¿Saben lo satisfactorio qué es tener una clase libre? Es maravilloso.
El bullicio me arrulla.
En estos días solo tengo deseo de dormir y dormir y dormir, pero siempre llega alguien a fastidiar como por ejemplo mi tía o Melanie.
Ash!
Desde que termino la clase de mates los murmullos empezaron, algunos van a "consolar" a mi ingenua compañera mientras las tres chifladas se burlan de ella.
Arrugo mi frente, ¿Porqué siempre tiene que ver personas que se burlen de las demás? Sin ese tipo de personas el mundo sería mejor sitio.
- Ya me quiero ir...
Y apenas va una hora querida.
Rayos!
Junto las piernas, mi vejiga exije ir al baño lo cual fastidia mi sueño y para colmo tengo que pedir permiso para ir.
Me levanto irritada.
Encamino mis pies hacia la jefa del salón pero antes tengo que poner en su lugar a unas cuantas idiotas que aún se siguen riendo.
- Hola.
Las tres se voltean en mi dirección, sus malditas risas se oyen desde mi lugar.
- Ah, hola Muss!
Repito lo que dijo en mi mente con una voz super fea y chillona, aborrezco que me llame así ni que fuera un postre.
- Podrían ya dejar de reírse?
Una de ellas habla, por cierto son Sara, Francis y Yeni, a que son buenos nombres para abusonas o talvez solo en mi caso.
- Siempre al grano, eh? Me agradas - Yeni me apunta con su dedo sonriente.
Le haho una mueca de desagrado.
- Qué tiene que nos reíamos? Es normal - Sara se excusa, la miro con ironía.
- Cuando se burlen y rían de tí ven y dime lo mismo - le digo enojada, pongo mi peso en un pie y luego en otro.
- Muss tranquila, solo déjalo...
Francis me mira de una forma que me hace querer darle un puntazo, recuerdan quién es, verdad? Es la misma chica de hace días que me pidió una tarea.
- Déjenlo ustedes.
Cuando termino de hablar todo el salón se queda en silencio, un silencio muy incómodo pues parece que alcé la voz y todos escucharon lo de "Déjenlo ustedes".
Más murmullos y por supuesto más chismes.
- Mira lo que hiciste? - Sara me apunta a todos nuestros compañeros hablando entre sí.
Me encojo de hombros.
- Perdón - les digo desinteresada mientras me alejo.
Una de ellas suspira.
Uy pero que pesadas!
- Jefa.
La chica con lentes (muy cliché lo sé, nunca falta) voltea en mi dirección, me pongo enfrente de ella.
- Dime Muscari.
Algo en mi ser se alegra, el hecho de que recordó mi nombre me hace un poco feliz.
- Necesito ir al baño.
- Ve entonces - se acomoda sus lentes sin quitarme la mirada.
Asiento.
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Muscari
Fiksi RemajaMuscari... ese es mi nombre, yo no conozco el amor o la felicidad que dan los padres porque nunca los tuve o al menos no los recuerdo. Mi compañera es la soledad y así estoy bien, mis padres antes de irse me dejaron cartas de lo que ello no pudieron...