Era fin de semana, y como de costumbre Tamaki pasaba el tiempo dentro de casa, a veces para estudiar o hacer tareas, otras para entrenar o sólo pasar el rato.
No recordaba como llegó a esa situación, ni lo último que hizo antes, pero se encontraba en el sofá de la sala recargado al cuerpo de cierto amigo de la infancia que centraba su atención en la película que se transmitía en la pantalla frente a ellos.
Aunque la película parecía interesante Tamaki prefirió observar a su acompañante. Estaba muy cerca, podía escuchar su respiración y sentir de nuevo lo cálido que el rubio podía ser cuando se acercaba lo suficiente. Bendito el momento en que sus manos se entrelazaron, aún si no lo recordaba, pues nada podía hacerle más felíz.
No tenía la valentía de moverse o decir nada, sólo trataba de disfrutar la presencia de su amigo y amor secreto desde que entraron a la UA. Tanto se distrajo en él que ni siquiera escuchó lo que le dijo.
— ¿Qué?...
— ¿No me estás escuchando? — Habló tomando con sus dos manos las mejillas de Tamaki, quien estaba tan nervioso que antes que contestar comenzaba a temblar y sonrojarse sin control alguno.
— Lo siento — Susurró a penas de forma entendible.
Y ahí estaba; esa hermosa sonrisa llena de optimismo que le hizo enamorarse de Mirio. Para su desgracia la hermosa sonrisa lo vislumbraba tanto que no pudo formular ninguna palabra coherente, lo que le hizo avergonzarse aún más.
— ¿No te gusta la película, verdad? Sabía que no era la mejor opción. ¿Quieres hacer otra cosa? — Comentó el rubio, pero el otro chico no contestó. Luchaba con esa sonrisa que aún tenía un algo que no le permitía pensar.
»Me prometí nunca decirte lo que realmente quiero.«
Respondía en su cabeza mientras su cuerpo se tensaba, tenía esperanzas en seguir actuando como si su corazón nunca le hubiera obligado a enamorarse, pero cada vez era más difícil.— Necesitas relajarte... — Mirio habló de nuevo. Sus manos recorrieron la frente del menor para retirar algunos mechones de cabello, antes de acercarse y plantar sus labios sobre los ajenos.
Tamaki se apartó de golpe, no estaba asustado, de hecho llevaba deseando algo así desde hace tiempo, pero estaba tan sorprendido que no lo creía.
— Todo estará bien — Susurró antes de volver a besarlo, esta vez con un toque más de osadía.
»Esto no puede ser real«
Se repetía internamente, obviamente no desaprovechó la oportunidad para corresponder al beso con timidez y aferrarse a la ropa de Mirio, como si alguien más fuera a arrebatarselo en ese mismo instante. Cuando se separaron por la falta de aire, aún quedaba un pequeño hilo de saliva que unía sus bocas. Era todo muy extraño, casi podría decir que irreal, pero Amajiki amaba cada detalle; desde el sonrojo del muchacho frente a él hasta sentir al fin sus fuertes y gruesas manos acariciar su cuerpo.»No sabes cuanto esperé por esto«
Con a penas un pequeño y suave empujón el rubio ya estaba sobre su mejor amigo, quien desde que sintió los besos en su cuello y la mano de Togata muy cerca de su entrepierna trataba de evitar a toda costa emitir algún sonido "vergonzoso". Nunca pensó que su voz cambiara tanto si se dejaba llevar.
— Me encantas, Tama
¿Ahora lo llamaba por su apodo? Cada vez era mejor, aún si la ropa comenzaba a ser molesta Mirio resolvió el problema frotando su cuerpo en el contrario para producir placer en ambos. No entendía como podía sentirse tan bien algo tan simple como eso, pero estaba ocurriendo y no lo cambiaría por nada más.
En cualquier momento el corazón de Tamaki explotaría por la mezcla de emociones en ese momento. Los roces sumados a la reciente adrenalina producida por el miedo de que alguien los viera le hacían perder la razón.
Hasta este punto estaba tan dominando por el placer que comenzaba a moverse también y a pedir por más, jamás había experimentado algo así y no quería que acabara tan pronto.— M-Mirio... — Gimió algo alto. Para su desgracia en ese mismo instante despertó de golpe, la maldita alarma había comenzado a sonar. — No puede ser — Luego de apagar la alarma miró debajo de las sábanas muy avergonzado.
»¿Por qué incluso mi propia mente se burla de mí? Juega conmigo.«
¿Todo fue un sueño más? Porque no era la primer y seguro tampoco la última vez que despertaba con cierto problemita entre las piernas luego de soñar con su mejor amigo. Se sentía sucio, pues no dejaba de pensar en que todo eso era como traicionarlo de alguna forma.
Odiaba ser hombre, odiaba amar tanto a Mirio pero sobre todo odiaba tener miedo, como siempre, pero a diferencia de otras veces ahora tenía muchísimo que perder; una valiosa y larga amistad con la persona que más amaba en el mundo.
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˚✩Hola hermosuras ¿Qué tal?
Quizá sea un capítulo corto y con un final algo frustrante, pero me encanta el Miritama y aún hay posibilidad de continuar esta historia 👀
Dependerá tal vez de las personitas que lean esto
¿Les gustaría?
¡Agradezco mucho cada voto o comentario que gusten dejar!✨💕Gracias por leer 💕

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Odio amarte ♡MIRITAMA♡ Re-subida
FanfictionTamaki llevaba un tiempo lidiando con un horrible sentimiento llamado "amor". Él no lo veía como todo el mundo, llegó incluso a odiarlo porque lo confundía, terminaba por hacer y decir cosas que le hacían ver aún más torpe, mucho menos le dejaba pen...