That's what destiny wanted •Vhope•

U N 🌵 O

Narra Autora.

Se hacía tarde, el reloj marcaba las 6:30 a.m. y el chico de hebras castañas no quería despertar. Ya había sonado el despertador y ¿dónde estaba? bueno pues, debajo de esa vieja y algo incómoda cama. No se quejaba, solamente que si dolían un poco los resortes casi salidos del colchón.

Abrió los ojos de golpe -al fin- y volteó hacia un lado donde debería estar el reloj, sin embargo, el tic tac venía desde abajo; salto de la cama y dedujo que ya era tarde. Así que sin más se metió a bañar de manera muy rápida para después salir casi cayéndose del baño por los pequeños charcos de agua. Se colocó lo primero que encontró, agarró su mochila -ya cuando estuvo listo- y partió hacia el instituto.

–¡Ya vas tarde Tae!– frunció el ceño una de las monjas encargadas del orfanato.

–¡Buenos días madre! ¡le cuento después!– sonrió y salió de su "casa" para luego seguir corriendo.

Se convertiría en lobo, pero si no estaba en el bosque, simplemente no podía o se metería en problemas con la ley. Estúpidas leyes.

Unas cuadras más y llegó topandose con sus tres mejores amigos; se dobló y apoyo las manos en las rodillas para recuperar el aliento. Después de corridas así, aún seguía preguntándose porqué no tenía tan buen cuerpo como el chico con dientes de conejito, ese omega era más atlético que él. Dios. Se estaba muriendo y los idiotas frente a él solo se reían.

–Buenos días TaeTae– saludo sonriente Namjoon. Un alfa moreno, muy guapo y simpático, oh y no olvidemos que demasiado amable y un poquito torpe -claro, eso solo lo hacía ver adorable-.

–Me sorprende que hayas llegado niño raro– habló su hyung. Un omega de rasgos gatunos -ironico para ser un lobo-, pálido y -aunque no lo admita- muy tierno. También poseía un carácter algo particular, tan arisco y gruñón como un felino.

–Ya te he dicho que si haces ejercicio conmigo, tu restencia mejorara, hyung– sonrió dejando al aire sus incisivos, iguales a los de un tierno conejo. Jungkook o Kookie es el más pequeño, sin embargo, su cuerpo tonificado y musculoso decía otra cosa.

Muchos se sorprendían por el aroma de omega que desprendía.

Taehyung solo resopló y dispuesto a responderle a Jungkook con un típico "no lo necesito", el timbre lo hizo callar. Era hora de que se dirigieran a su primera clase. Yoongi bufó y casi gruñó, Jungkook lo abrazo por el cuello comenzando a caminar y ambos Kim imitaron a sus amigos.

Un día común y corriente ¿verdad?

🌵C o n t i n u a r a.