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Capitulo 14 ¡ALEJATE DE ÉL!

Camine unos pasos alejandome de mi amiga.

- Dime Clarissa.

- Te lo dire una sola vez así que escucharme con atención ¡Alejate de Santiago!

- Perdona pero creo que escuche mal, acaso dij...

- No, escuchaste perfectamente dije ¡Alejate de Santiago!  ¿Quieres que te lo repita acaso Nerd de quinta?

Comence a reírme de ella tanto que llame la atención de los alumnos del pasillo.

- De que te ríes?

- Es que.. - dije entre risas. - tú eres solamente la amiga de Santiago no eres su dueña. Además él y yo solo somos amigos, AMIGOS, te daré un consejo: si quieres a Santiago no lo alejes de lo que el realmente quiere Ok. - con eso camine hacia el salón pero antes, en el pasillo cruse mi mirada con la de Adrián el cual no me dirigio la palabra.

Deje mis libros en el casillero,  disimuladamente me asome y mire a Adrián, él hablaba con una chica pero estaba mirando en mi dirección, no podía dejar de mirarlo hasta que alguien susurro a mi oido:

- Pense que lo odiabas Cat. - oltie y lo mire él.

- Creeme que lo intento pero simplemente no sale de mi cabeza su mirada, sus ojos, su sonrisa, su actitud, todo en él es tan perfecto Uckerman.

- Acaso ¿Estas enamorada?

- No, solo es algo parecido a ti con Clarissa, yo lo quiero demasiado pero él solo me ve como una amiga y ya.

- La diferencia es que tú no estas enamorada ¿cierto?

- Eso creo. - lo mire y pareció molestarce por lo que dije.

- Vamos a clase de computación Cat. - dijo alejandose.

- Espera. - él se detuvo. - aquella canción que escribimos la dedicabas a la chica de la foto. - voltio desde el otro lado del pasillo y dijo.

- Sos muy obseradora Rosevelt. - con esto siguió caminando y yo seguí detrás de él. Aquella foto que tiene en la pantalla de su celular es linda.

Diganme loca pero a Santiago solo lo quiero como un gran amigo como a Daniel, pero a Adrián lo quiero más que a ningún otro chico, aunque con el las cosas están como decirlo         "complicadas".

Mientras tanto:

Es claro ya todos terminaron sus trabajos exepto yo ¿Por qué?  por este maldito maus de quinta y su tarjeta madre que tarda en procesar los documentos, y sip parece que la computadora se puso en mi contra, ahora ya se trabó completamente, la pantalla se puso negra, y hay unos códigos escritos que no entiendo en lo absoluto. Paso ya media hora y todos salieron.

- ¡Maldito ordenador! - grite frustrada. - Quieres que saque una F en computación, acaso quieres que repruebe solo dímelo. - dije a la computadora. Si, suena algo ilógico.

Pero depronto cuando me estaba dando por vencida alguien puso su mano encima de la mia, bueno en realidad la puso encima del maus pero allí se encontraba mi mano, el tan solo sentir su contacto me hizo sentir algo raro, luego su mano entre lazo suavemente sus dedos con los mios causandome un millón de confusiones, senti su respiración cerca de mi oído, el calor de su aliento en mi cuello, así como su cabello acarisiando mi mejilla, solo cerré los ojos y hay vino la peor parte, sentí su cuerpo tan cerca del mio separado por una silla insignificante, mis mejillas empezaron a arder, mi corazón comenzo a latir como loco, todo en mi era descontrol. Entonces escuche su voz:

- Ya solo tienes que darle en Enter y tu trabajo estará listo Pequeña Pianista. - entonces sucedió, él me miro ¿Cómo lo se? pues yo voltie a verlo, él me sonrio.

- Sos tan bella Rosevelt te lo digo hoy y lo dire siempre. - con eso ultimo se acerco, me dio un beso corto en la mejilla y se retiro.

- Acaso estoy soñando Dios. - dije tocando mi mejilla y mi corazón. - Que me has hecho Santiago.

Acaso ¿Santiago te gusta Cat?

No definitivamente no.

Sal de mi cabeza Uckerman. - despeine mi cabello con frustración. Pero lo que menos esperaba arruino mi día.

ADRIÁN.

Estaba tranquilamente pensando recargado en los casilleros cuando vi a Santiago entrar al salón donde estaba Cat, de solo de pensar en eso me dieron ganas de vomitar o de ir y darle un golpe a ese cretino roba amigas.

Después de varios minutos salio muy sonriente, de nuevo al pensarlo me dio rabia.

- Ad vamos el viernes a mi fiesta?
- Claro porque no iría?

- Por Cat.

- Blanca ella no tiene nada que ver, ella no viene ni al caso en esta conversación, ella no es importante. - mentiroso.

- Que bueno porque a decir verdad ella tenia casi toda tu atención y yo me sentia triste por ello.

- Jamas volveré a ponerle atención a ella, es solo una mala amiga, mentirosa y chantajista, además egoísta por no pensar en el daño que le causa a los demás con sus actitudes.

- Exacto. - ella me abrasa y yo le correspondo de mala gana. - Te quiero Ad.

- Yo a ti Blanca.

Y si , jamas me di cuenta que ella estaba escuchando todo y viendo todo. Soy un idiota lo se.

- Me das pena Adrián. - voltie y a alli ella parada con sus ojos rojos.
Solte a Blanca y justo cuando pensé que las cosas no podían estar peor, empeoraron.

- Pensé que no hablabas con personas que son poco para ti Caterina.

- Yo pense que eras bueno y me equivoque, las apatiencias engañan ¿no Adrián?

- Lo estas diciendo por ti?

- Ya quisieras, pero estoy hablando de ti, la peor persona que conocí en mi vida, sabes Adrián eres el mejor mentiroso que conocí hasta ahora, realmente llega a creer que tenias sentimientos pero me equivoque y de la peor manera.
- ella se dio la vuelta y claro eso ubiera sido perfecto pero tenia que hablar de más.

- Mira quien habla de sentimientos, Caterina Rosevelt, la persona más egoísta que puede conocer, tal vez todos crean que eres la buena de esta historia pero ambos sabemos que no es así Caterina. Solo eres una chica patetica con comportamiento de niña inconsciente de lo que hace, y eso sin contar tu apariencia de niña buena que no mata ni a una mosca pero sabes justo las personas como tú son las peores, te lo recordaré cuando se te olvide. Dime aparte de mi hay algún otro chico que te haga  querido, porque yo no lo creo, seguro no volverás a encontrar a alguien que te quiera como yo lo ise, pero sigue con esa mentalidad de niña idiota que te va bien. Hasta pronto Anna. - con eso ultimo tome a Blanca de la mano y caminamos hacia la salida.

Recuerdenme que yo no merezco a Cat, y diganle que no me odie.