nuevos recuerdos

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Llegamos a la comisaria, pase a Cris con Memo y me baje del carro, Lucas también bajo y tome el bate.
-solo iremos él y yo, ustedes quédense aquí y si ven algo sospechoso me dicen y nos vamos-
-no, yo voy, no me quiero quedar a solas con él- dijo Mateo.
-Yo tampoco me quiero quedar con él-
-necesito que se queden aquí porque si entramos y esas cosas vienen, no saldremos-
Lucas y yo nos metimos lentamente y sin hacer ruido, pero aun nada, Lucas camino por los pasillos hasta llegar a un cuarto.
-¿Qué es este cuarto?-
-aquí guardan las armas, te lo digo porque así estaba igual en mi pueblo, ellos guardan las armas en un lugar que parece laberinto, yo me crie en un lugar como este-
Lucas abrió la puerta y efectivamente estaba lleno de armas.
-toma una bolsa para llevarlas-
- sí, pero yo no sé utilizarlas-
-no te preocupes, yo si se. Te voy a enseñar a ti y a los demás-
Salimos con las armas y no estaba el carro, Memo estaba en una esquina llamándonos. Fuimos con el rápidamente.
-¿Qué ocurre?- le dije mientras él tomaba la bolsa de las armas.
-si viste que no había nadie, ni nada ¿verdad?-
- sí, ¿Por qué?-
-si habían muchas de esas cosas, parece una manada. Estábamos esperándolos pero de pronto esas cosas aparecieron, Mateo arranco el carro y me dijo que me bajara, me dijo que fuéramos a la gasolinera en cinco minutos y se fue, esas cosas siguieron el carro-
-tomen un arma cada quien, solo quiten el seguro, apunten y aprieten el gatillo- dijo Lucas mientras ponía en el arma unas balas.
Corrimos a la gasolinera pero esas cosas se interpusieron, Memo y Lucas les disparaban pero yo no supe cómo se utilizaba. Le di el arma a Memo y les di batazos en la cabeza a tres de ellos. En eso vi como dos personas corrían detrás de nosotros, eran dos jóvenes, un hombre y una mujer. El era alto pelo castaño, ojos verdes y piel morena, ella tenía pelo largo rojo, ojos negros y piel blanca. ´
Al llegar a la gasolinera veíamos venir a mateo pero esas cosas casi nos alcanzaban. El joven se cayó y uno de esas cosas le tomo la mano. Tome el arma y le aplane al gatillo y esta se disparo dándole en la cabeza, regrese para ayudarle y me pare unos segundos para darle ventaja. Di dos batazos en la cabeza a dos de esos monstruos pero no pude darle a uno que estaba detrás. Se escucho un disparo, era Memo que le había dado, corrí al carro, se subieron todos y ya no cabía yo, Memo me jalo de la cintura sentándome en sus piernas. El carro acelero y Mateo atropello a cinco de esas cosas que estaban en frente del carro. Salimos de ese pueblo y a unos diez kilómetros Mateo paro el carro y se bajo molesto, abrió la puerta en donde estaba y me bajo, detrás de mí se bajo Memo.
-¿hasta cuándo pensaban estar así?- le dijo Mateo empujando a Memo contra el carro y puso su codo en el cuello.
-tranquilo, si él no hubiese hecho eso, yo abría muerto-
-si, yo la salve dos veces, dime ¿cuántas veces lo has hecho tu?-
-ya tranquilos, les damos una mala impresión a ellos, oigan ¿Cómo se llaman?-
-yo me llamo Francisco y ella se llama Jimena-
-oh ya veo tenemos a un Paco y a una nena- dijo Memo.
Mateo camino alejándose del carro, yo corrí detrás de él, lo alcance y le tome de la mano.
-¿qué ocurre?, ¿porque te fuiste así?-
-no lo soporto, y lo que más me enoja es que tiene razón-
-no te preocupes, no pasa nada, no romperé la promesa-
-no es por la promesa-
-entonces ¿qué es?-
-¿te gusta Guillermo?-
-no diría que me gusta, pero no lo odio, podría decirse que me gusta-
-entonces si te gusta- grito interrumpiéndome.
-si, me gusta, pero no en forma romántica-
-Ya veo, es que el me saca de mis casillas, perdón por gritarte a veces me preocupa que estes triste es por eso que quiero que tengas momentos felices, nuevos recuerdos, oye Ana cierra los ojos y cuenta hasta diez, sin abrirlos-
En ese momento el puso mis manos sobre mis ojos y empecé a contar, 1,2,3, al llegar al cuatro sentí como sus labios se acercaron a mi mejilla y con ellos un beso, 5,6, al llegar al siete sentí un abraso de su parte, 8,9, al llegar a diez quite mis manos de mis ojos y no estaba, gire mi cabeza, solo vi su espalda, el se dirigía de nuevo al carro, por un momento sentí que él me iba a besar en los labios, pero con el beso en las mejillas me conformaba, me izo sentir que le importaba aunque fuese solo un poco.

La líder Y Los ZombisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora