¡Hola! Soy Megan y para mis mejores amigos y personas cercanas Meg.
La vida se vuelve más y más caótica cuando empezamos a crecer, al menos es esa la conclusión a la que he llegado con todo lo que he estado pasado.
Estoy iniciándome como directora...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPÍTULO 5: DIRECTORA
Estaba despierta a primera hora de la mañana, la verdad era que estaba emocionada y muy ansiosa por mi trabajo. Directora de cine. Podría decirse que quería saltar en un pie desde el momento en que supe que no había perdido mi trabajo. Baje muy temprano y la señorita Megan Jones preparo el desayuno para todos, sí, mi ánimo estaba por los cielos o mejor dicho el universo, no era la mejor haciendo el desayuno pero me esforzaba y eso es lo que cuenta ¿no?, Los huevos a la inglesa junto con jugo y tostadas no es la gran cosa pero que yo lo prepare eso sí que lo era.
Cuando estoy dejando servido los vasos de jugo, escucho un golpe grotesco que me hace saltar y derramar un poco de jugo en mi polo, sí, Megan tienes un gran comienzo del día manchando tu ropa.
—Diablos pensamos que alguien se había metido a la casa Meg —Mitch estaba con su pijama y un bate de beisbol en la mano, ojos achinados como si intentara abrirlos pero fallando en el intento
—¿Qué está pasando? —preguntó Alex en un bostezo y estirando los brazos—. Megan que estás haciendo en «Mi cocina»
Fíjense en lo escandaloso que suena. Realmente todos los chefs son así de posesivos con la cocina, ni que estuviera haciendo algo malo con ella, ven hasta incluso ya la trato como persona.
—Pasa que yo les preparo el desayuno y ustedes vienen con un bate y me da un susto de demonios —explique con las manos en las caderas. Por estas razones ni da ganas de cocinar algo, nah la verdadera razón es porque Alex no me deja acercarme, bueno a nadie, él dice que la cocina es su lugar feliz y nadie puede acercarse.
Ellos me miran como si me estudiaran, si lo sé, no es muy común que me levante temprano y menos cocine pero existen los milagros queridos amigos y el buen estado de ánimo hace estos tipos de cambios.
—¿Es acaso que no pueden creer que me haya levantado temprano? —pregunto incrédula cruzando mis brazos y cuando siento algo mojado, bajo mi vista y veo la gran macha naranja gracias a mis amigos y su estúpido intento de ser pitcher de ladrones.
Ambos asiente y yo ruedo los ojos, ellos se ríen al verme así. Esto siempre pasa, tú hablando de cosas serias y tus amigos cagandose de risa de lo que dices o haces, no puedo quejarme yo también lo hago así que me reí con ellos. Se escucharon pasos bajando las escaleras, un Dany con ojeras seguido de un Luc sonriente como si fuera una mañana de cuentos de hadas.
—Parece que la mañana nos despertó muy bien a todos mis queridos amigos madrugadores —saludo Luc con una gran sonrisa, que verías en un comercial de pasta dental o de odontología
—¿Luc otra vez te comiste los chocolates de Meg? —preguntó Mitch preocupado o mejor dicho fingiendo preocupación
—Lucas no te habrás comido mis chocolates, créeme que le quitare el bate a Mitch y...
