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Sin duda, la soledad hacía que ambas almas convivieran más tranquilas. Para suerte de ambos, Risotto los enviaba a distintos encargos juntos, ya que sabía que juntos hacían un gran equipo. A Melone le daba un poco de celos porque no recibía la atención de su amigo o de la chica que se quería volver a coger, pero él debía entender que lo mejor era no meterse en su camino a menos que tuviera el consentimiento de ellos dos.

Seguramente la Squadra di Esecuzione no se quedó sin la parejita que derramaba miel, ya que con el paso del tiempo Ghiaccio correspondía los cariños de Ciliegia. Ah, eso sí, si alguien intentaba burlarse del comportamiento del asesino de hielo, posiblemente terminaría con el culo helado.

Una tarde de sábado, Illuso propuso a toda la squadra a pasar una noche jugando poker y bebiendo algunas bebidas que había comprado. Ciliegia no estaba ahí, así que seguramente sería la última en recibir la invitación.

Todos menos Risotto y Ghiaccio se animaron. En el caso del capo, según él tenía que trabajar en algunas cosas, pero Prosciutto le dijo que por favor, por una vez en su vida deje sus asuntos del trabajo para otra ocasión.

Este aceptó, pero Ghiaccio dijo que no podía porque tenía un asunto importante que atender.

—Seguramente vas a salir con Ciliegia, ¿Verdad?— Pregunta Illuso, quien se rió de lo que dijo.

—Ese asunto no es de tu interés. Si tu también quieres una chica, consigue la tuya— Respondió el asesino de hielo intentando mantener la calma.

—Oye, no te pongas así— Comentó Formaggio.

—Dejen tranquilo a Ghiaccio. Si sale con Ciliegia o no, no nos debe interesar, a fin de cuentas sería difícil que les pase algo si se mantienen juntos— Comentó Risotto.

Pobre Ghiaccio, se ruborizó por recordar a la chica, quien había quedado de verse en el centro comercial a las 6:30.

Hablando de Ciliegia, ella misma afirmó que debía ir al centro comercial a hacer unas compras junto a una vieja amiga suya. Ghiaccio se ofreció a llevarla al lugar, donde su amiga la esperaría.

Una vez dada la hora, Ghiaccio, quien se había arreglado más de lo normal, fue en su carro directo a la plaza donde se encontraba Ciliegia, cuya amiga ya se había ido en uber.

Una vez estacionó su carro, esperó un par de minutos en que la chica llegara según el plan.

No pudo creer lo que había visto; Ese cabello morado uva que tanto le gustaba lucía divino con ese peinado y ese brochecito de mariposa color plateado. Estaba maquillada, se veía que dicho maquillaje había sido aplicado por una experta. Seguramente fue al salón de belleza.

Pero eso no era todo; Uñas postizas nuevas, pedicure, zapatillas abiertas que combinaban con su bolso, un vestido color azul... ¡Definitivamente se veía completamente cambiada! Esperemos a Ghiaccio le guste el olor de su perfume.

Una vez llega la chica al carro color rojo, Ghiaccio le abre la puerta y se sube.

—Hola— Dijo la chica mientras sonreía.

—Hola, ya puedes subirte— Respondió Ghiaccio.

La joven le da un beso en el cachete al chico y este prende su carro para partir. Fueron a un restaurante donde habían quedado de ir desde hace tiempo.

Una vez estando ahí, ninguno se callaba ni para comer.

—¡Hmm! Esto es delicioso. Definitivamente mejor lugar no pudimos elegir— Comentó la chica de ojos ámbar.

—Tienes razón. No está nada mal— Respondió.

—Me gusta más por el hecho de haber venido sola contigo. Sabes, me gusta tu compañía—

—Oh, bueno... supongo que gracias. A propósito, ¿No sientes como si algo raro estuviera a punto de pasar?— Dijo sonriendo.

—No se de qué hablas. Yo.. bueno... ¡Oye!— Exclamó la joven quien estaba a punto de beber un poco de su vino —¿Porqué éste hielo tiene un cubo café?—

—Creo que deberías sacarlo—

—Sería de mala educación meter mi mano en la copa. No me dejas otra opción—

Ciliegia toma un sorbo de su vino, para hacer que el hielo caiga en su boca. Tomó una servilleta y colocó el hielo en ella.

—Ahora mira lo que pasará con el hielo— Dijo Ghiaccio.

Con ayuda de White Album, el hielo comenzó a derretirse. La caja pudo abrirse y al hacerlo, se podía apreciar un anillo de plata dentro de ella. Ghiaccio tomó el anillo e intentó ponerlo en el dedo de la chica. Pero antes de hacerlo, dijo:

—Seguramente no soy el mejor para ti. Melone podría ser más cariñoso o bien, Risotto te podría proteger mejor que yo. Pero de lo que si estoy seguro es que si podré amarte mejor que nadie. Por favor, se mi novia—

—G-ghiaccio... yo... bueno... ¡¿Qué intento decir?! ¡Claro que acepto!—

Casi se le salió una lágrima a la chica cuando se acercó a Ghiaccio para besarlo. La gente al rededor comenzó a aplaudir y a desearles lo mejor a la nueva pareja.

Luego de la cena, decidieron celebrar que ahora eran una pareja. Así que una vez terminaron y Ghiaccio pagó la cuenta (Así es, no dejó que Ciliegia pagara a pesar de que sabe que ella siempre quiere ayudar. De hecho, independientemente de con quien la intente shippear, siempre querrá igualdad en todo sentido, incluso al pagar la cuenta de lo que consumen), volvieron al carro.

—Entonces... ¿Melone te recomendó ese motel?— Dijo la chica.

—Ah, si. Según él tiene jacuzzi. No sabes las ganas que tengo de usar uno de esos. Ja, ja— Respondió el peliazul.

—Bueno, deja me encargo de hacer una llamada para ver si tienen cuartos disponibles— 

Ciliegia hizo la llamada. Afortunadamente, encontraron lo que buscaban. Hicieron una reservación la cual se pagó desde una aplicación de banco para iOS. Así que solo era cuestión de llegar al lugar indicado.

Todo fue un éxito, Ghiaccio no hizo corajes por que todo había salido conforme al plan. Ciliegia le dio gracias  Fortuna, la diosa de la suerte.

Ahora que ambos están dentro del cuarto, Ghiaccio se puso nervioso y no sabía que hacer. Pero nada que no se pudiera arreglar con los cariños que le estaba dando Ciliegia, quien no se despegaba de él.

La ronda de besos descontrolados había comenzado.

(+18) Ghiaccio x OC -  NaughtyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora