Capítulo Especial: Luke, ¿Dónde has estado?

631 14 2
                                    

Narra Luke

-Hoy es el día más feliz de mi vida – me dijo cuando aún estábamos recostados sobre la arena, con su cabeza descansando sobre mi pecho desnudo, mientras jugueteaba con sus mechones de cabello todavía húmedos por haberle hecho el amor dentro del agua.

-Y esta felicidad puede durar para siempre si me dices que sí en este momento – sugerí cuando besé su cabeza.

-No puedo decir que sí en este momento – susurró, casi avergonzada, ella sabía que esa no era la respuesta que yo quería.

-Muñeca, si no nos escapamos ahora, después no podremos hacerlo – le recordé.

-Amor, no puedo ahora... Mi padre está atravesando problemas con la embajada, su corazón no está en su mejor momento... No puedo hacerle eso – me explicó, y si bien yo no entendía a la perfección esas cosas de política, sabía que cuando ella me hablaba de su padre era porque enserio estaba preocupada – Además, cuando las cosas estén más tranquilas, yo voy a hablar con él.

-No creo – dije convencido de mis palabras - ¿Qué no recuerdas como reaccionó tu mamá el otro día? Tu padre pensará lo mismo...

-No, ya te dije que mi padre es diferente – volvió a decir, mientras dibujaba inocentemente círculos sobre mi pecho. Se sentía tan bien tenerla allí conmigo, su blanca y delicada piel desnuda rosando la mía... Y esos dedos juguetones que volvían a provocarme deseos de volver a hacerla mía... Pero era su primera vez, no podía pedirle una tercera repetición... Así qué me conforme con abrazarla contra mí para sentirla más cerca, grabándome el aroma de su piel en mi mente – Cariño... Ya me tengo que ir...

-¿Irte? – Pregunté confundido, me había robado mi fantasía – No, no puedes irte ahora, quedémonos aquí un rato más.

-Me salí sin que nadie se diera cuenta – me recordó con esa sonrisa traviesa que sólo ella tenía – ¿Cómo pretendes que explique esto? – preguntó señalando su ropa y cabello mojado.

Le dediqué una mirada cómplice, orgulloso de que fuera por mí que toda ella estuviera mojada. Besé sus labios una última vez antes de ayudarla a levantarse para que ambos pudiéramos volver a vestirnos.

Me ofreció el dejarme en casa, pero después de ver como la trató su madre cuando nos conocimos sentí que debía llevarla a su casa, la ayudé a guardar el coche sin que ninguno de los guardias lo notara y ambos nos escabullimos con cuidado hasta el jardín trasero; la guíe hasta detrás del árbol en el que me ocultaba frecuentemente cuando iba a esa casa, se resistió al principio, pero creo que la idea de quedarnos juntos más tiempo la convenció en esconderse conmigo... Estábamos tan cerca, todavía mojados por nuestra aventura en el río, no pude evitar arrinconarla y presionarla contra el árbol para volver a besarla, sentí esa necesidad de hacerla mía de nuevo, transmitiéndosela besándola apasionadamente, recorriendo con mis manos su espalda, tratando de contener las ganas de quitarle la ropa.

-Luke... Luke... Gracias por acompañarme hasta aquí... Pero ya tengo que entrar – me dijo, con la respiración cortada a causa de la intensidad del momento – Y no nos conviene que mi madre te vea aquí de nuevo...

-Y, ¿Qué pasa si no quiero separarme de ti nunca? – pregunté dulcemente, dándole un breve tiempo para acomodarse su ropa y su cabello, antes de volver a besarla.

-No quiero que mi madre te vea, no quiero más problemas con ella... – trató de explicarme – Además, con todo lo que está pasando, ya no quiero hacerla enojar...

-Val, ¿qué es lo que está pasando? – pregunté – No has querido decirme nada en concreto...

-Luke... mi familia está teniendo problemas con la embajada, cosas de políticos... Situaciones que quizá yo podría ayudar a solucionar, y bueno... algunos problemas económicos también... – dijo – Mi madre quiere que me relacione con las personas de nuestro circulo, políticos, gente influyente que me ayuden a crearme una reputación, que me enseñen... Y bueno, insiste en que salga con algún heredero o alguien así para que me ayude a mejorar mi imagen y así ser la sucesora de mi padre... Eso sin mencionar la ayuda para salir de deudas.

Bodas de OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora