Capítulo 3: Nancy y el bosque que habla.

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Capítulo 3: Nancy y el bosque que habla.

Al sur de Mablasca, se encontraba el bosque de greenwood. Un bosque engañoso que no todo spellcaster ("hacedor de magia") se atrevía a entrar. Era un sitio complicado, ya que aún fuese de día había algo extraño en él, que te hacía sentir... observado. Se decía que había criaturas extrañas en él, criaturas que muy pocos habían visto. Pero aun así había un pueblo que vivía allí, a merced de los árboles. Le llamaban "Druidas" este tipo de Spellcaster eran experto en pociones y curaciones. Además de su vínculo con la naturaleza, lo cual corría el rumor de que ellos hablaban con ella, y ella les respondía y ayudaba. Se decía también que podían transformarse en cualquier bestia y eran buenos combatientes cuerpo a cuerpo. En su mayoría, los magos y brujas consideraban a los druidas salvajes, dado su estilo de vida, la defensa de los druidas era que ellos no participaban en ninguna guerra, a menos sea para salvar su vida. Y la madre gaia les daba todo lo que necesitaban. Mientras los magos a través de los años se han visto enfrascados en numerosas guerras, así que para los druidas los magos también eran salvajes. Pero habían encontrado la paz alejándose el uno del otro así todo el mundo se ocuparía solo de sus asuntos. El bosque de greenwood (o el bosque druida como los hechiceros lo llamaban) era inmenso. Para un humano normal sería muy fácil perderse o volverse loco al entrar allí, ya que se decía que el bosque estaba vivo en realidad, y no le gustaban las visitas.

-Nancy!... levántate! Es hora. - la chica que dormía abrió los ojos a medias para encontrarse con una mujer de piel bronceada al igual que ella, aunque la de la mujer era un poco más oscura.

-saldré en un momento mama-la chica se movía con pesar entre las pieles que la cubrían. Su ropa interior era de piel de zorro, dividida en 2 piezas una para la pelvis y otra para los pechos que ya un tamaño regular para una adolescente de 14 años. Se puso de pie, tomo algunas ropas de piel y se dirigió a la pared de la cueva en la que se encontraba la cual se abrió a su paso. Salió al bosque y llego a un rio hermoso donde había algunos animales bebiendo de él. Incluso algunas fieras como osos, lobos y pumas, mas no le hacían daño. Era como si fuera uno de ellos, así que tomo su baño y luego se puso su ropa de lana blanca. Era un pantalón semi-olgado de la cintura a la rodilla, luego por las botas blancas de cuero blanco eran ceñidos a partir de la rodilla hacia abajo. De la cintura hacia arriba también era holgado, pero luego ajustaba del codo a la muñeca. También tenía capucha con propiedades mágica... al ponérsela escondía su rostro y sus ojos destellaban un brillo amarillo, que solo el que la usaba podía remover de su cabeza.

Ahora Nancy de greenwood se dirigía a una importante reunión que se informó la noche anterior. La cual tenía al pueblo druida un poco intrigado, ya que no se hacían estos anuncios a esas horas de la noche. Los druidas respetaban las horas de descanso. Nancy tenía un mal presentimiento sobre ello, además no quería que su entrenamiento como druida se interrumpiera ya que casi iba hacer su día de la tierra. Lo cual significaba que ella habría vivido 15 veranos. Así que no podía dejar de recibir adiestramiento de pociones, menos ahora que apenas empezaba a entender las transformaciones. Al pensar eso apresuro el paso y decidió llegar antes, se acercó a un largo pino que había cerca le puso la mano y dijo:

-¡iak bragkiti!- al instante el árbol se abrió como si estuviese huevo y Nancy entro dentro de él, entonces el árbol se cerró, dejando a Nancy en una gran penumbra, Varios segundos luego se abrió nuevamente pero esta vez en otro lugar. Salió del árbol y vio que mucha gente caminaba en la misma dirección. Todos vestidos como ella. Con algunas excepciones. algunos llevaban bolsos extraños otros llevaban bastones sin ser viejos, pero casi todos llevaban un cinturón con muchos frasquitos en la cintura. Frascos de muchos colores algunos de muchos tamaños. Nancy camino con su pueblo, llegando a una especie de anfiteatro natural. Aunque se veía que los druidas lo habían decorado ya que estaba lleno de símbolos y runas que ellos usaban en su escritura e idioma diferente a la lengua común. En el fondo del anfiteatro había una silla de piedra destinado al anciano druida. El más sabio de todos ellos, y el que más conocimiento de las artes antiguas tenia; Morak. Era el único que llevaba una capa a los tobillos, además el blanco de su túnica era impecable era casi como si brillara. Llevaba 3 piedras de colores en el pecho, rojo, verde y azul en una placa de plata que formaban un triángulo con la punta hacia arriba. También tenía brazaletes que iban del codo a la muñeca que tenían runas y símbolos druidas. En su mano derecha tenía un báculo largo, que dé pie llegaba su pecho. Su barba era larga y muy gris, casi plateada al igual que su cabello. Tenía ojos color violeta. Se decía que sus ojos eran de ese color porque había visto la fuente de toda magia en persona. Todos tomaron asiento e hicieron silencio.

-hijos del bosque! Lamento ser yo el que les entregue noticias alarmantes- su voz sonaba como un huracán. Los presentes se alborotaron querían saber que pasaba. Si el aciano druida había convocado esta reunión era algo muy serio.

- una guerra en Mablasca acaba de explotar! - la muchedumbre se llenó de conmoción- la primera capa negra a muerto, y por ende el consejo de Mablasca quiere hacerse con el puesto para dirigir todo. La sacerdotisa está desaparecida al igual que su hija. Ante todo, esto los hijos del bosque debemos mantenernos al margen-

-QUE! ¿¡Y abandonar a los necesitados!?-la voz provenía del padre de Nancy que estaba a unas filas. Era un hombre alto y varonil con una barba ligera cabello muy negro peinado hacia atrás, ojos apagado y negros como si estudiaran todo lo que vieran. El pueblo druida se conmociono.

-hermano noah! Sabe muy bien que nuestras tradiciones nos prohíben inmiscuirnos en ese tipo de guerra sin sentido.

-supongo que es mejor dejar morir a spellcasters inocentes- refuto Noah, Nancy no podía creerlo, no conocía esa faceta de su padre. Aunque él siempre decía lo que pensaba era un seguidor de las tradiciones. Incluso hasta Nancy pensaba que era algo arcaico. Pero ahora, también Nancy pensaba igual que él y ahora se sentía inspirada.

-HERMANO NOAH!!!- la voz fue tan estruendosa que la maleza se retiró del lugar. Y noah se tambaleo casi cayendo en su asiento. ¡Un silencio sepulcral reino en el bosque- nuestras tradiciones se hicieron para protegernos y por la fuente que eso es lo que haremos!... los que necesiten ayuda se les ayudara desde aquí como siempre hemos hecho... pueden retirarse- la palabra del aciano druida era ley.

-esperemos que la fuente este orgulloso de nuestra decisión- fue la última palabra del señor Noah. El anciano druida le dio una mirada de preocupación por la actitud que denotaba. La reunión se disolvió, se tomarían medidas de protección para los habitantes del bosque, además que todas las entradas y salidas estarían vigiladas. La madre de Nancy (dina) y el señor Noah se encontraron con su hija luego de la reunión, y caminaban a su cueva. Su padre y su madre debatían sobre si su padre hiso lo correcto al interrumpir al anciano druida. En ese momento Nancy se sintió mareada y empezó a ver visiones, cayendo al suelo. Sus ojos se pusieron en blanco sus padres se pusieron histéricos no sabían que pasaba. Aun en el mundo de los spellcaster no era común convulsionar. Todo duro unos 50 segundos. Nancy se quedó tranquila, sus padres la miraban atónitos. Otros hermanos druidas se habían acercado al ver la conmoción... Nancy abrió los ojos y miro a sus padres y dijo:

Estamos en peligro-

"HISTORIAS DE MABLASCA"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora