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--¿Y qué hacemos ahora?-- pregunta con aburrimiento Renji cuando ya estamos fuera del instituto.

--Podríamos salir a comer algo-- sugiere Inoue.

--¿Una pizza está bien?-- le sigue Rukia empezando a caminar, siendo seguida por todos nosotros.

Los chicos empiezan a correr y se golpean entre ellos a modo de juego. De repente, escucho a Grimmjow maldecir y a Ichigo reír y burlarse. Al dirigir mi mirada a ellos me encuentro a Hirako mirando con seriedad al querubín por haber chocado con él.

--Hirako-- digo su nombre a modo de advertencia al saber como reaccionará.

--____-- suelta sorprendido y feliz de verme.

--No-- murmuro dando un paso hacia atrás cuando veo que quiere abrazarme.

Mis amigos ven todo con curiosidad y Hirako se da cuenta de ésto. Agacha la mirada, se despide con la mano y sin más se aleja.

--¿Qué con ese?-- pregunta Renji extrañado.

--Nada, vamos, tengo hambre-- suelto bostezando.

Llegamos hasta el centro de Karakura y buscamos un local que no esté tan lleno de gente. Una vez encontramos uno pedimos una mesa algo alejada y sin más esperamos a que Rukia e Inoue traigan las pizzas.

--¿Ese era tu ex ____? Creí que eso no era lo tuyo-- comenta Renji cogiendo una rebanada de la pizza que deja Inoue en la mesa.

--No lo es, solo nos encontrábamos, él empezó a sentir cosas por mi así que decidí cortar cualquier comunicación-- contesto tomando también una rebanada y dando un gran mordisco.

--Pobre hombre-- contesta con "pena" Ichigo.

--Lo hice por su bien-- suelto encogiendo mis hombros.

El resto de la comida nos la pasamos riendo por los chistes y comentarios de Grimmjow. Para cuando ya era hora de separarnos me despido de todos y empiezo a caminar.

--____ espera, debo ir por el mismo lado-- dice Grimmjow trotando hasta llegar a mi lado.

--El tipo ese, ¿En verdad es tu ex?-- pregunta con un tono algo extraño.

--Oh~, querubín-chan, ¿Estás celoso?-- pregunto con picardía y me cuelgo de su brazo.

--¿Y qué si es así?-- murmura con sus mejillas rojas.

Me detengo sorprendida y él hace lo mismo, mirando todo menos a mi. Sonrío y sin que se lo espere lo sujeto de las mejillas y lo beso. Él es lo suficientemente alto como para obligarme a hacer puntita de pie.

--¿____?-- susurra a punto de morir por la vergüenza.

--Tranquilo, solo tengo ojos para cierto querubín-- digo caminando y dejándolo atrás, seguramente sorprendido.

Luego de unos pequeños segundos me alcanza y camina a mi lado en completo silencio. De vez en cuando le oía murmurar algunas cosas, pero en ningún momento llegué a entenderle. Cuando llegamos a la calle de mi casa Grimmjow se despide, pero no se mueve de su lugar.

--Si querías acompañarme solo tenías que decirlo-- digo con una sonrisa.

Él se sorprende y sus mejillas vuelven a tomar color. Suelto una risa y lo cojo de la mano arrastrándolo conmigo.

--En casa solo está Aizen, mis padres salieron a una cena con sus amigos, puedes quedarte a dormir si quieres-- susurro sin mirarlo.

Siento como aprieta levemente mi mano y no puedo evitar alzar mi mirada a él, dándome cuenta de que ya me estaba mirando.

--____-- dice deteniendo su andar.

--¿Qué sucede?.

--Me gustas, desde hace ya mucho tiempo-- admite con las mejillas completamente rojas.

--Grimmjow, eres mi tipo, pero no busco nada serio con nadie, lo siento-- contesto apenada.

--Ya lo sabía, aún así, lo lamento ____ pero no me voy a rendir hasta que aceptes ser mi novia-- dice algo alterado y me señala soltando mi mano.

--¡Ya verás, caerás enamorada de mi!--  grita alejándose.

--Maldito Querubín-- susurro con una pequeña sonrisa en mis labios.

Es guapo, muy para mi pesar, no creo que le cueste mucho conseguir su meta.

--Idiota, ya me gustas.

Cerrando el apetito |Grimmjow y tu|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora