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Dormí como una roca, cuando desperté noté que la ventana estaba cerrada «Debió ser el abuelo», pensé y bostecé: Me sentía realmente bien y descansado. Me libré de las sábanas y me dirigí al baño. Por error entré al cuarto, supongo que de invitados, noté que estaba limpio y arreglado, tenía unos hermosos cuadros en sus paredes ¿en serio todo esto lo hacía el abuelo? Vaya. Salí de la habitación y me dirigí a la puerta de la derecha, sí, era ahí.
Me preparé mentalmente para enfrentarme a mí mismo y avancé hacia el espejo, justo arriba del lavamanos: estaba pálido, mi cabello cobrizo era un desastre; mis ojos cafés lucían pequeños, descansados. Mis ojeras eran tenues, ¿desde cuando no me veía al espejo? Bostecé nuevamente. Lavé mis dientes y mi cara, mis cejas pobladas también lucían alborotadas. Analicé un poco más mi rostro, «Pudo ser peor», me dije asistiendo. Sonreí, ni yo me entendía.
Bajé las escaleras con pasos energéticos, que estaban a la izquierda de la cocina, así que, al pie, me quedé contemplando a mi abuelo: preparaba el desayuno.
—¡Buen día, Tyler! —me saludó evidentemente feliz—¿Qué tal dormiste? — preguntó sacando un pan de la despensa —.
—Buen día, abuelo. De maravillas, dormí como una roca —le devolví la sonrisa, intercambiar sonrisas con el abuelo era genial —.
—Vaya, eso está muy bien ¿energético? —replicó, untándole al pan lo que parecía el restante de una mermelada rara —.
—No más que tú —Contesté mirando lo que hacía —.
Notó mi mirada en su trabajo y se ruborizó —Verás... —me dijo —No solemos comer mucho pan con mermelada en Bigfork, esto es un poco que me quedaba y... — yo reía por dentro, mi abuelo debía desayunar tocino y huevos, era obvio —.
—Descuida, abuelo, iré al supermercado ¿vale? —le dije vacilante, sentándome el taburete de la cocina—.
—Sí, perfecto, te dejaré en Electric Avenue, porque, se presentó algo de último momento en la carpintería, nada del otro mundo. Iré con... —.
—¿Listo, Bob? —Interrumpió una voz, sonaba un poco gruesa, sexy, automáticamente giré la cabeza a la derecha, hacia la puerta trasera. Casi me atraganto: Era un chico, yo diría de unos 18, su piel tenía un bronceado natural, miraba al abuelo expectante con unos ojos verdes brillantes —.
—Ah, de hecho No. Él es mi nieto Tyler. Tyler, él es Bradley —Dijo el abuelo sorbiendo un trago de café —Mi aprendiz de carpintería —.
Asentí educadamente con un breve sonrisa, él me miró, asintió y se acercó; me estrechó la mano ¿aún se saluda así en 2019? Sus manos eran duras, se notaba que trabajaba duro. Sentí un estremecimiento. Inmediatamente me giré al sándwich e inconscientemente me pasé la mano por el pelo.
—Bueno, Tyler, avísame cuando estés listo para irnos —Me dijo el abuelo —.
¿Irnos? ¿A dónde? Ah, las compras. Asentí y bebí café para apurar la comida, me levanté, con piernas flaqueantes deposité el plato en el fregadero y me dirigí a las escaleras. Casi me caigo pero conseguí llegara arriba.
«¿Qué demonios pasa conmigo?», me pregunté. ¿Fue eso un ataque de pánico o algo así? Dios, entré a la habitación... Rayos, ayer no desempaqué. Tomé la maleta más pequeña y extraje unos jeans y mi remera azul. Opté por mis Nikes negros y fui a la ducha.
Ya vestido, tomé mi teléfono y la chaqueta de rayas. Me dirigí a las escaleras.
El abuelo estaba sentado en un taburete, hacía Zapping frente a una pantalla plana que colgaba en la cocina encima de la despensa, no sabía que estaba ahí.
—Listo —Le dije al abuelo, me quedé al pie de la escalera ¿por qué siempre me quedaba al pie de la escalera? —.
El abuelo se giró hacia mí y asintió, acto seguido nos dirigimos a la puerta principal —.
Bradley calentaba el motor de la camioneta, quería a toda costa evitar otro estúpido ataque de ansiedad, así que me dirigí al asiento trasero con la vista puesta en el móvil.
Ya en el asiento, me coloqué los audífonos, puse un poco de Panic! at the disco, y abrí el chat de mi tía: tenía un mensaje de ayer, 20 de abril.
ESPERO QUE ESTÉS BIEN,
CREÍ QUE ME LLAMARÍAS,
PERO ENTIENDO QUE QUIZÁ ESTUVIERAS CANSADO.
¿QUÉ TAL BIGFORK? :)
Sonreí, y le respondí.
ESTOY BIEN,
LO OLVIDÉ, LO SIENTO.
EL VIAJE FUE AGOTADOR.
IRÉ AL SUPERMERCADO
Y LUEGO HAREMOS VIDEOLLAMADA.
BIGFORK ES GENIAL.
Toqué «enviar» y en ese momento, mi abuelo subió de copiloto ¿Bradley manejaría?
Sí, efectivamente manejó él, Electric Avenue no estaba tan lejos, más o menos 8 cuadras. Bajé de la camioneta.
—Divierte en las tiendas y ya me llamarás para recogerte ¿sí?, Por cierto, una sorpresa viene en camino —Me dijo el abuelo, Bradley me miraba desde el volante.
—Eh... Sí, vale —Le respondí al abuelo, un poco intrigado. Eché un último vistazo a Bradley y éste se rió. ¿Qué era tan gracioso? —.
La Electric Avenue estaba repleta de personas que compraban cosas de último momento para ir al lago, o nativos que hacían mercado. Realicé un plan mental que empezaba con el supermercado, crucé la calle y entré.
Opté por pan Bimbo, sabor mantequilla, delicioso. Sorpresivamente había muchas mermeladas para escoger, elegí una de fresa y otra de mora, una mantequilla de maní pequeña y un cereal froot loops. Compré algunos vegetales y unas costillas de ternera, sorprendería a mi abuelo con una rica cena. Por el momento, podría sobrevivir con eso, me gustaba hacer mercado constantemente, me sentía entretenido.
Compre un esmalte de uñas negro, amaba pintar mis uñas, la vendedora me miró extrañada. «Qué», quise preguntarle, pero me contuve. Paseé por algunos restaurantes, y a decir verdad, todos los menús ofrecían lo mismo: Carne de cerdo o ternera, con aderezo de cerdo o res, con una pizca de pollo con pavo; Bah, no es que odiara la carne, es que en Seattle solíamos comer más que todo vegetales y hortalizas. Mi tarjeta de débito debió mirarme con cara de pocos amigos cuando me compré además de todo, un Capuccino y una tarta de manzana. Podía permitírmelo, mi tía era socia de un reconocido edificio de contadores públicos.
•••
De regreso a casa, bajé del auto con las bolsas de compra, el abuelo me ayudó con algunas, después de que rechacé la ayuda de Bradley... Agh, era tan pesado. Abrí la puerta.
—¡SORPRESA! — gritó una chica rubia y baja, me recibió con brazos extendidos, me tomó un momento darme cuenta que era mi prima de infancia: Avax.

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Amor de atardecer
RomanceTyler ha estado en una constante búsqueda, de quién realmente es y cuál es su posición en el mundo. Sin amigos, mortalmente aburrido y tras un lapso escolar sobresaliente, decide ir a Bigfork a pasar las vacaciones de verano con su Abuelo. Obseso...