Hola :3
Realmente extrañaba estar aquí, pero regresé con otro capítulo espero les guste.
Dedicado a todas las bellas personas que siguen esta historia n.n
o-o-o-o-o-o-o-o-o-o
—¡HERMANOOOOOO!
Aioros rodó los ojos mientras terminaba de secarse su corto cabello castaño, esa vocecita pícara algo planeaba.
—¿ terminaste de secar los platos?—preguntó para sacárselo de encima, adoraba a su hermanito, pero con lo diablito que era ya hasta miedo le tenía.
El puberto amplificó su sonrisa de terror, se miró los dedos mientras se los contaba. Un ruido ensordecedor se oyó desde la cocina, Aioros casi se muere porque le pareció oír que una olla rodaba en el suelo para acto seguido escuchar una maldición en un perfecto español.
—¿ Aioria...?—al muchacho le menguaba la sonrisa por la expresión de ultratumba de su hermano mayor—¡ no me digas que engañaste a papá y dejaste a Shura haciendo tus tareas hogareñas!
—etto.
—¿ Aioria?—se cruzó de brazos—te estás pasando en tus bromas y chistecitos. Uno de estos días papá te pillará y te dará una buena paliza y ni El Cid te salvará.
—lo hice por una buena causa—se defendió haciendo un adorable puchero—malagradecido—dijo antes de sacarle la lengua e irse de vuelta a la cocina.
En la cocina.
Shura impecable en su aspecto siempre, ahora era un desastre adolescente, nervioso recogía una olla y varias cucharas que sin querer se le rodaron desde el lavadero hasta el piso recientemente barrido y trapeado. Los adultos de la casa no estaban, quedándose a cargo de la misma Aioros que según supervisaría que Aioria haría su parte de las tareas caseras, pero el guapo arquero se puso a ejercitarse en su lugarcito olvidándose que su hermanito estrella haría de las suyas.
—por tu culpa mi hermano me cree que soy un vago—apostrofó el castaño menor entrando a la cocina, Shura frunció el ceño.
—me prometiste que no dirías nada...—acusó el joven pelinegro dándole con una cuchara—¿ donde guardan los platos?
Le señaló los anaqueles de la parte superior, ni corto ni perezoso Shura los colocó por orden y tamaño mientras Aioria guardaba el lavavajillas y revisaba que las hornillas estén apagadas. Ninguno se había dado cuenta que el mayor los observaba sin decir nada apoyado en el umbral de la puerta de la cocina.
—ya termi...—por poco se da contra la puerta de otro anaquel al ver a su amor platónico hechizarlo con esa mirada de océano y con una camisa de mangas cortas negra que resaltaba su piel morena—es-essss-ttttee
Shura gageando era una diversión para Aioria, Aioros se preocupó por el estado y palidez del jovencito, que sin dudarlo se acercó para ver si podía hacer algo. Shura no sabía donde escabullirse, veía los dedos del dueño de sus suspiros tan cerca de su rostro que con la mirada pedía auxilio al menor de los hermanos, más este malicioso se alzó de hombros.
—e-es-ppppe-ra—el tartamudeo era imposible de quitar—¡ una rata!—no tuvo más remedio que decir eso para distraerlo y huir maldiciéndose por su timidez.
—¿ donde?—alcanzó a rozar su mentón para voltearse a mirar a todos lados, Aioria valiente tomó una escoba—¡ Shura!
—te vio la cara de tonto hermano—consoló el león—¡ le gustas y mucho!
—lo sé—murmuró desconsolado para segundos después mudar su expresión—es la ultima vez que me haces esto Aioria—furioso increpó al puberto que se encogió en su sitio—si no quieres que cancele mi promesa de llevarte a Orlando...
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Adolescencia e ilusiones. Temporada II " Pequeños" ©
FanfictionLa adolescencia de nuestro bellos nenes llegó y con ellas muchas situaciones algunas cómicas, otras dramáticas y los abuelos seguirán consintiendo a los pubertos. Sin embargo no todo será de colores para el pre-adolescente Camus que verá su vida alt...