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Me tiré al suelo y no pude evitar llorar, tal vez muchos de ellos pensaron que no era para tanto pero tenía miedo y mucho, ahora debía estar más al tanto de lo que ocurriera a mi alrededor.

Lilly estaba en la puerta observando con un rostro de satisfacción.

Mi furia se había desatado.

-¡¿De qué te ríes, estúpida?!- La empuje haciendo que se cayera.

Intentó levantarse pero la detuve, me subí a su abdomen y tomé uno de sus mechones y lo jale tan fuerte que gimio de dolor.

-No te vuelvas a reír de mi o la próxima vez, no te las acabarás.- Me levanté y eché un vistazo a todo.

Basta de dramas, tenía que ser fuerte o la siguiente sería yo.

-¿Pasa algo chicos?- Me acerqué a ellos de lo más normal.

Ninguno se limitó a decir nada.

-Mañana me comentó Melissa que tenemos que ir a buscar más personas.- Comentó George acomodándose la camiseta.

Reí ante lo que dijo.

-¿Realmente creen que haya más personas haya fuera?- Me burle de su ingenio.- Ya no es como antes George.

-Tú misma lo dijiste, ya no es como antes.- Tomó un sombrero y se lo puso.-

Como todos estábamos aburridos, fuimos a ayudarle a George con las labores que tenía que hacer.

Cómo el invernadero estaba cerca de la gran puerta, me quedé parada observando todo, estaba haciendo un poco de aire y se empezaba a nublar.

Sentí un golpe debajo de mis piernas, me quejé y miré quien hizo aquella estupidez, un poco enojada me voltee y me encontré con Michael sentado también observando todo.

-Hola.- Saludo con entusiasmo.

Me detuve y lo seguí observando, estaba muy feliz y me asustaba.

-¿Por qué rayos estás tan feliz?- Me saqué tanto de onda que su felicidad llegaba a irritarme.

-¿Acaso no lo ves?- Preguntó incrédulo.- Es un maravilloso día, todo está muy bonito y es tan mágico ver como el aire pasa entre nosotros.

Me miró y luego observó el horizonte, con las manos en los bolsillos y su mirada en el cielo, lo veía y estaba impresionada. Nunca había visto un fanático de la naturaleza.

-¿Por qué no te emociona la naturaleza?, ¡esto es una creación de Dios!- Señaló todo a nuestro alrededor, reí y acomodé mis gafas.

-Me gusta mucho ver paisajes, pero no me transmite la misma sensación que a ti.-La cara de Michael pareció palidecer.

-¿Me lo dices en serio?, diablos, eres un enjendro del mal.-

Hablamos un rato más y luego fuimos a reunirnos con los demás para ir en busca de personas, no infectadas, claro.

-Tenemos que volver todos, pero de una vez les digo, si alguien comete un error y se queda atrás, nadie va a salvarle el trasero, ¿me entienden?, somos adultos para entender cuando debemos atacar.

Así estuvimos un buen rato hasta que ya no teníamos un tema que conversar.

-¿Y ahora qué?- Estaba aburrida y nadie decía nada, estábamos sentados alrededor de una mesa y con las luces apagadas, me daba miedo todo el ambiente.

Empecé a tararear una canción que mi papá me cantaba cuando tenía 7 años.

-Me voy a dormir, qué descansen.- Sentí la presencia de alguien detrás de mi, supuse que era Michael.

Tiré mi ropa en la entrada de la habitación, acostumbraba a dormir semi desnuda, me causaba tranquilidad aunque un poco de incomodidad por tener a un hombre al lado mío.

-¿Michael?- Le estaba dando la espalda, tenía frío y el estúpido tenía toda la cobija.- Tengo frío, dame un poco de la cobija.

-Hmm...- Murmuró, reí y me giré.

Estaba recargado en su brazo, con el cabello alborotado y su mirada puesta en mi trasero.

-¿Qué crees qué estás haciendo?- Reí con mis mejillas rojas.

-Te estaba mirando, como todos los hombres de aquí.- Respondió tranquilo, para luego sentarse y poner sus brazos sobre su cabeza.

-Los hombres como tú no son mi tipo, ya te lo dije.- Imite su acción, alcé los hombros sutilmente.

-¿Y cuáles son tu tipo?- Giro para observar que hacia.- Ya no hay muchas opciones.

-Aunque hubiera muchas, no estoy interesada en ninguno, por el momento.- Prendí un cigarro que estaba al lado de la cama.

-Tic toc, Amber.- Río por su comentario que claramente no era gracioso.

-¿Qué tratas de decirme Michael?-
Me levanté a tomar un poco de aire a la ventana.

Hizo lo mismo y se paró junto a mí.

-Tengo ganas de jugar un rato...- Suspiró, me miraba de una forma poco descifrable.- Sabes a lo qué me refiero.

-No lo haré Michael, no puedes obligarme.- Tiré del cigarro y lo aplaste.

Me acorralo pero lo esquive, encontré una camiseta de él tirada y me la puse.

-¿De verdad qué no lo quieres?- Volvió a tomar mi brazo y me acercó a su cuerpo.

-Michael...de verdad, no estoy lista, ni siquiera te conozco del todo.- Temble bajó su agarre.

-Nena, te vas a divertir.-

Cubrió mi boca, me aventó a la cama y comenzó a besar cada parte de mi, me dejé llevar y no supe después que había pasado.

Who's Next? ¦Johnny Depp, Michael Jackson¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora