Si 1 vez es casualidad y 2 es coincidencia, entonces 3 ¿qué es?

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< Era hace una vez, un típico hombre de Nueva York... >

Por las concurridas calles de la gran manzana iba caminan Alec, un hombre alto de piel pálida, cabellos oscuros y ojos azules, que se encontraba discutiendo por teléfono los detalles de una reunión en la que debería estar, pero debido al tráfico era posible que no llegará a tiempo.

< que, por casualidad, choco con otro típico.>

Al ver que el tráfico no avanzaba, Alec simplemente paga lo que indica el taxímetro hasta ahí, y se baja del taxi para caminar el tramo que quedaba a la oficina, que era relativamente corto y llegaría más rápido a pie que en el taxi.

El pelinegro iba tan concentrado en sus asuntos que termina chocando con alguien sin darse cuenta, el choque fue tan fuerte que, al igual que el extraño cae al suelo.

- Lo que me faltaba. – dice el pelinegro, soltando un gruñido molesto. -

Cuando el ojiazul levanta la vista para reclamarle al otro por la caída se queda sin palabras... frente a él sin duda estaba la persona más extravagante y atractiva que había visto alguna vez.

Aquel hombre tenía el cabello oscuro lleno de purpurina morada, su piel era color canela, y sus ojos eran simplemente hipnotizantes, eran una mezcla de verde con destellos dorados, una nariz pequeña y respingada, y...

- Oye ¿estas bien? – pregunta el extraño con voz preocupada. -

El hombre ya estaba levantado frente a Alec, extendiéndole la mano.

-Eh... si estoy bien... - responde el ojiazul, tomando su mano. - gracias...- se levanta con ayuda del otro. –

El de ojos verdes le da una mirada, para nada disimulada, de cuerpo entero al hombre frente él.

-Si, sin duda estas muy... pero muy bien - dice con una sonrisa coqueta que permite ver sus perfectos y blancos dientes. –

Alec pudo sentir el calor subiendo por su rostro, había algo en el tono y la forma en el que aquel desconocido dijo eso así que lo hizo sentirse avergonzado.

- ¿Y tú? ¿cómo estás? –

Pregunta el ojiazul tratando de ignorar la intensa mirada del otro.

- Yo estoy bien. - vuelve a darle esa deslumbrante sonrisa - ¿Acaso no me veo así? -

El pelinegro quiso decir algo más pero que pudiera hacerlo su celular empieza a sonar.

- Discúlpame un momento... –

Alec contesta la llamada, la que le recuerda la reunión a la que tenía que asistir y todo lo que le agobiaba en mañana.

- Lo siento, pero tengo que... -

Él había apartado el teléfono para despedirse, pero el hombre se había ido ya.

<Y se encontraron otra>

_En el centro comercial_

- #Jace, quedamos que este año tú eras el encargado de comprar el regalo para el cumpleaños de Izzy... #-

- #Lo sé, y tienes toda la razón de molestarte, pero me salió un trato realmente bueno y tengo que ir a Chicago a ultimar los detalles o podría perderlo. # -

- # Pero si lo hubieras comprado con antelación, como recuerdo haberte dicho muchas veces antes, no estarías en este dilema y no estaríamos teniendo esta conversación. #-

𝓑𝓮𝔀𝓲𝓽𝓬𝓱𝓮𝓭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora