Capítulo 1

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Aquella noche de luna llena era una noche muy especial, era 14 de Junio del año 2014,  los miembros de la familia Mathway hablaban tranquilamente sentados en el sofá de la sala principal. En aquella sala charlaban tres personas, la madre Marisa Mathway de aproximadamente 42 años, el padre Ádrian de 47 años, y la hija  Lisa Mathway que recién cumplidos tenía sus 13 años. Hablaban sobre a donde irian en esas vacaciones de verano.

- Podríamos ir a Estados Unidos, allí hay muchas cosas que visitar -propuso Marisa.

- Si, además como en parte vamos a celebrar mi cumpleaños alli podriamos irnos de “shopping” , sería un regalo fantástico -dijo Lisa entusiasmandose.

- Si, pero primero tenemos que buscar hotel, hacer las maletas… y lo más importante, fijar una fecha -recordó Ádrian.

- De eso ya nos encargaremos mañana, y ahora venga a la cama, que es tarde.

- Vale, buenas noches -se despidió Lisa.

- Buenas noches -respondieron los padres.

Cuando Lisa se fué los padres siguieron hablando del viaje.

- Es muy buena opción la de ir a Estados Unidos, allí tendría muy buena opción de aprender Inglés, es un idioma que le puede venir muy bien -razonó el padre.

- Si, pero no me gusta viajar tan lejos, piensalo vivimos en Barcelona, tendríamos que viajar muchas horas para llegar a Estados Unido -se quejó la mujer.

- Ya, pero si lo piensas de otra manera podremos aprender mucho, no solo de su cultura o de su idioma. Por esa razón me gusta viajar, para aprender lo que no sé.

- Si, bueno, sería una buena opción -dijo Marisa seguido de un bostezo- ya hablaremos de eso mañana, ahora me voy a la cama. Buenas noches, y no te acuestes tarde mañana tenemos muchas cosas de las que hablar.

- Si, vale.

Ádrian se quedó un rato más pensando en cómo sería vivir en Estados Unidos, es decir, vivir en una ciudad con ciudadanos muy ricos. Lo que estaba claro es que de ese 14 de Junio al día  que se irían a Estados Unidos tenían que ahorrar en todo lo que pudieran, porque Estado Unidos  no es un lugar nada barato. Un rato después Ádrian se fue a la cama, porque al dia siguiente le esperaba un día muy duro.

 

A la mañana siguiente les despertó el teléfono de la casa, Marisa fué a mirar quien era, y al ver que era alguien del trabajo de Ádrian fue a la habitación a darle el teléfono.

- Si, ¿quién es?

- Hola Ádrian, soy Juan.

- Si dime.

- Te llamo para decirte que has sido trasladado a  Los Ángeles.

- ¡Que!

- Como lo oyes, pero no te alarmes, es sólo un día, el 21 de Julio.

- Y, ¿por qué yo?, ¿que tengo que hacer?, ¿cómo voy a ir?

- Tu no te preocupes, hemos acomodado todo a tu disposición, un avión privado te esperara a ti y a tu familia el día 19 de Julio a las diez de la mañana. Allí te llevaran a un hotel, pasarás allí dos semanas y luego otro avión privado irá a recogeros y os traerá.

- Y no puede ir otr a persona o que se cambie la fecha.

- No, tienes que ser tú, y ahora adiós, tengo una reunión.

Ádrian fue a contarle todo a Marisa, que al oírlo se quedó de piedra. La parte positiva era que no pagaban nada de nada, pero ir solo a Los Ángeles dos semanas; no les parecía buena idea. Ya que tenian más probabilidades de perderse en Los Ángeles y entonces decidieron ir los tres juntos. Un momento después Lisa  bajaba las escaleras medio dormida. Se había despertado por el escándalo del viaje. Aun medio dormida dijo:

- ¿Qué pasa con el teléfono?

- Hija tenemos una noticia que darte -dijo el padre cambiando la expresión de la cara.

- ¿Que pasa?, no me asustes.

- Tenemos que hacer un viaje de dos semanas a Los Ángeles.

- Y por eso estáis tan serios, -dijo con una carcajada- es fantástico, siempre e querido ir a Los Ángeles, aquí ya estoy muy aburrida.

- ¿Por que estas aburrida?

- Mama, tengo 12 años, y nunca en en mi vida he ido a una escuela en la que haya estado más de un mes, no tengo amigos, y ahora viene una chica a casa a darme clase a casa. Por mi como si nos quedamos allí a vivir -dijo con un toque irónico en la voz, que al parecer los padres no habían oído.

- Si, yo tambien e estado pensando en vivir en Los Ángeles -dijo Marisa dirigiéndose a Ádrian- tú podrías trabajar en el ordenador como hacías hasta ahora, yo cuidaría de la casa y Lisa podría ir a una escuela en condiciones, para hacer nuevos amigos. ¿Qué te parece?

- Si, teneis razon, y si todo esta pasando como me decis, Lisa, te debo una disculpa por no haberte dejado relacionarte con otras personas -dijo el padre arrepentido.

- No pasa nada papá -dijo Lisa mientras una amplia sonrisa se le formaba en los labios.

- Pues decidido, ¡nos mudamos a Los Ángeles!

- Que bien, ¡voy a hacer las maletas de mi ropa!

- Si, yo también deberia ir a recoger algunas cosillas -dijo Ádrian.

- Pero Lisa, ¿no quieres desayunar hoy? -preguntó Marisa irónicamente.

- Huy si, se me había olvidado, con lo que me habéis contado se me a pasado.

- Que cabeza la tuya -se rió Marisa.

Cronicas de las sombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora