Capítulo X: Pelea

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Hola a todos!!!

Disculpen la larga ausencia... estos meses fueron algo apresurados, pasaron muchas cosas y planeo otras, pero les quise traer continuación de este fic porque me lo han pedido mucho.

Publicidad: Publiqué un libro en mi perfil sobre teorías de la serie animada de Villanos de Alan Ituriel, si les gusta, los invito a leerlas, a mí me gustó formularlas (tomen en cuenta que es más rápido escribir una teoría que una historia XD)

En fin, aquí les dejo el capítulo que espero les guste =)

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.

Capítulo X: Pelea

Finalmente, Dipper accedió a que Tenebris saliera junto con Mabel a buscar sirenas, mientras Stan y Ford discutían en su laboratorio.

-¿Deberíamos decírselo a Dipper? –Preguntó Stan preocupado.

-No lo sé... será un alivio para él ver que el niño está bien, pero se va a preocupar por Stella... aunque por lo que dijo Tenebris, creo que parte del plan era que se enteraran.

-Dipper se va a poner como loco... -Ford hizo una mueca, eso era inevitable...

En la noche, Tenebris estaba parado en la puerta que conectaba la cocina y la sala, mientras su corazón latía como loco y sudaba frío. Su padre Dipper estaba en el sillón viendo la televisión.

-Es hora. –Le susurró Ford para darle confianza.

-Mañana. –El niño iba a dar media vuelta cuando fue empujado ligeramente por Stan y entró en la sala llamando la atención de Dipper.

-¿Qué pasa, Stella?

-Bueno... yo... -El timbre interrumpió y Stan soltó un montón de groserías para luego ir a atender.

-¡¿Qué?! –Preguntó enojado. Allí en la entrada, estaba Candy, quien ya conocía los arranques del hombre y ni se inmutó.

-¿Está Dipper? –Preguntó en un tono un tanto seco, pues realmente no le gustaba tratar con el anciano.

-No. –Y cerró la puerta de golpe, cuando se dio la media vuelta, su sobrino lo miraba con los brazos cruzados y acusadoramente.

-Tío, ¿Por qué hiciste eso? –Se acercó a la puerta y la abrió nuevamente, allí seguía Candy, como si esas groserías fueran cosa de todos los días. –Disculpa, Candy. Mi tío le gusta bromear... -Dijo riéndose un poco tratando de aligerar el ambiente, cosa que aparentemente funcionó.

-No te preocupes, Dipper. –Sonrió Candy, cosa sospechosa, pues a nadie le gustaban los malos modos... o eso pensó Tenebris que espiaba desde la puerta de la sala. -¿Me llevarás a cenar?

-¡No puede, niña! –Intervinó Stan nuevamente. –Stella va a pasar el rato con su padre.

-Está bien, tío. –Habló Dipper. –Ella igual se tiene que ir a dormir en un rato, así que lo que sea, puede esperar a mañana. –Tenebris no tenía ganas de discutir... o más bien se trataba de contener. -¿Verdad, hija? –El niño hizo una mueca, rodó sus ojos y sin decir nada empezó a subir la escalera.

-Tu novia puede esperar. –Ford decidió meterse también. –Lo primero siempre serán los hijos. –Su tono era severo, pues eso era mucho más importante que la mujer que ni siquiera era bonita.

-Déjalo, tío Ford. –Dijo Tenebris, pues ese día de por sí, Dipper lo trató con cierta indiferencia por estar castigado. –Supongo que el hotel es más interesante que yo. –Susurró.

-¿Qué dijiste, Stella? –Preguntó Dipper algo alterado y enojado, esperaba haber escuchado mal. Tenebris apretó los ojos y miró a su padre.

-¡DIJE QUE YA SE LARGARAN AL MALDITO HOTEL, LA NOCHE AÚN ES JOVEN! –Y se fue corriendo a su habitación. Probablemente era buena idea que Candy decidiese retirarse, pero eso no parecía que fuese a pasar.

La aventura de los mellizos. (BillDip)Where stories live. Discover now