Cerrando el apetito |Grimmjow y tu|

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Me siento en mi lugar y sonrío ya que Grimmjow lo hace detrás de mi. Hoy el resto de nuestro grupo por alguna razón no va a asistir a clases, así que solo somos nosotros dos.

--____-- susurra Grimmjow en mi nuca provocando un dulce escalofrío en todo mi cuerpo.

--Diablos, no hagas eso-- pido tapando mi cara de la vergüenza.

--¿Sabes la respuesta de la cinco?.

--El resultado es seis sobre cero, queda en infinito-- contesto sin destapar mi cara.

--Gracias ____-- vuelve a decir en mi nunca y suelto un pequeño gemido, que seguramente él escuchó.

Estamos en una evaluación de matemáticas. No estudié nada, pero esta materia nunca fue un problema para mi.

Salto en mi lugar del susto cuando la campana del descanso me deja los oídos pitando. Guardo mis cosas con tranquilidad y me acerco a Grimmjow que me estaba esperando. Caminamos por entre medio de los alumnos hasta salir al jardín, donde tomamos el camino para ir al gimnasio. Una vez estamos en las gradas yo me dedico a ver una revista femenina y Grimmjow encesta en el aro de basket.

--¿Dónde están los otros idiotas?-- se escucha un fuerte voz retumbar en el silencioso lugar.

Grimmjow baja la pelota que estaba por lanzar y clava sus filosos ojos en Yammi y Ulquiorra.

--Vete, hoy no estamos para que nos jodan-- gruño levantándome y acomodando mi falda.

Llego a un lado de Grimmjow que decide ignorar a los otros dos y se dedica a lanzar la pelota. Esto parece molestarle a Yammi ya que gruñe y se acerca peligrosamente a mi, provocando que Grimmjow me haga retroceder para quedar detrás suyo.

--Suficiente, Yammi, no queremos jugar hoy-- advierte Grimmjow con un tono frío.

Yammi se empieza a reír y chillo asustada cuando golpea de sorpresa a Grimmjow, tirándolo al suelo. A mi se acerca Ulquiorra y yo retrocedo lista para luchar si hace falta. Mis ojos se desvían y gruño cuando Yammi se sube encima de Grimmjow y empieza a golpearlo sin parar. Este último solo puede cubrirse con los brazos ya que Yammi no parece querer parar.

Con fuerza le tiro mi bolso a Ulquiorra y cuando él lo esquiva corro hasta Yammi para tirarme sobre él y alejarlo de Grimmjow.

--Maldita puta-- gruñe empujando mi cuerpo del suyo y me patea el estómago.

Escupo un poco de saliva y esquivo su siguiente patada al rodar de costado. Me levanto con rapidez y Grimmjow no se lo piensa dos veces que empieza a luchar ferozmente con Yammi. Cuando quiero acercarme a ellos Ulquiorra se interpone frente a mi. Sé que el no me golpearía, no es su estilo, pero tampoco me dejará acercarme a Grimmjow.

--Por favor, debes dejarme pasar-- pido desesperada al ver que Grimmjow nuevamente termina debajo de Yammi.

Siento mi mejilla arder cuando la primer lágrima cae y vuelvo a intentar correr a ellos, pero el brazo de Ulquiorra en mi hombro me detiene. Me empuja hacia atrás y pierdo el equilibrio hasta caer de culo al suelo.

--¡Por favor lo va a matar!-- grito desgarrando mi garganta.

Ulquiorra clava sus ojos verdes en mi y luego mira por sobre su hombro a Yammi golpeando a un casi inconsciente Grimmjow.

--Yammi, suficiente-- dice con ese tono que carece de emociones.

Yammi lo ignora por completo y Ulquiorra chasquea la lengua antes de acercarse y darle una patada para hacerlo rodar lejos de Grimmjow. Yammi se queja y se levanta queriendo golpear a su compañero, pero con solo una mirada del pelinegro se calma y sin más se aleja. Corro donde Grimmjow, que quedó inconsciente, y entre pequeños llantos le coloco la cabeza en mis piernas.

--Será mejor que tu novio se cuide la espalda y no salga solo a la calle-- advierte Ulquiorra mirándome por sobre su hombro antes de empezar a caminar.

--Te hago la misma advertencia, que tu amigo no pegue ojo en toda su vida, porque en cuanto se descuide sufrirá por lo que ha echo, y no me importa si tengo que llevar a todo un puto grupo, lo que a hecho hoy, lo va a pagar con intereses-- amenazo viendo el rostro magullado de Grimmjow.

--Me gustaría ver eso-- contesta desapareciendo por la puerta doble.

--Grimmjow-- susurro besando su frente.

--Te prometo que esto no va a quedar así, lo voy a hacer pagar, así como lo hice con cada uno que te molestó en el pasado-- sentencio recordando cada una de las peleas que obviamente él no sabe.

...

El resto de la semana ni Grimmjow ni yo asistimos. Él se estuvo quedando en casa de Aizen, que se encargaba de curar sus heridas mientras yo me la pasaba en el galpón de la casa pegándole al saco de boxeo. Aizen sabe todo lo que sucedió y está dispuesto a ayudarme e incluso se ofreció a llamar gente. Le dije que lo pensaría ya que quiero ser yo quien se encargue personalmente de Yammi.

--Tus amigos vinieron otra vez, ¿Por qué no les dices ____?-- pregunta Aizen llegando a mi lado.

Mis ojos solo miran el saco de boxeo y me imagino que es Yammi para empezar a golpear de nuevo sin parar.

--Grimmjow no quiere que ellos sepan, sabe que tomarán cartas en el asunto y no le agrada-- contesto tomando la toalla que me extiende.

Me limpio el sudor y juntos caminamos hasta unos asientos cercanos.

--Pero tu harás algo al respecto, ¿No crees que estás siendo egoísta?.

--¿Egoísta? Carajo Aizen, viste como ese hijo de puta dejó a Grimmjow, no me importa si se enoja conmigo y no quiere volver a hablarme nunca más, pero no dejaré que esto se quede así-- gruño tomando con furia el agua de la botella.

--Realmente te gusta, ¿Por qué no sales con él? Es obvio que tu también le gustas-- suelta repentinamente, logrando que me ahogue.

Aizen golpea mi espalda y sonríe burlón.

--Por dios, no estoy lista para algo serio, ¿Qué pasa si yo decido salir con él y al final encuentra a una chica mas guapa y con más pecho? Va a ser muy doloroso-- murmuro mirando mis manos, la cuales tiemblan ligeramente debajo de todo el vendaje.

--Idiota, es obvio que él no tendría ojos para nadie que no fuera tu-- dice como si fuera lo más obvio del mundo y sale del galpón cerrando la puerta.

--Me da miedo empezar a amarlo tanto que ya no podría vivir sin él-- susurro cerrando los ojos, sintiendo una dolorosa palpitación en mi pecho al imaginar la escena.

Prefiero no tenerlo y perderlo. Que tenerlo y perderlo. Sería menos doloroso para mi.