¡ Q U I N Z E !

2K 267 52
                                    

—Entonces...Félix, tu hermano está perdido en el bosque, donde hay un demente que no le agradan para nada los niños.

—Sí.

—Y quieres que comencemos una búsqueda.

—Sí. Tenemos que aprovechar el sol.

—Supongo que no has visto que ya es de noche, otra vez.

—Con más razón, no puedo dejarlo a su suerte...— Minho notó cómo los ojos del muchacho se volvían acuosos.

—Guarda la calma, te prometo que mañana en cuanto salga el solo iremos en su búsqueda, por hoy reposa.

—¿Lo prometes?

—Completamente.

La sonrisa volvió al rostro del menor, fue por una sabana que se encontraba extendida en una de las tantas rocas de aquella cueva, le dio una a Minho y tendió otra en el suelo.

—Esta será tu cama por hoy.

Tendió otra más y se acostó ahí.

—¿Crees que esté bien?

—Yo desconozco paraje y aún así sigo existiendo, tu hermano debe encontrarse en óptimas condiciones.

—¿Te puedo pedir un favor?

—Adelante.

—Tienes catorce, habla como un niño de tu edad.

—Así hablan los niños de mi edad...

—¿Así hablan tus amigos? Vaya que son extraños...

—Hablando seriamente, yo jamás me relacioné con alguien de forma amistosa o romántica, sólo en cuestión de negocios, tanto de mi padre como mi madre.

—¿Y esto quiere decir...?

—No tengo amigos.

—Bueno, ahora tienes uno.

Minho comenzó a pensar que perderse no había sido tan malo.

—No habías sonreído en todo el día— Destacó Félix.

—No había tenido una razón hasta ahora, amigo.

Y en medio de la mala situación por la que estaban pasando, los dos soltaron una risa juntos. Algo bueno había salido de todo eso.

¡!

Las gemelas atendieron al chico apenas llegaron a la mansión, no tenían idea de quién era, pero lo que sí era seguro, era que no era de la alta sociedad. Y tampoco de la sociedad, en general.

Le preguntaron a varios campesinos, pero todos decían no conocerlo.

—Parece que este niño salió de la tierra— Decía una de las gemelas.

—Guarda silencio, está despertando— Reprendió la otra de las gemelas.

En cuanto el chico rubio se despertó, se alteró volteando a todos lados.

—¡Tranquilo! Te encontramos en el bosque.

El chico empezaba a hacer lenguaje de señas, el que claramente las hermanas no entendieron ni un poco.

—¿Estás saludando o—

—¡No seas tonta, Subin! El chico no habla.

En lo que las dos chicas estaban en su pequeña pelea por la pregunta de su hermana, Jisung llegó.

—Pueden retirarse, chicas. Ah, ya despertaste— Habló al chico.

—No, sigo dormido.

—Muy gracioso, niño.

—Tengo que irme de aquí.

Apenas el niño intentó levantarse, volvió a caer, su cuerpo estaba demasiado adolorido.

—No creo que debas irte. Menos volver al bosque.

—No entiendes realmente la situación. Mi hermano está en el bosque, seguro salió a buscarme, ¿Y si ese tipo intenta matarlo como a mí? Él es lo único que quiero en esta vida, no pienso perderlo.

—Te vamos a ayudar, dame su nombre.

—Lee Félix.

—¿Eres familiar de los Lee?

—Ni siquiera sé quiénes son.

—Supongo que tampoco me conoces.

—Claro que sí. Eres Han Jisung.

—¿Cómo sabes eso?

—Tienes una placa con tu nombre en tu pecho.

Jisung quería reír, pero no podía permitirse ese detalle frente a una persona para nada cercana a él. Aunque si lo pensaba bien, jamás había tenido ningún momento en compañía de un amigo desde que había salido de la pobreza, ya que para lo único que se acercaba la gente era para robarle o sacar provecho.

Nadie le aseguraba que el chico no sería la excepción.

—Bien, ya me conoces. Ahora dime, ¿Cuál es tu nombre, donde vives y porqué estaban solos tú y tu hermano en el bosque?

—Mamá dijo que no debía hablar con extraños.

—No diría eso sabiendo que soy el único que te puede ayudar a encontrar a tu hermano.

—Soy Christopher Bang. Vivimos en el bosque desde hace más de seis meses. Venimos de un pueblo pobre al este, nos corrieron por una mala jugada...

—¿Robaron algo? ¿Dónde están sus padres?

—Mi hermano y yo no somos ladrones, primero que nada. Y ellos no están ni siquiera vivos. Mamá no soportó su segundo embarazo, a papá lo mataron y nosotros huimos antes de correr con la misma suerte. Le ofrecieron a mi padre un empleo, pero todo fue un engaño.

—Y yo pensaba que mi juventud había sido dramática...

—Wow, ¿En verdad acabas de hacer un chiste?

—Claro que no.

—¡Claro que sí!

—¡Mejor volvamos al tema!

—Tienes razón. Bueno, Hace unos meses llegamos aquí, pero estábamos perdidos, entonces luego de unas semanas nos enteramos del tipo loco, por eso nunca salíamos de la cueva y—

—Espera, ¿Entonces porqué saliste?

—Peleamos.

—¿Puedo saber la—

—Prefiero mantenerla en privado.

—No importa, ¿Cómo es él?

—Es de nueve años, algo enano y de cabello castaño con destellos rojizos. También tiene pecas.

—¿En verdad es tu hermano? Lo que me describes es una persona demasiado distinta a ti.

—No somos hermanos de sangre. Pero eso no importa, para mí él es más importante que cualquier otra cosa.

—Lo voy a encontrar. Te lo prometo, sólo descansa.

—Quiero ir.

—Pero estas muy—

—No creo que estuvieras en el bosque para jugar o encontrarte conmigo. También buscas a alguien. Voy a ir contigo. Y me sería de ayuda si me ayudaras a pararme, tengo más de diez minutos aquí tirado.

Jisung ayudó a Chris a sentarse de vuelta en la cama.

—Una cosa, ¿Porqué no hablaste desde el principio?

—Tenía que "reconocer el terreno".

—Algo me dice que no eres exactamente un niño.

—Tengo dieciséis. ¿Y tú ?

—Veinticinco.

—Antes de jugar al "dúo dinámico" debo dejar claro algo: no estoy buscando Sugar daddy.

—Me alegra escuchar eso.

—Creo que nos vamos a llevar bien, Jisung.

—Lo mismo digo, Chris.




S O L D    [HanKnow] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora