas muy atrevidas toda la tarde asi que me fui muy caliente a la cama. Cuando nos fuimos a dormir no tenia nada de sueño. Estabamos las dos en mi cama. Mi amiga se durmió pronto. Yo me puse a dar vueltas en la cama y noté que a ella eso le molestaba. En una de esas vueltas se puso de espaldas a mi. Aproveché para abrazarla. Quizas abrazada a ella podría dormir.
No se preguntes pero me apetecía sentir su cuerpo, acariciarla y darle placer. Puse mi mano derecha en uno de sus pechos y empecé a darle caricias. Se lo apretaba ligeramente, dandole masajes en circulo, como hacia conmigo cuando quería excitarme. Ensegiida noté que su pezón se hacía mas grande y eso me puso muy caliente. No me lo esperaba.
Pasé mi mano por dentro de su pijama para acariciarle directamente sobre la piel. Mis manos estaban muy calientes. Ella estaba mas fría. Pasé mi mano de un pecho a otro. También logré que su otro pezón se excitara. Ella parecía dormida. Si se despertaba no sabía como iba a reaccionar.. Tal vez no le gustaba y me rechazaba. No lo podría soportar. Me detuve. No quité mi mano de su pecho, la dejé encima pero me detuve.
De golpe me entró mucho miedo. Y si me rechazaba?? Me deprimiría. Ya me había pasado antes. Es muy duro que te rechacen. Que se rian de ti, delante de la gente, por Instagram, en grupos de Whattsapp.. Ya no tenía nada de eso y si mi amiga también lo hacía.. no lo soportaria. Porque yo era así, ponía siempre en peligro todo por el sexo. No podía ser como las demás??
Mi amiga se giró de nuevo, se puso boca arriba. Mi mano bajó sin querer y se puso sobre su vientre. Todo lo que había pensado hacia un momento se me olvidó. Todas mis dudas se fueron y me pudo el deseo. El deseo de lo prohibido me ha gustado siempre. Mi mano bajó aun mas. La puse sobre su pubis. Empecé a acariciarla con suavidad. Por la parte interna de sus piernas, pero también por la zona de los labios. Noté que sus piernas se abrían ligeramente. Eso me animó y me excitó mas.
Mi mano entró bajo su pijama y la puse sobre sus braguitas con corazones. Situe mis dedos sobre sus labios, subiendo y bajando con suavidad. Notaba sus suaves pelitos, muy cortitos. Me encantaba ese tacto. Cuando llevaba un buen rato estaba tan húmeda que me apetecía calmar también el picorcito que sentía pero pude notar como ella también se mojaba y ya no me detuve.
Pase la mano por dentro de sus braguitas. Empezaba a estar mojada asi que seguí con mis caricias. Con mi dedo corazón busqué su botoncito y lo apreté suavemente. Con la punta de mi dedo masajee su botón en movimientos circulares. Oí su primer gemido. Ella se hacía la dormida pero creo que estaba despierta. Llevé mis dedos por sus labios húmedos, hacia la entrada de su tesoro, la palpé. Quería entrar pero el hueco era estrecho así que no quise seguir por ese camino.
La seguí acariciando. Cada vez se movía más, intuía que iba a terminar en cualquier momento, apreté un poco más su botón y pude notar su placentero final. Apretó las piernas quedando mi mano atrapada en ellas. No imaginaba un mejor sitio en el que mi mano pudiera estar. Solo pasado un rato abrió ligeramente las piernas y entendí que era el momento de quitar mi mano. Para mi sorpresa me sentí tan llena y feliz que no necesité tocarme. La rodee en mis brazos y creo que me quedé dormida al instante.
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Relatos eróticos
De TodoEsto es solo para mi, para nosotras. Solo me gusta contar lo que siento, deseo, lo que me calienta y me excita. Todo lo que leas lo he imaginado... o no.