Capitulo 10

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-Gracias otra vez por acompañarme. Mis padres no dejaban de decirme que viniera con alguien por que era de noche, otra ciudad, y demás.-Dijo rodando los ojos.

-No te preocupes, enserio. A nosotros no nos importa.-Dijo Jorge.

De camino a su apartamento no dejamos de hablar y de reír, además de planear ir a la playa al día siguiente.

-Abril, ven-Dijo Dani. Yo estaba delante con Bea, a la cual miré y ella me guiñó el ojo.

-Dime.-Dije poniéndome a su lado.

-Quería compañía.-Río.

-Anda que no tienes.-Dije señalando con la mirada a Jorge y a Bea.

-Bueno, pues, quería tu compañía.-Dijo mirando al cielo.

Sentí como mis mejillas cogían color y ardían. Intenté que no se notará mucho, pero creo que fue imposible, ya que él empezó a reírse.

Empezamos a hablar, de un momento a otro, pasó su brazo por mis hombros. Él hablaba como si nada, pero yo por dentro no pude dejar de sentir una estampida de mariposas. Mi cabeza empezó a rezar por que todas las noches, Tanía quisiera que la acompañáramos, y fueran así.

-¿Sabes? Jesús tiene suerte.

-¿Porque?

-Porque te tiene cerca. Vivís en la misma cuidad, estáis en el mismo grupo de amigos,... Sí, tiene suerte.

-Tonterías todo.-Reí.

-Si yo fuera Jesús, también me hubiera fijado en ti, pero no sería tan callado como él. ¿Desde cuando os conocéis?

-Pues llevamos siendo amigos... unos cinco años.

-Entonce si yo fuera él llevaríamos juntos dos años.-Di una carcajada a la cual él me miró y alzó una ceja.

-Estas loco.

-Puede ser. Pero sería así, lastima.

-¿Y porque no lo puede ser igual?

Justo cuando me di cuenta de lo que dije, él me miró, quitó su brazo separándose de mí y se quedó perplejo.

-Yo... No quería decir eso. Yo... me voy, buenas noches.

Y sí, salí corriendo de ahí. Muerta de la vergüenza y odiándome a mí misma.

¿Porqué debí decir eso? ¿Porque no me callé? ¿Porque pensé antes de hablar?

Mi móvil vibro y recé para que no fuera él, por suerte no lo era, era Bea, pidiéndome que saliera, estaba fuera.

-¿Qué ha pasado?-Dijo una vez salí.

-Yo... Dios, que vergüenza tía.

Le conté todo lo que pasó, desde que dejamos a Tania hasta ahora, y ella rió impresionada.

-¿Qué he hecho?-Dije tocándome la cabeza.

-Has hecho bien, enserio. Al igual que él te la dado indirectas con las de Jesús, tú le has dado una directa. No te preocupes.

-Pero, ¿Y si mañana no esta igual que siempre? ¿Y si en verdad él no quería escuchar eso? Seguro que la he cagado, como siempre.

-Deja tus peros. Si no quisiera escuchar eso, no te habría dicho nada de lo anterior, ¿Esta bien? Mira, mañana habla con él, ¿Vale?

-Esta bien. Gracias.-Nos abrazamos, ella se fue a su parcela y yo volví a la mía.




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⏰ Última actualización: Apr 26, 2019 ⏰

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