Adolescencia e ilusiones. Temporada II " Pequeños" ©

10.- Ceremonia y palabras de Camus y Krest.

Tres semanas después.

-¡ ya hombre!-El Cid le dio un jalón a la corbata de Kardia que parecía " diablo en botella".

Manigoldo con los brazos cruzados miraba las fotos de  los anillos que el bicho usaría en su boda con el cubo, y vaya que hizo un derroche de plata para adquirilos en la misma joyería que la cabra le recomendó. Albafika regresó a Grecia dos días después de la desastrosa despedida de soltero de Kardia trayendo consigo a Afrodita que era un bello adolescente que ponía de cabeza a quién lo mirara mucho tiempo.

-¿ de verdad que no te costó mucho reservar este local cabra?-indagó curioso Manigoldo mientras echaba una miradita furtiva a las instalaciones del sitio.

-ya te dije los conozco y son mis clientes...

Kardia que comía dos manzanas por segundo detuvo su acción nerviosa para escuchar a su amigo y refutar.

-no me digas que hasta has comido con la reina de Inglaterra y que también manejas sus asuntos...

-con ella no, pero con el de España si.

-y uno pobre y apenas come con el profesor de secundaria-murmuró el bicho botando un cuarto corazón de manzana a la basura-¡ QUIERO CASARME YA!

Los tres se hallaban encerrados en un cuarto por demás arreglado y con buena vista al mar. Por padrino eran Manigoldo y El Cid como sponsor oficial ya que el dinero que le devolvió el español le alcanzó para el anillo, la cadena, invitaciones y la comida; el ibérico puso el local y buscó al juez. La bebida fue auspiciada por Krest.

Si así estaba de intenso imaginense cuando vea a Dégel....

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-¿Milo?

-ma, abuela-el bicho adolescente corrió contento a recibir a las mujeres de su vida como decía en clase cuando les preguntaba quienes eran su inspiración para seguir adelante-fiu, fiu...

-¡ Milo!-Camus venía arreglándose su traje, saludó a las dos damas besando sus manos causando la admiración de ambas-Milo, mi papá quiere saber donde tienes los anillos.

-el hermano del gato los tiene... pídeselos antes que se caiga al suelo embobado por el niño con mala cara. ¿ Qué? 

-tiene nombre Milo-Camus no sabia cuando el heleno abandonaría esa mala costumbre de nombrar con apodos o sobrenombres a la gente.

-si claro, si lo tuviera hablara-rodó los ojos ante lo cual su abuela le dio un zape por el gesto-¡ perdón!

Luego de esa información Camus se encaminó hasta la habitacion donde su padre se arreglaba.

Entre tanto alboroto del casorio y el bailongo, el otro novio se jalaba sus lacios cabellos por enésima vez mientras su director de vestuario, papá Krest revoloteaba entre varios adornos dispuestos en la mesilla de la habitación destinada para Dégel buscando un broche con forma de un muñeco sosteniendo un cántaro elaborado por Camus y Milo en tiempo récord bajo la supervisión de Albafika. 

Era un obsequio de parte de los chicos a su padre y cuñado respectivamente.

-mmm no está-se lamentó el Du Pont mayor, Dégel ya estaba tísico de tanto esperar de pie-ejemmm....¡ CAMUS!

El adolescente llegó casi cayéndose de boca alarmado.

-¡ yo no los tengo...! ¿ abuelo?-murmuró cuando Krest sin decir palabra le rebuscó en los bolsillos hasta dar con una bolsita de terciopelo verde.

-¡ papá!-gruñó Dégel con dolor en los pies-apura que ya no siento los pies...

-si, ya voy-dio un empujón a su nieto afuera de la alcoba-anuncia que el novio está por salir y pobre de Kardia con emborracharse.