Capítulo VIII: Análisis

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Hola a todos!!!

Les agradezco mucho sus comentarios y votos. Les traigo un capítulo corto pero en mi opinión, muy bueno. No sabía qué escribir después del capítulo anterior, me quedé un poco estancada pero ya se pudo XD.

Espero les guste, si es así, comenten y voten por favor =).

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.

Capítulo VIII: Análisis

Tenebris estaba en el cuarto totalmente aburrido. Claro que estaba satisfecho de lograr su cometido, pero no le gustaba estar encerrado, igual en la dimensión con la que vivía con su padre Bill, siempre estaba en su cuarto, pues el triángulo temía por la vida de su hijo, quien aún no se podía defender bien, y Gideon era su guardián... o criado con título noble.

Abrió la palma de su mano para realizar una visión. Vio a su papá Dipper en el bosque, y Tenebris se dio cuenta que tenía al menos una media hora para rondar en la casa. Cerró su mano para terminar el hechizo y bajó a la cocina, donde sacó el helado de la nevera y comenzó a comer directamente del bote. Le daba pereza buscar un plato para servirse una ración.

En ese momento, Ford entró con un dispositivo medio raro, parecía un detector de metales y estaba dando de vueltas.

-¿Qué haces, tío? –Preguntó Tenebris con la boca llena, el helado de había vuelto una adicción para él.

-Encontré algo extraño... hace tiempo que no había algo similar... -Dijo el hombre sin mirar a "Stella" mientras seguía el rastro que marcaba su detector.

Pero eso preocupó a Tenebris, ¿Su padre se habría dado cuenta del engaño y ahora lo estaba buscando? A Bill sí le tenía miedo y comenzó a sudar frío, era obvio que sus padres algún día se enterarían de todo pero aún no estaba preparado. Sin querer, su magia disparó a Ford hacia la sala haciendo que éste se golpeara con la pared. Tenebris se asustó y fue corriendo hacia él, pero el hombre en vez de tratar de entender qué pasó, se sorprendió a ver que su radar se alocó al grado de que parecía que iba a descomponerse.

Ford tomó rápidamente al niño por la muñeca para no dejarlo escapar y lo miró fijamente.

-¿Has estado tomando las píldoras que te di? –Tenebris se dio cuenta que lo que estaba detectando esa cosa no era a su padre Bill, era a él.

-T-tío... me estás lastimando... -Dijo con una voz llorosa para poder escapar de la situación.

-No me cambies la conversación, niña, y responde mi pregunta.

¿Y ahora qué hacía? Sentía su corazón ir a mil por hora.

Pero la cara chistosa que puso Ford lo sacó de órbita. El hombre cayó al piso notablemente aturdido mientras Stan a su lado, tenía un sartén.

"Mi héroe", pensaba Tenebris.

-¡¿Qué le hacías a mi sobrina, cerebrito?! ¡Ya te dije que no la metas en tus cosas raras como hiciste con Dipper! –Pero Ford no respondía, seguía en el piso como pokemón vencido, es decir, con la lengua de fuera y dos espirales en vez de ojos.

-¿Está bien? –Preguntó Tenebris alejándose un poco.

-Claro que lo está, sólo que cuando mi sartén chocó con su placa de metal le revolvió un poco los sesos. –Stan abrazó a Tenebris de los hombros. –Regresemos a la cocina.

Ambos se sentaron en la mesa y Tenebris siguió comiendo de su helado, pero se notaba preocupado. Stan sólo lo miraba fijamente. -¿Te importa si te acompaño? –Sacó una cuchara. El niño negó y ambos comían del bote en un silencio incómodo.

La aventura de los mellizos. (BillDip)Where stories live. Discover now