Prólogo

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− No deberías acercarte a él.

Quiso hacer oídos sordos cuando escuchó, a su compañera de clases, decir tal cosa al alumno de intercambio. Sin embargo, el chico parecía confundido y no era para menos, seguramente se preguntaba por qué estaba siendo amenazado de tal manera y si debía ir a dirección o contárselo a un familiar.

Decidió intervenir.

− Lo vas a confundir hablándole de esa manera −. La chica le miró, frunciendo el ceño, ya sospechaba lo que venía.

− Entonces tú deberías hacer algo. Eres su mejor amigo. ¿No?

− Mi mejor amigo es Minhyun −. No era algo relevante, pero por la expresión de la chica, supo que había logrado que se calmara. Por supuesto, Minhyun era muy popular, las chicas solían sonreír con sólo escuchar pronunciar su nombre, aunque no era el caso de la que tenía en frente.

− Eso no importa −. Enarcó la ceja castaña, queriendo recordarle que hasta hacia cinco segundos atrás ella juraba que era lo más importante, pero no lo hizo. No quería empezar una discusión. - Lo digo por ti −. Ella nuevamente fruncía el ceño, con más ahínco, volviendo el rostro hacia el estudiante de intercambio que parecía perdido en la conversación - Haz lo que quieras, no es a mí a quien le darán dolor de cabeza.

No, claro que no. Sería a él.

Vio como Jie Qiong se marchaba por el pasillo, seguramente a su próxima clase, él debería hacer lo mismo y el chico que le miraba curioso también. La pequeña escena había absorbido mucho más tiempo del esperado.

− Discúlpala, no era su intención ofenderte −. Normalmente era una chica dulce y honesta, aunque, en ocasiones, demasiado directa.

Jason asintió. El chico había llegado ese semestre, cuando Minki recién se cortaba el cabello de nuevo. Así que él deseaba pensar que no tenía segundas intenciones con su agraciado amigo, pero la timidez que lo había llenado cuando preguntó después si iba a ver a Minki lo delató. Y entonces se dio cuenta que Jie Qiong tenía toda la razón, iba a tener un dolor de cabeza si las cosas seguían así.

¿Y si hablaba con él? No, lo mejor sería hablar con Minki y...

− Gracias, Jonghyun-hyung −. Alzó la mirada para sonreírle tan amablemente como pudiese, pero su sonrisa se quedó a mitad de camino cuando, a espaldas del chico, se veía venir al capitán del equipo de baloncesto con cara de pocos amigos. A decir verdad, era muy extraño llegar a ver al chico de esa manera, por lo tanto debió haberse enterado de Jason y ahora iba en busca de una víctima. − ¿Sucede algo? - Preguntó el menor al sentir el fuerte agarre en su brazo, pues parecía que su defensor no quería dejarlo ir todavía.

Junior se mantuvo en silencio, manteniendo la vista fija en el chico que se acercaba a paso rápido, quien al notar la pequeña advertencia en su mirada, decidió pasar de largo a la primera persona con quien quería encontrarse, Jason, y seguir su camino hacia la segunda persona: Ren.

− Deberías volver a tu salón, pronto tocará la campana −. Le soltó, sonriéndole de nuevo de esa manera que sugería confianza. - Después puedes venir a verlo −. Giró sobre sus talones, apresurando el paso hacia un salón que no era el suyo, pero al cual sentía urgencia de ir. No había una razón en especial, más allá de ayudar a su pequeño amigo. Sabía muy bien que Dongho no le pondría un dedo encima, pero a veces sus palabras podían volverse muy violentas.

*

Como lo esperaba, apenas llegó al salón de los de segundo año identificó la escena como algo que pasaba usualmente, y usual no quería decir que fuera algo bueno. Minki gritaba, Dongho alzaba la voz, algunos compañeros, fastidiados por una nueva escena de celos preferían ignorarlos, otros tantos se entretenían con ellos lo suficiente como para grabarlos y reírse de ellos cuando las cosas se calmaran, afortunadamente, ninguno de esos vídeos era subido a internet.

− ¿Qué está pasando? - Se sobresaltó al escuchar la sorprendida voz de Jason a su lado. ¿No lo había mandado a su salón? Si Dongho lo veía... Y ahí estaba, mirándolo y señalándolo, Minki también lo veía y decidió fingir demencia antes de gritar algo que provocaría una exclamación de sorpresa por parte de los espectadores.

− ¿¡Qué te importa!? ¡No recuerdo haber vuelto contigo! - Golpe bajo.

JR ya podía sentir el dolor de cabeza.

Minhyun hablando sobre Dongho y su mal comportamiento. Minki lloriqueándole porque Dongho no lo quería mientras fingía que no le importaba. Aron quejándose porque Minki prefería a un idiota en lugar de él, que podía hacerlo feliz si sólo su amigo le diese una oportunidad. Jie Qiong presionándole para que ayudara a los idiotas a resolver su problema, una vez más.

Sólo esperaba que Jason no se sumara a esa lista de idiotas.

− Pues bien −. Dongho parecía más calmado, y eso no podía significar nada bueno. Minki lo sabía, y aunque se hacía el valiente era obvio que estaba arrepintiéndose de lo que acababa de decir, aunque fuera cierto. - Tienes la razón −. Sonrió a su... expareja, tan falsamente como pudo, una clara advertencia, y se marchó de ahí con la cabeza en alto, sin mirar atrás, sin ver a Minki tragarse las ganas que tenía por llamarlo o ir tras él.

No, su amigo decidió tomar asiento y fingir que nada pasaba, que sus brazos siempre habían permanecido cruzados y que le gustaba morderse los labios habitualmente tanto como aguantarse las ganas de llorar. Jason a su lado, pareció tener la brillante idea de acercarse a él y consolarlo, aun si no estaba seguro de lo que había pasado frente a sus ojos, pero antes siquiera de abrir la boca para preguntar si estaba bien, Minki había saltado de su asiento para salir del salón.

Junior suspiro resignado, decidiendo que pasaría por unas pastillas para el dolor de cabeza cuando saliera de la escuela. Pues bien, si Minki había salido corriendo tras Dongho en ese momento, que seguía alterado y no al día siguiente, cuando ambos estuvieran más tranquilos, sólo significaba una cosa; La discusión continuaría. Había ido a reclamarle mil cosas más y seguramente ninguno de los dos entraría a la siguiente clase ese día.

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