Capitulo 1

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Vivir en un país distinto al que nació y creció, hablar un idioma diferente y con costumbres y reglas distintas a las que estaba habituada, no había sido mayor problema para Alma, pero los últimos acontecimientos la habían llevado a cuestionarse si la decisión de venir a EE.UU era la correcta.

Llego al país con una excelente propuesta de trabajo, en una de las mejores empresas de moda, que tenia sucursales en toda Europa y Latinoamerica, fue su primer trabajo después de egresar y fue ascendiendo hasta que conoció a una de las mujeres mas importante de la empresa y fue ella quien le ofreció la gran oportunidad de trabajar en EE.UU. Fue una de los días mas felices de su vida y también el mas triste, tendría que alejarse de su amado país y de la única familia que le quedaba, su hermano Franco, nueve años mayor que ella, excelente abogado y con el logos en su frente de "eternamente soltero". Cuando le contó a Franco la propuesta el le brindo todo su apoyo, aunque sabía ella sabia el tremendo esfuerzo que era para su hermano dejarla ir después de estar bajo su protección durante tantos años, después que sucedió aquello...

No dudo en hacer sus maletas y aceptar el trabajo, y al cabo de una semana ya estaba instalada en un hermoso departamento en el centro de Nueva York, trabajaría codo a codo con el Gerente de Publicidad. Era un sueño hecho realidad, y ni decir del estratosférico sueldo que recibía, estaba feliz y no tuvo problemas en adaptarse ni comunicarse, hablaba perfectamente el Inglés. El grupo de trabajo era excelente, desde el primer momento la hicieron parte del equipo.

Hasta ahí todo iba bien, hasta que su jefa se retiro por motivos personales y asumió el sobrino del dueño de la empresa, de eso ya había pasado un mes, y fue entonces cuando ella empezó a incomodarse por la demasiada atención de su Jefe, no era lo que le decía sino como lo decía, la forma de mirarla y de acercarse a ella cada vez que le hablaba.

Miro su reloj, faltaban cinco minutos para salir a almorzar. Sacudió su cabeza alejando los malos pensamientos que la invadían, y resolvió no hacerles caso, ella era por naturaleza una mujer optimista y alegre, disfrutaba de las cosas simples de la vida. No permitiría que nada le hiciera renunciar a lo que había logrado a base de trabajo y esfuerzo, jamás había pisoteado a nadie ni utilizó otros "métodos" para surgir en lo profesional.

Recordó que era viernes, hoy iría al Club a desestresarse. Le encantaba bailar y cantar, tenía su lado "artístico" como le decía su hermano cuando la molestaba, aunque el reconocía que lo hacia realmente bien, llevaba el ritmo en la sangre. Se levantó de su escritorio, tomó su cartera y salió de su oficina.

        Matthew Donovan caminaba por el pasillo que daba al ascensor para ir a la planta baja, cuando la vio aparecer. Era la mujer mas bella que había conocido, de la cabeza a los pies. Tenía el pelo castaño larguísimo que parecía flotar en su espalda, lo llevaba casi siempre suelto, sus ojos verdes oscuros, su piel bronceada y cuerpo curvilíneo, solo verla le provocaba desnudarla y tener sexo con ella. Definitivamente destacaba donde fuese, no solo por su belleza e inteligencia, sino también por esa sensualidad que tenia al moverse, cautivaba a todo aquel que se le acercaba, aun las mujeres de la empresa, lejos de envidiarla y rechazarla, se convertían en sus aliadas. Trataba a todos con respetuosa familiaridad, formando un ambiente de trabajo eficiente y comprometido.

        Ella se había convertido en su reto personal, estaba acostumbrado a tener a la mujer que quería, y ella jamás le había correspondido a ninguna de sus invitaciones o cuidadas insinuaciones. Se sentía frustrado, no podía entender el rechazo de ella, su cargo y posición en la empresa lo hacían un blanco constante de mujeres jóvenes y guapas,

"Quizás se esta haciendo la difícil", pensó.  Llego al lado de ella antes de que subiera al ascensor.

"Ay, no", pensó Alma.

Justo encontrarse con su jefe, llevaba semanas evitando cualquier contacto personal con el fuera del trabajo, jamás se quedaba a solas con Matthew ya que quería evitar cualquier insinuación de el, realmente la incomodaba.

- "Hola, Alma" ,- la saludo - "No te vi en toda la mañana, me imagino que estabas trabajando en el próximo lanzamiento de la nueva colección"-

- "Hola Sr. Donovan" - respondió.

- "Querida, te he pedido miles de veces que me llames Matt, como la mayoría de mis cercanos"- Alma lo miró y no dijo nada. Subieron al ascensor y Alma comenzó a temblar, tuvo leves recuerdos de.... y ahora estaba sola con el en el ascensor. Mentalmente se regaño y se mantuvo en una actitud defensiva.

- "Me imagino que vas a almorzar.... ¿vamos juntos? te invito a un lugar excelente que esta en el centro, te encantará"-

- "Lo siento mucho, Sr. Donovan, iré con Elizabeth a almorzar, pero gracias por su invitación"-

- "Puedes cancelarla, Elizabeth entenderá"- le guiño un ojo sonriendo- "Además llevas un mes almorzando con ella todos los días, si no vas hoy no creo que se enoje".-

         Alma lo miró extrañada y un poco molesta por la información que el manejaba, se preguntaba como sabía con quien ella salia y lo que hacia.

- "Lo siento, pero no, quede con unos amigos y Elizabeth"-

- "Amigos... mmm, entonces si no te molesta me encantaría acompañarlos"- dijo Matthew

- "Mire, Sr. Donovan, no creo que el lugar donde vamos sea de su agrado, además se sentiría incomodo, que tenga buena tarde"- respondió cortante.

        Se abrió el ascensor y salio raudamente, de lejos vio a Elizabeth que la esperaba en la puerta principal. Camino rápidamente, no quería correr el riesgo de que ese hombre la siguiera e insistiera en acompañarlas. Elizabeth la vio y sonrió, pero al ver el rostro de Alma cambio su expresión, la miro preocupada y se acerco.

- "Te sucede algo, Alma, estas pálida"-

- "Vámonos, Beth en el auto se cuento" - respondió.

        Se dirigieron al estacionamiento y se acomodaron en el auto de Alma, y se encaminaron.

- "Ahora cuéntame que sucedió, venias como alma que lleva el diablo"-

- "uff, lo lamento Beth, perdona por prácticamente arrastrarte al auto, nuevamente ese hombre me invito y le dije que no porque había quedado contigo y extrañamente me soltó que tu no te enojarías ya que llevábamos saliendo juntas a almorzar hace un mes"-

- "¿Y como lo supo? es verdad que en la empresa todo se sabe pero eso es como si te estuviera vigilando"-

- "eso fue lo que pensé... además cuando lo rechace me dijo que quería acompañarnos"-

- "Queeee!!!! de verdad?? ese tipo esta obsesionadísimo contigo" - bufo Beth.

        

AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora