»Capitulo 4

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Esta historia no es mía, es una adaptación de la novela "SIMPLEMENTE IRRESISTIBLE" de Rachel Gibson. Todos los créditos para ella.

disfruten de la lectura :)

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Lauren miró la servilleta doblada al lado del tenedor y negó con la cabeza. No sabía qué se suponía que era, si un sombrero, un barco o algún tipo de gorro. Pero como Camila le había informado que había decorado la mesa basándose en la guerra de secesión suponía que sería un sombrero. También había colocado flores amarillas y blancas en dos botellas de cerveza vacías. En medio de la mesa había extendido una fina capa de arena y conchas rotas entre las cuatro herraduras de la suerte que Ernie solía tener colgadas en la chimenea de piedra. Lauren no creía que a Ernie le importara, pero por qué Camila había puesto toda esa mierda encima de la mesa escapaba a su comprensión.

—¿Quieres un poco de mantequilla?

Lauren miró a los seductores ojos marrones del otro lado de la mesa y se metió un bocado de tortitas con caramelo en la boca. Camila Cabello sería una coqueta incorregible, pero era una magnifica cocinera.

—No.

—¿Qué tal la ducha? —le preguntó, dirigiéndole una sonrisa tan blanda como las tortitas que le había hecho.

Desde que la ojiverde se había sentado a la mesa diez minutos antes, Camila había hecho un gran esfuerzo para entablar conversación, pero Jauregui no estaba precisamente de un humor complaciente.

—Muy bien —contestó.

—¿Viven tus padres en Seattle?

—No.

—¿En Canadá?

—Sólo mi madre.

—¿Están divorciados?

—No. —El profundo escote de la bata negra atrajo su mirada como un imán.

—¿Dónde está tu padre? —le preguntó, mientras alcanzaba el zumo de naranja.

El escote se abrió todavía más, exponiendo el borde verde del sujetador y el suave montículo de piel morena y satinada.

—Murió cuando yo tenía cinco años.

—Lo siento. Sé cuánto duele perder a un padre. Perdí a los míos cuando era muy joven.

Lauren levantó la mirada a su cara, impertérrita. Era bellísima. Curvilínea y suave, voluptuosa, hecha para hacer suspirar. Tenía las largas piernas bellamente formadas; era exactamente el tipo de mujer que le gustaba tener desnuda y en la cama. Ya había aceptado el hecho de que no podría acostarse con Camila. Eso no le molestaría si no fuera porque ella sólo «fingía» que no podía mantener alejadas de Lauren sus pequeñas y cálidas manos. Cuando le había dicho que no podían hacer el amor, su boquita había emitido un gemido de decepción, pero sus ojos habían chispeado de alivio.

De hecho, nunca había visto tal alivio en la cara de una mujer.

—Fue en un accidente de barco —lo informó como si la pelinegra le hubiera preguntado. Bebió un sorbo de zumo de naranja y después añadió—: en la costa de Florida.

Lauren tomó un poco de bacón, después se sirvió el café. Gustaba a las mujeres. Se morían por darle sus números de teléfono y meterle la ropa interior en los bolsillos. Las mujeres no miraban a Lauren como si mantener relaciones sexuales con ella fuera algo similar a que las abrieran en canal.

—Fue un milagro que no estuviera con ellos. Mis padres odiaban no llevarme con ellos, por supuesto, pero yo tenía la varicela. Me habían dejado a regañadientes con mi abuela, Mercedes Estrabao. Recuerdo...

Simply Irresistible » Camren.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora