Confiar en mi
Savannah
🌟🌟🌟El pueblo no es una gran ciudad nocturna como lo es Nueva Orleans, pero se defiende con bares nocturnos, restaurantes y discotecas modernas. Se nota que es un lugar en pleno desarrollo, no le quitaré ese mérito, pero algo que no me agrada es que el lugar apesta a lobo. Mis dos compañeros lo notan, sé que este sitio es su territorio y les pertenece, pero no hace falta marcar cada sitio con su apestoso aroma, ya entendimos que son los dueños de todo.
—¿Qué hacemos primero? —pregunto al ver que nos estacionamos en el corazón del pueblo, Brooklyn aparece con su cabeza entre los asientos para ver en donde nos encontrábamos exactamente.
—Tenemos que llevar a Anubis al veterinario —aclara la pequeña antes de que su hermano pueda decir algo, me limito a guardar silencio mientras espero que ellos solos resuelvan sus problemas. Ya suficientes cargaba yo con mis hermanas como para sumar el de estos dos.
—Brook primero iremos por un helado y después por el veterinario. Tenemos que enseñarle la ciudad a Savannah, recuerdas que ella es nueva aquí —responde el rubio mirando ahora en mi dirección que me estaba hundiendo en el asiento del copiloto para no llamar la atención. La pequeña se gira a verme como la niña del exorcista, juro que en ese momento quise matar a Carter, me estaba poniendo entre la espada y la pared.
—No me molesta ir primero al veterinario, el minino necesita atención y mientras lo revisa el médico podemos dar una vuelta sin alejarnos demasiado del veterinario —propongo para mantener a los dos hermanos Franttini contentos. Mi resolución pareció mantenerlos contentos porque efectivamente llevamos a Anubis al veterinario a que lo revisaran y mientras hacían eso paseamos por las cercanías viendo escaparates.
Brooklyn observa todo, pero cada cinco minutos verifica en su celular para asegurarse de que la hora se pase rápido para ir por su gato, su entusiasmo por una mascota me recuerda a cuando tuve mi primera mascota, un bulldog francés. Era un perro obediente, leal y muy enérgico, lástima que mi hermana Aleera un día no se aguantó el hambre y se bebió toda su sangre. No he vuelto a tener una mascota desde ese entonces. Otra razón por la cual no tengo mascotas es porque ni siquiera logró cuidar de mi misma como para tener la vida de una inocente criatura en mis manos.
—Savannah —me llama la rubia deteniéndose frente a lo que parece ser una oficina donde se publica el diario del pueblo. Este pueblo cambió mucho desde la última vez que vivimos aquí, ya no nos persiguen con tridentes y antorchas. Es un gran avance. —¿Te gusta mi hermano? —zanjó la rubia con un claro tono de amenaza, se giró a verme con sus cejas arrugadas por el enfado y una mueca de desagrado en los labios. Su pregunta me descolocó, no me esperaba que saliera con eso. Entre su hermano y yo no existe nada, pero sí que se puede malinterpretar el que me haya invitado a venir al pueblo juntos.
—Nosotros no... —intentó responder, pero el rubio calla mis palabras.
—¡Brook esas preguntas no se hacen! —gruñe el mayor viendo a su hermana con enfado, la menor no se deja intimidar y se planta delante de su hermano con los brazos cruzados.
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Sigue mi Luz
Vampire"Me sentía como un barco a la deriva hasta que ella apareció para ser mi faro" - Danny Baladón Carter Franttini acaba de salir de una relación seria. Savannah Hoult nunca tuvo una relación seria. Carter come carne. Savannah bebe sangre. Carter es u...