17.- Milo, el enano de las manzanas.

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Buenas noches, quizá para algunas de ustedes ya es otro día, pero no olvidé el onomástico del bello bicho, este es un capítulo especial :3

o-o-o-o-o-o-o-o

Tenía en sus manos la primera foto de su hermanito como le había dicho su abuela. Veía en medio de esa oscuridad una forma extraña que decía su abuela era un bebé.

Su madre algo cansada se sobaba el vientre hinchado, el padre del bebé como quien no quiere la cosa se fue de parranda con sus amigos celebrando que era varón, él por su parte con sus 16 años de vida veía que su padrastro no se tomaba en serio a su madre y hermanito.

—¿ cuando nace el mocoso mamá?

—¡ Kardia!—reprochó ella, doña Ágatha se rio, su nieto era tan ligero en su hablar.

—¡ Déjalo Agnes!—el muchacho sonreía feliz por la defensa—Kardia está entusiasmado por conocer cara a cara al pequeño Milo.

—así lo llamé—dijo el muchacho adoptando una postura tímida—¿ está mal?

Ella tomó su mano para posarla en su vientre, el bebé ante aquello brincó feliz, Kardia percibió que " Milo" intentaba correspondera su toque moviéndose incesantemente. Llegó a preguntarse si un bebé dentro del vientre materno podría experimentar felicidadante una caricia.

Apartó su mano para morderse el labio inferior ansioso. Nah, seguro era porque era la primera vez que él tocaba la barriga de su madre.

—a ti te responde—dijo la abuela-a mi casi no, peor a su padre, parece que cuando él toca, se queda quieto.

Kardia analizó esas palabras, su padrastro nunca le había caído bien, le parecía un aprovechado, un mujeriego y un pedante. Y algunas veces tuvo encontronazos con ese hombre llegando a los golpes.

—quizá porque percibe algo—dijo provocando que su progenitora frunciera el ceño.

Esa noche no tuvo sueño, ya eran la una de la madrugada y por más que se levantaba, daba vueltas en la cama no conciliaba el sueño.

Pensó en encender su pequeño equipo de sonido y colocar el cd de su banda favorita Scorpion cuya música le ayudaba en ciertos momentos en que se sentía de la patada o necesitaba tranquilidad según él, pero se abstuvo de hacerlo porque su madre necesitaba descansar tranquila sin bullicios.

La alegría del pequeño bebé que aún no nacía permanecía fresco en su mente, una sonrisa se formó en su rostro pues ideó su carita e incluso creyó que lo llamaba " hermano".

—aún no naces mocoso pero ya me tienes a la expectativa...

" Hermano..."

Sobresaltado miró a todos lados, no había niños en casa por lo que creyó que era parte de su imaginario... pero no... de nuevo la vocecita lo llamaba, para luego escuchar una risita.

" Soy Milo, hermano"

Admirado observó como una figurita vestida con pantalones oscuros y una camisa roja con un escorpion bordado en su pecho sostenía una manzana. Quizá el echo de no poder dormir ya le estaba haciendo que viera cosas irreales, pero se veía tan real.

Su mismo color de cabello, tez y ojos pero la sonrisa era más pícara y traviesa sin duda sería un terremoto en su vida.

Lo invitaba a seguirlo, Kardia se estregó los ojos para mirar bien, pero él seguía sonriente con la bendita manzana en la mano.

" Atrápame"-dicho esto salió corriendo por el pasillo.

Sin zapatos y sin camisa salió detrás de la imagen de ese niño que prometía sería su hermano en un futuro, pero cuando llegó a la sala se topó con las voces de su madre y padrastro que discutían porque él había llegado ebrio y con pintalabios en su camisa y rostro.

Adolescencia e ilusiones. Temporada II " Pequeños" ©Where stories live. Discover now