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4: El día de los joder

«Bien, mi autoestima se fue al carajo.

Mauro no está.»

Joder, tan solo lo deje 1 minuto solo.

Bien, quizá estoy sobre actuando pero, mírenme, sin el no soy nada.

Hubieran visto el día que nació Mauro, ese día mi vida cambio. Antes, (cuando me enteré del embarazo de mamá) odiaba a Mauro, sentía que él me robaría la única atención que tenía en casa; Mamá. No odio a mi padre, tampoco lo entiendo. No sé en qué pensaba al abandonarnos a mí y a mamá. Sería algo normal que lo hubiera hecho cuando se entero de que yo venía al mundo, pero no. Lo hizo con Mauro.

No me dolió mucho, porque siempre había pasado más tiempo y tenia mas apego con Mamá. Ella siempre ha sido mi compañía, no necesitaba a nadie más. Hasta que nació Mauro. El es y siempre será mi todo. Ese niño es aquella persona con la que podía conversar de cualquier cosa, en cualquier momento. Según él, no necesitaba entenderme, solo bastaba con escucharme. El sabe que me pasa, de vez en cuando Mauro puede ser bastante maduro para su edad.

«Si tanto aprecias a tu hermanito deberías estarlo buscando en vez de estar parado mirando a la nada y pensando en todo, ¿no?»

Tienes razón Marta, soy un estúpido.

«Lo eres cariño.»

Mire a mi alrededor intentando encontrarlo, pero no lo veía.

Tenía el tamaño de un bichito. Un tierno Bichito...

«Concéntrate»

Tienes razón, tienes razón.

Tiene que estar en alguna parte joder.

Seguí buscando, la casita del horror, la montaña rusa, la casa de la risa, el rincón de niños pequeños. Cualquier lugar servía cuando se trataba de Mauro.

No está.

Lo busque por toda la feria y no apareció.

Lo único que me queda es ir con la policía y llamar a Mamá. Ella estará devastada y todo es mi culpa. No debí quitarle la vista ni un segundo.

Sé que pensaran que me estoy martirizando mucho pero es solo un niño, era obvio que vería cualquier cosa y se distraería e intentaría ir por ella.

Salí de la feria. Necesito mis audífonos.

En este momento necesito a Sounds Like Harmony.

¿Marta te apetece escuchar Mental?

« ¿Buscas deprimirte?»

Si...

«Entonces me apetece, no debiste perder de vista a Mauro, idiota.»

Cállate.

Me llego una llamada, era de un numero que no tenía registrado.

- ¿Aló?

- ¿Alex?

-ah sí, ¿con quién hablo?

-Ah, soy Julie Fleur, tu hermanito me dio tu número. Lo encontré jugando en el parque.

-Oh, Julie...- No podía tener más suerte... (Sarcasmo)- ¿En qué parque está el pequeño demonio?

-No sé si lo conoces...-Si no me dices cual, tarada, nunca sabrás si lo conozco o no...- Es un parque que está cerca de una feria...

-Oh si, le dije que iríamos allá, solo voltee un segundo y ya no estaba. -Suspire, al menos estaba con alguien técnicamente conocido... Pudo ser peor. - ¿Puedes cuidarlo hasta que llegue? Iré enseguida.