—¿hace 800 años? —marco me pregunto, con el ceño fruncido.—así es. Fue una guerra de la cual nadie tenia previsto que iba a ocurrir. Es mas, de echo, paso en un día común y corriente.
—espera, por favor, lo único que estas logrando con esto es revolverme la cabeza. Sin decir que las malditas imágenes en mi cabeza no dejan de marearme. —dijo agitando la cabeza.
—amor, se que es algo complicado, pero se que le hallaras mas sentido cuando te lo explique bien. Solo escucha, ¿esta bien?—le dije, agarrando su mano sobre la mesa.
Marco miro nuestras manos. Mis uñas eran de color negro, haciendo combinación con la piel gris y seca de mi cuerpo. Esta apariencia que tengo no es lo que solía ser antes. En aquel tiempo yo era mas brillante, con ojos que brillaban de felicidad, no de obscuridad. No eran fríos, eran cálidos.
Mis dos corazones no estaban rotos ni negros, eran rojos y se encontraban unidos. Eran una muestra de calidez y belleza. Por eso, cuando vi a marco a los ojos me puse temerosa de que me viera con esta nueva apariencia. Una aterradora, una que muestra terror y miedo a los corazones de quienes me observan.
Se que aun no me recuerda. No sabe sobre nuestra historia que paso de ser una de amor, a una tragedia. Note como marco se ponía rígido de repente. Me di cuenta que miraba la mesa con frialdad y la habitación temblaba debido a que comencé a desbordar magia. Me detuve y todo se tranquilizo.
—lo siento. —me disculpe y él Asintió con la cabeza. Me levante de la mesa y me acerque a su lado. Extendí mi mano frente suyo. —ven, vamos a dar un paseo al jardín mientras te cuento nuestra historia.
Observo mi mano, y después de unos segundos la tomo. Sentir su calidez, como el ritmo de su corazón latía por sus venas. Comencé a caminar mientras sostenía su mano calidamente. Pasamos por unos pasillos hasta que uno de ellos estaban las fotos de algunos que servían a la familia real en aquel tiempo de paz.
Marco se detuvo y yo me gire para verlo. Su mirada estaba puesta en atención sobre una mujer de cabello azul, con vestido azul marino elegantemente y de ojos azules como los míos.
—por alguna razón, siento que recuerdo a esta mujer. —toco el cuadro con su mano. —¿quien es?
—ella era la reina de mewni. —mire a la mujer sentada sobre una silla en la fotografiá.—era mi madre. Y tu futura suegra.
—¿S-suegra..?—repitió, con un leve sonrojo en sus mejillas. Sonreí.
—así es. De echo, cuando nos conocimos por un par de días mi madre pensaba que eras mi novio. Una vez casi trata de retarte contra los mejores caballeros para que demostraras el amor por mi. Tu cara estaba pálida.
—seguramente hubiera muerto. —susurro con una cara de preocupación. Probablemente imaginándose la escena. —¿como era ella? Digo.. cuando estaba viva.
—ella era muy estricta, pero amable a su modo. —marco noto como si semblante volvió a ser frio. —pero debido a los acontecimientos que vivimos en aquel día... todo se termino para ella.
—me cuesta a similar que todo eso paso. Hace tan solo unos años supe que tenia conciencia, cuando era un simple niño. Saber que viví muchas épocas distintas, reencarnando una y otra ves... es un dolor de cabeza pensarlo.
—eso lo haz dicho miles de beses. —le sonreí. Comenzamos a caminar una vez mas.
—tengo otra pregunta que hacerte. Si se puede claro.
—por ti, incluso iría a la habitación ahora mismo.
—¿q-que?—me miro, sonrojado.
—es solo una broma. —solté una leve risa. Marco miro para otro lado, luego suspiro para calmarse. —¿que deseas preguntarme?
—bueno, dijiste que esta conversación la hemos repetido muchas veces. Pero, ¿como fue posible? Según lo que me dijo sapotoro, tú duraste encerrada en esa mansión abandonada durante mas de 300 años.
Finalmente llegamos a la puerta que daba al jardín. Dos guardias nos esperaban. Al verme, no preguntaron ni dijeron nada, simplemente abrieron la puerta para que marco y yo pasáramos. Mire a uno de los guardias y su cuerpo se puso rígido.
—no quiero que me molesten ¿entendido?—les ordene. Ambos asintieron la cabeza y cerraron la puerta detrás de nosotros. —no quiero molestias cuando este contigo.
—no culpo a esos guardias. Eres intimidante y bella a la vez.
—¿que soy bella? ¿eso crees de mi ahora?—lo tome de ambos hombros para que me mirara a los ojos.
—yo... este... —tartamudeo, luego intento apartar sus ojos de los míos, pero lo evite al tocar su mejilla para girarlo hacia mi. —lo siento, es que tu mirada es... seductora y atemorizate a la vez.
—marco, es solo una cara bonita. Pero, responde.
—eres bella. Pero eres también de temer a simple vista. Es como si, una abeja no puede evitar arrodillarse ante la abeja reina. ¿me explico bien?
—ya veo. —le acaricie la mejilla. —ven, caminemos y prosigamos con la historia.
Marco asintió con la cabeza. Lo tome de la mano una vez mas, entrelazando nuestros dedos y bajamos por los escalones para entrar al jardín. Había flores, rosas con espinas y un inmensa extensión de pasto verde que daba un aroma refrescante y puro al lugar.
—como es que este lugar no se ha deteriorado... el castillo lleva miles de años abandonado por lo que tengo entendido.
—¿te gusta?
—es hermoso. —dijo. Nuestras miradas se fijaron, como si una atracción mutua atrajera nuestra atención de todo lo que nos rodeaba. —me gusta, si.
—este jardín tiene un hechizo que yo misma cree hace unos 100 años. Una barrera mágica que protege todo lo vegetal sin que se pudra. Esa fue la ultima vez que estuve aquí antes de caer en mi sueño. —le explique.
—¿tu sueño?—pregunto.
—es algo que entenderás cuando te explique todo. Sabes, he intentado comenzar con el relato pero, cada que hablamos no puedo evitar el tema. Es algo común desde que te conozco, me agrada que ese abito aun no se haya perdido. Ven, sentemos.
Nos acercamos a una fuente con los bordes gruesos, lo suficiente como para lograr sentarnos. Estábamos ubicados en medio del jardín, desde aquí marco podrá apreciar mejor el paisaje. Entrelace mis piernas una arriba de la otra y mire el jardín.
—hemos pasado por mucho. Dime, ¿como te sientes al estar conmigo? ¿no te da una sensación como un hormigueo? Por que eso es lo que estoy sintiendo ahora. Y eso que mi corazón a estado sin latir ni un poco por 800 años.
He estado muerta en vida gracias a mi cruel maldición. Aparte de no envejecer nunca y tener un largo sueño cada 100 años. Lo que significa que he tenido esta apariencia desde hace muchos años. Mis órganos, pulmones, corazón... nada sirve en este muerto cuerpo. Por eso, es que es un cuerpo y carita bonita, cuando por dentro todo esta podrido. Me sorprende que marco dijera que soy bonita. Hum, eso lo dijo tal ves por mi apariencia.
—bueno, solo me tiemblan las manos. Y estoy nervioso... ¿eso cuenta?—me miro con una sonrisa nerviosa.
—no tanto, pero algo es algo. —dije sonriendo levemente. —bien. Lo que haré ahora es mostrarte todo lo que pasamos. Pase lo que pase, no debes asustarte. Simplemente veras todo como si fuera una película de esta época. Es hora de contarte nuestra historia ¿estas preparado?
ares_123
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Corazón De Cristal (starco) (Pausada)
Fanfictionun mundo apocalíptico reinado por una sola dama con el corazón roto. ¿podrá volver a ver a su amado? ares_123 nota: creditos al autor/a de la portada.