... mío

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Minki siempre fantaseó con la idea de que su primer beso con Baekho fuese romántico, al punto de parecer una empalagosa escena de Disney. Pero el problema residía en que no eran nada, y al paso que iban nunca lo serían, además de que su primer beso había sido en un arranque de celos que el jugador había tenido al verlo llevarse tan bien con uno de sus compañeros de equipo.

− ¡Dijiste que querías que viniera!

− ¡Exacto! ¡Para que me veas a mí, no a ese idiota!

− ¿Y yo por qué tendría que verte sólo a ti?

Buen punto.

Como respuesta, Dongho sólo tuvo el impulso de besarlo, porque creía que de esa manera quedaría mejor explicado.

No eran nada.

Pero todos a su alrededor sabían que eran algo.

Baekho siempre se sentía en el derecho de alejar a cualquiera de Minki. Y aunque éste se jurase indignado y en su total derecho de hacer lo que quisiera, siempre terminaba haciendo caso de Baekho y acompañándole a donde sea que éste pidiera.

− Tienes que aclarar el asunto con él.

Y cuando el miembro del consejo estudiantil puso las manos en el tema, Dongho no tuvo más remedio que obedecer. Por respeto y porque si decía algo, definitivamente Minki no le volvería a dirigir la palabra. Si por el simple hecho de que le dijera a ese tal Aron que se perdiera un día, el chico había decidido ignorarlo por una semana y tanto.

Y lejos de toda fantasía que aun quedara en Ren, su noviazgo no inició con un "¿Quieres ser mi pareja?" después de una romántica cita, no. Baekho simplemente le había dado un ultimátum, y él accedió. Porque a final de cuentas aquel idiota tenía razón, era arriesgarse ese día o arrepentirse toda una vida.

Aunque eso de arrepentirse, solía suceder muy a menudo en la relación que habían establecido. Pues no importaba qué tan bien iniciaran el día, eran los pequeños gestos que a veces tenía Dongho con él lo que le hacían querer terminar la relación una y otra vez. No era que Ren fuese un chico sensible, el problema era que Baekho parecía no sentirse del todo cómodo tomando su mano en público, pero estaba perfectamente cuando le reclamaba por un chico de intercambio cuyo interés era ser su amigo.

Bien, Jason no quería únicamente ser su amigo. ¿Pero qué importaba? Aron era su amigo. ¿Por qué el otro no?

− Entiendo tu punto, Minki −. Jr se encontraba consolándole esa tarde, después de clases y después de que Baekho lo terminara... aunque no estaban saliendo en el momento en que le dijo que ya no sabría nada de él. Lo que era más humillante fue Ren recordándole que él lo había terminado dos días antes por haberle prestado demasiada atención a una de las porristas.

¿Dramático? ¿A quién le importaba?

− Pero tú debiste decirle a Jason que tienes pareja... o algo así.

Algo así; Esa debió ser la primera vez que la utilizaría alguien para describir su relación con Dongho. Incluyéndose.

− Pero habíamos terminado cuando lo conocí.

− ¿Y después?

− Después el estúpido de Baekho estuvo ocupado con las prácticas, los exámenes y coqueteando con las porristas y las chicas de primero −. Empezó a quejarse, siempre de lo mismo, y es que el problema con ambos era justo el mismo; Ambos eran seres sociables, amigueros. Y mientras Dongho creía que Minki contaba con algún súper poder que podía convertir a cualquier hombre heterosexual en gay, Minki sabía perfectamente bien que su atractivo novio no era gay, de hecho, dudaba que su posible bisexualidad se inclinara hacia los hombres pese a su actual situación.

Ella es...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora