El rejoj del barrio estaba sonando, eran las doce del mediodía y Clara estaba peleando con su novio Isaac, que años atrás había amado con todo su corazón, pero eso había cambiado con la llegada de Zack a su vida.
Él era todo lo que Clara había soñado en su vida, la quería tal y como era, le decía lo guapa que estaba cada mañana, en cambio, Isaac nunca la había querido tanto como ella a él y todo eso se fue acumulando durante todos estos años.
Ella sabía que el motivo de su pelea era él, porque Isaac lo notaba en sus ojos y ella sabía lo que pasaba, él no la quería dejar marchar, pero ella ya no lo quería a él, ahora se sentía muy atraída por Zack, pero todo eso había empezado hacía unas semanas con la llegada de Zack a su vida.
Aquella mañana hacía unas semanas, cuando Clara iba a trabajar se chocó con alguien.
-Perdone, ¿le he hecho daño?.- dijo una voz masculina
-Oh no, perdóneme usted a mí, no iba mirando.- dijo Clara al ver al hombre.
-Hola, me llamo Zack y soy nuevo aquí, estaba buscando la agencia de hoteles, ¿sabes por dónde se va?
-Yo soy Clara, y mire usted que suerte, pues yo trabajo allí e iba para allá.
-Mira que coincidencia, pero me puedes tratar de tú.- dijo él con tono amable.
Vale, si quieres te acompaño.- dijo Clara.
-Vale, vámonos.- dijo él con tono de agradecimiento.
Por el camino hacia la agencia Clara y Zack estuvieron hablando y vieron que les gustaban las mismas cosas, desde el primer momento conectaron y empezaron a quedar a la salida del trabajo, como amigos, aunque ambos se sentían atraídos el uno del otro.
