-Abril, venga levanta ya. Son las seis y media.
-En estos momentos la persona a la que ha llamado no está disponible, deje un mensaje si quiere tras el pip, gracias.
-Venga.-Ríe.
Abro los ojos. Me he echado una siesta en la caravana, a las cuatro me he tumbado hasta ahora, no está mal.
La caravana no es muy grande, para cuatro está bien.
Cuando abres la puerta hay una cortina de canutillo, así impedimos que entren los bichos. A la parte de la izquierda hay una pequeña cocina, con un pequeño fregadero y algunos fuegos para cocinar, aunque no lo usamos a penas. Al lado hay un pequeño baño. Tiene un espejo de estos que tienen armarios. Y abajo un váter portátil.
Al lado de este hay una cama que si la abres se convierte en una de matrimonio, y arriba una otra cama, es una litera.
Delante de la litera hay una tele. Y un armario para poner la ropa. Y al final de la caravana, hay una cama de matrimonio, que si la cierras es una mesa.•
-Bueno, ¿Y qué hacemos?-Le pregunto a Dani.
Hemos ido al bar que hay aquí. Es el único lugar donde podemos estar cómodos y coges mucho wifi.
-Vamos a llamar a una amiga, de llama Carmen. Tiene un problema, y bueno, no sé qué hacer.
-Entiendo. Esta bien.Entra en contactos y busca el nombre de ella. Pensaba que haríamos algo diferente, pero bueno, que se le va a hacer.
-¿Dani?
-Hola Carmen. Estás en altavoz. Estoy con Abril, vamos a ver si entre los dos te podemos ayudar.
-Vaya, la famosa Abril, tenía ganas de conocerte, Dani habla mucho de...
-Vale Carmen, ya esta.-Ríe él nervioso.-Cuentanos tu problema.
Mi corazón ahora mismo está haciendo una fiesta. Qué Carmen sepa quién soy, significa que habla de mí. No pensé que a sus amigos les hablará de mi.
-Veréis, hay un chico que me gusta. Y mañana voy a quedar con él. Él no sabe que me gusta, pero tampoco quiero hacerlo notar, no quiero parecer una desesperada o algo.
-Te entiendo, me pasa.-Dani me mira.-Quiero decir, que sé lo que dices.
Hablamos durante casi una hora de como debería ir, que hacer y todo.
-Gracias Abril.
-Oye, ¿Y yo que? También he ayudado.
-Sí bueno.-Nosotras reímos.
-Adiós Carmen, hasta otra.•
-Eres increíble.
-¿Yo, porque?-Siento como mis mejillas arden y cogen color.
-Yo no le habría podido ayudar tanto.
-Lo habría hecho cualquiera.
-Sabía que lo harías genial.
-Puedes contar conmigo para lo que quieras.
-Abril, quiero decirte algo, pero no sé cómo.
-Por el principio.-Sonrío y él ríe.
ESTÁS LEYENDO
Tu segunda opción
RomanceAbril Rodríguez, 17 años, vive en Castellón. Le apasiona leer libros, escuchar música y bueno, todo lo que a todo adolescente le gusta. Cómo toda chica, busca a su amor verdadero, pero, no resulta tan fácil como a ella le gustaría. Hace unos años, s...