Psicólogo ||NCT||

Renjun

—Bienvenido a mi consultorio.

—Hola que tal.

—Antes de comenzar, permíteme decirte que eres el primer miembro joven en venir aquí, felicidades toma esta paleta.

—Que asco no me gusta la fresa. ¿No tienes caramelos?

—Sí tengo, pero no te los voy a dar por irrespetuoso. Te doy esto, ¿lo tomas o lo dejas?

—Lo tomo.—Dijo por fin tomando la paleta a la vez que le quitaba la envoltura para llevárselo a la boca.

—Dime, ¿cómo puedo ayudarte?

—Sinceramente no vine por cuenta propia del todo, los chicos me recomendaron venir aquí y no sé por qué. Los voy a matar, voy a cortarlos en pedacitos y voy a vender sus órganos en el mercado negro, dicen que puedes ganar mucho dinero haciendo eso—Relataba como si fuera lo más normal del mundo mientras posaba su mano en su barbilla y miraba hacia el techo, pensativo. Renjun miró al mayor sonriendo.—¿Tú también lo crees, Kun gēge?

—Veo que no eres muy tolerante.—Dijo acomodándose mejor en su silla, al mismo tiempo que tomaba sus manos y miraba más fijamente al menor.—Renjun, tienes problemas de ira.

—Pff, eso es absurdo. ¿Quién te dijo eso? ¿¿fue Jeno cierto?? le dije a ese maldito infeliz que no se metiera en mis asuntos y mira ahora, mandándome al frente. Lo voy a matar, lo voy a destruir y usaré sus tripas para estrangular a Jaemin porque seguro fue él quien le dio la idea. ¿Crees que me despidan por hacer eso? Igual no importa porque de todas formas mataré a Sooman también y me haré a mi mismo jefe de la empresa. Tú también lo crees correcto, ¿verdad Kun gēge? Me ayudaras si algo sale mal, ¿¿¿verdad Kun gēge???

—Renjun, ¿acabas de escucharte ahora mismo?—Dijo intentando sonar lo más relajado posible porque, si bien Kun se destacaba por ser alguien sumamente directo y sin pelos en la lengua, debía admitir que hasta a él llegaba a darle un poco de miedo. El menor abrió sus ojitos cambiando completamente su expresión, pasando de ser tétrica a preocupada.

—Oh dios...—Dijo casi suspirando mientras se cubría gran parte de su rostro con ambas manos.—Tal vez... Tal vez sí tenga problemas de ira.

—El hecho de que lo aceptes es un gran avance, el primer paso está completado. Bien, comenzaremos con un ejercicio básico para ayudarte a tener más autocontrol, esto te servirá para que aprendas a lidiar con problemas o peleas con el diálogo y no a base de golpes e insultos. ¿Estás listo?

—Sí, lo estoy.

—Perfecto. Dime, ¿hay alguien con quien tengas alguna disputa en este momento?—Renjun nuevamente miró hacia el techo, hasta que después de pensarlo unos pocos segundos respondió.

—Sí, con Jeno.

—Por qué no me sorprende. Como sea, vayamos a donde sea que esté, aquí comienza el ejercicio.

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Perdieron más de veinte minutos buscando al joven Lee por todo el apartamento, hasta que por fin lo hallaron sentado en la cocina comiendo un sándwich. De cierta forma a Qian le trajo bastante nostalgia, pues no hace menos de un mes que sus actividades como psicólogo del grupo se daban en ese pequeño espacio. 

En la cocina pasaban cosas mágicas.

—Jeno—El nombrado alzó la vista encontrándose con ambos chinos, al ver al más bajito casi se atraganta.—Vine a terminar lo que comenzamos.

—Voy a llamar a la policía.

—No es necesario—Dijo acercándose a él.—¿Por qué me miras así? no voy a hacerte nada.