Tercer Pecado: Homicidio (Pereza)

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La guerra había comenzado, Madara se había revelado y en medio de tanta conmoción Sasuke había vuelto a ver a su hermano por medio del Edo Tensei. Aun no se convencía si debía de luchar por los ideales de la hoja, después de todo ellos habían sido los responsables del dolor de su hermano, pero por otro lado todo aquello que el había hecho por proteger a la aldea sería en vano si permitia a Madara destruir el mundo ninja.

Las cartas fueron tiradas, Naruto malherido, y Madara a punto de acabar con el... Sasuke aun sin un bando definido, sintio un fuerte impulso por salvar a su amigo, pero un castaño le impidió llegar hasta el antes del impacto, y solo pudo ver a aquella debil mujer interponerse entre su amigo y aquellos proyectiles de Madara. Un grito, sangre y un Naruto fuera de control.

Madara al final solo era un chivo expiatorio, para la Diosa Conejo. Sasuke se alió con Naruto y lograron detenerla, la guerra habia culminado, pero los heridos eran incalculables.

Sasuke camino entre las múltiples tiendas del lugar, y entonces escucho la débil voz de aquella mujer, quien por un momento al sacrificarse por su amigo, le recordó a su adorada aldeana, la salvadora de su abismo.

-No... No... No puede ser- sus gimoteos eran incesantes, fuera de la naturaleza desinteresada del Uchiha se quedo escuchando a ambas mujeres en la tienda.

-Fue una irresponsabilidad de su parte Hinata-sama, entrar al campo de batalla con 2 meses de gestación- justo el tiempo que el tenia de haberse alejado de aquel ángel que le cuido, demasiadas coincidencias.

"como no entendi aquello antes, les hubiera podido proteger"

-gomen... Yo... Yo solo quiero pedirte que... Que guardes esta información...- la voz se apagaba con su llanto. -Ya suficiente dolor es perder a mi bebé como para enfrentar a mi padre- su voz cansada, sombria y dolorida removio algo en el pelinegro que simplemente se alejo del lugar ofuscado con dicha información.

Quizá si el no hubiera aparecido derrepente, el castaño hubiera podido interponerse entre la Hyuga y los proyectiles, quizá le hubiera ahorrado ese dolor a aquella mujer... Pero se encontraba fuera de si... ¿Desde cuando esa mujer le importaba?

Su camino de redención empezaría, y sería un camino largo y tortuoso...

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SASUHINA: Memorias de un Guerrero (FINALIZADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora