—Sabes a lo que me refiero, no me quites la ilusión. En fin, ¿En qué puedo ayudarte?
—Vine a hablar contigo porque eres el único que presta atención a lo que digo, estoy desesperado.—Relataba el líder mientras negaba con la cabeza y se tomaba de las manos.-Cocino, limpio, lavo la ropa, organizo los viajes y eventos de la semana, compro todos los bienes necesarios para la casa. Y todo este sacrificio solo para mantener a estos vagos que todavía se mean en la cama y se toquetean entre ellos. Ya no aguanto ya no aguanto.—El mayor estaba dispuesto a lanzarse por el balcón pero Kun se lo impidió sujetándolo del brazo.
—Bien, tengo algo perfecto para tu problema. Permíteme un momento.—Qian se puso de pie seguido por la curiosa mirada de Taeyong que lo vio desaparecer del lugar. Pasados solo unos segundos el chino regresó con un objeto en manos.—Toma.
—¿Por qué me das una chancla?
—Es el método más efectivo. Cuando alguno de los miembros no te haga caso, pégales con eso.
—P-pero son solo unos niñ--
—Ellos practican las 50 sombras de Grey cuando no estás, no son unos angelitos. Procura hacer este procedimiento al menos 3 días a la semana, cámbiate a chanclantene y notarás la diferencia.
—¿Contigo también puedo usar este método?
—Verás. A diferencia de los demás, yo soy normal. Además soy chino y me vi todo Kung fu panda, cuidado conmigo.
El pelirrojo asintió con algo de pánico, dispuesto a salir de la cocina con el calzado en manos. Justo antes de que pudiera hacerlo, Kun lo detuvo nuevamente.
—Espera, creo haber oído a Haechan acercándose, hay que hacer una prueba.
Pasaron solo unos cuantos segundos cuando, efectivamente, el morenito se hizo presente en el lugar comiendo un tazón con cereales mientras tarareaba una canción. Sin siquiera saludar, dejó el tazón —ya vacío— en la mesa donde se encontraban los mayores. Taeyong frunció el ceño y llamó al menor antes de que se retirara.
—DongHyuck, lava el tazón ahora antes de que el yogurt se pegue y sea más difícil sacarlo después.
—Más tarde, ahora me voy a jugar con Renjun. —Dijo con intención de finalizar la conversación e irse, pero Taeyong no lo dejó.
—Más tarde lo olvidarás, lávalo ahora.
—Renjun me está esperando, no lo voy a lavar.
—DongHyuck. Lava el tazón.
—¡No lo lavaré! ¡Me voy a jugar!
—¡Lava el tazón ahora!
—¡No quiero!
—¡Obedece! ¡No me hagas enojar!
—BOOMING SYSTEM UH UH TY TRACK, TY TRAC-- AUCH!
El menor no pudo terminar antes de que el líder comenzara a pegarle consecutivamente con el calzado en cualquier parte del cuerpo que estuviera a su alcance, ignorando los quejidos del más bajo.
—Cuando. Te. Digo. Que. Laves. El. Tazón. Tú. Vas. Y. Lavas. El. Tazón. ¿¡Entendido?!—Dijo pegándole a medida que decía cada palabra.
—¡E-está bien! ¡Ahora lo lavo pero con la chancla no!—Pidió mientras se apresuraba a lavar dicho objeto. Una vez finalizó salió corriendo de la cocina asustado.
Taeyong miró al chino con un brillo en sus ojos, este solo sonrió.
A la semana siguiente Taeyong era hombre nuevo. Todos tenían tatuajes de suelas por todo el cuerpo, pero esos solo eran detalles menores.
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