¡ T R O I S !

3.4K 445 148
                                    

—Minho, no te estoy preguntado. Baja ahora mismo, no eres una niña como para comportarte así— Me gritaba mamá mientras yo estaba escondido en mi habitación.

¿Porqué mis súplicas no habían sido escuchadas?

—Lee Minho. Si no bajas en este instante tu familia estará en la ruina por tu culpa. ¿Quieres quedarte sólo? ¿Quieres ser invisible para tu única familia?

Sin duda lo que más me sacaba de mis cabales es que ella sabía cómo hacerme sentir mal para usarlo a su favor y siempre salirse con la suya; justo como en esa ocasión.

Bajé las escaleras con el traje blanco que mamá había comprado para mí antes.

—Mamá...hay otras formas de— Ni siquiera pude terminar cuando sentí que era callado con un golpe en la mejilla.

—¡Basta! ¿Acaso no piensas en tus hermanas? No eres el único que hace cosas por esta familia, ellas están aprendiendo modales para honrar a esta familia. ¿No puedes dejar de ser un mal agradecido y desconciderado?

Mi mejilla ardía, pero mis ojos lo hacían más, suspiré y me encaminé fuera de la casa nuevamente, no podía huír de mi destino, pero podía intentar convencer al hombre que me había comprado que deshiciera el trato.

Sabía que lo más probable era que ni siquiera me dejara hablar, pero la esperanza siempre era lo último que moría, ¿No?

No le volví a dirigir la palabra a mi madre, ni siquiera la mirada, pero aún así ella pareció no darle importancia a ese hecho.

Alrededor de media hora fué cuando llegamos a nuestro destino, la casa era completamente linda, era enorme, no me quería imaginar que viejo horrible tendría tal mansión.

Porque mamá se había rehusado a decirme quien era mi "dueño".

Tenía miedo de que fuera un pervertido, también el que fuera un patán o que ni siquiera me dejara salir de casa.

Esas dudas no se disipanban de mi mente.

Y no lo harían hasta ver quién sería mi compañero de vida.

—Vamos— Habló mi madre.

Cuando entramos a la mansión todo estaba pulcro. En su mayoría color blanco con decoraciones de colores oscuros que contrasban el lugar y toda la gigantesca casa.

—El joven Han vendrá en un momento— Avisó una de las criadas— Por favor, tomen asiento.

Nos sentamos en el sofa, yo lo más apartado posible de mi progenitora.

—Disculpen la tardanza, tuve un contratiempo.

Un hombre joven entró por la puerta principal, dejando su saco en un perchero y haciendo una reverencia hacia nosotros.

Me levanté al igual que mamá y me quedé observando el rostro de aquel joven.

¿En verdad él era mi "dueño"?

Bueno, quizá no sería tan malo como yo había pensado.

-
-
-
-
-

¿Debería incluir contenido adulto en la historia...?

S O L D    [HanKnow] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora