Suggar Baby [cancelada]

Parte 3

Con mi lengua comienzo a estimular su sexo mientras la veo como jadea, esta viendo como la vuelvo loca y eso me excita aún más, puedo ver como sus manos se aferran a mi colcha, como su rostro estaba cubierto de un tono rosado y una capa de sudor, de vez en cuando ella mordía su labio y lo saltaba jadeando con fuerza; con mis manos libres aprovecho para atraerla más a mi y disfrutar del manjar que era ella, también comienzo a acariciar sus muslos exteriores y subir en busca de su trasero. Es imposible no verla a los ojos como los cierra ante tanta excitación, oh viendo mis manos en sus piernas, noto también como intenta poner sus manos con las mías pero no lo hace, ella permanece aferrada a mi colcha, tiro con suavidad de su clitoris con mis labios, lleva la cabeza hasta atrás y se corre en mi boca; su sabor es increíble, es muy dulce y me encanta tanto que creo que me estoy volviendo adicta a ella.
Cuando me separo ella está muy cansada, aún está agitada y su respiración va un poco más rápido —Nat...puedo...- está muy cansada para hablar, con dulzura besó su ombligo y le sonrío con cariño —si Wanda puedes dormir conmigo. Ella sonríe y poco a poco se va quedando dormida, la acomodo en una de las almohadas, me una bata rosa pálido, con mucho cuidado saco la colcha de debajo de ella, me acomodo en la cama cubriéndonos; miro como duerme como un ángel, acarició su hermoso rostro y sus perfectos labios rosados —sino te molesta lo que hice cuando despiertes no tendrás idea de lo que te espera. Sonrío y besó sus irresistibles rosados labios, cuando me separo noto la pequeña sonrisa que se dibuja en su rostro, me acuesto con la cara cercas de ella y la veo dormir hasta que me quedó completamente dormida.

Los rayos del sol golpean mis ojos de una delicada forma, suelto un suspiro antes de abrir los ojos por completo —ya despertaste bella durmiente. Veo a Wanda con sus bragas de encaje blanco y una de mis blusas negras de tirantes, demonios se ve hermosa así; me siento en la cama y deja una bandeja de comida en mis piernas, se sienta frente a mi para desayunar conmigo  —fuiste así a la cocina? Levantó una ceja mientras como un wafle, ella toma una fresa y la muerde —si, todos duermen aún...salvo Visión pero ni siquiera le presté atención. Lo dice restándole importancia y como sin ninguna emoción al mencionarlo, sonrío de oreja a oreja y muerdo mi waffle mientras ella muerde la fresa, se me ocurre una idea de cómo hacer las fresas aún más sabrosas por lo que sonrío muy traviesa mientras como.