—Ya sé que es la cocina, joder. ¿En qué puedo ayudarte?
—Últimamente estuve recibiendo varias quejas de los miembros respecto a mi carácter.
—¿Cómo cuáles?
—Pues, dicen que me enojo por todo y que soy malo con ellos, que les pego o que insulto a cada rato. Personalmente no se a que se refieren, hijos de la gran puta.—Relataba cruzándose de brazos.
—Comencemos por lo básico. ¿Admites tener al menos una debilidad?
—No me gusta cooperar.
—¿Me darías un ejemplo?
—No.
—Tengo algo que podría ayudarte, espera.—El chino desapareció de la vista del chico con complejo de conejo unos 5 minutos y regresó con un objeto de origen desconocido en manos, entregándoselo después.—Esto.
—Lo sé. Cada vez que estés nervioso o enojado, usa eso para desestresarte. Inténtalo ahora, piensa en cualquier cosa que te moleste y apriétala. ¡Libérate Doyoung!
El azabache comenzó tranquilo, apretando la relajante pelotita mientras mantenía los ojos cerrados. Cada vez fue ejerciendo más y más presión, cambiando su expresión neutral a una que prácticamente echaba humo por los oídos. Tanta fue la fuerza que utilizó, que terminó por explotar la pelotita provocando que todas las bolitas de gel terminasen desparramadas por el suelo.
—Lo siento Kun.
—Me cago en ti, eso ni siquiera era mío. Renjun va a matarme.
—Sabes que va a llorar, ¿cierto?
—Veré como arreglarlo más tarde. No quiero ni preguntar en qué o quien estabas pensando para destrozar esa cosa.—Kun se aclaró la garganta antes de continuar.—No importa. Probemos con esto, piensa en algo que te guste.
—Jeno.
—En tu motivo de vida.
—Jeno.
—En algo que te haga sonreír.
—Jeno.
—Algo que provoque que todo tu ser libere brillitos de colores.
—Jeno vestido de vaca.
—Algo que te importe.
—Jen--
—Basta. Por el bien de Jeno y su salud voy a descartar esta idea.—El chino suspiró un poco cansado, tomándose unos segundos para pensar.—Ya sé. Doyoung, ¿Estás interesado en alguien actualmente?
—¿Eso que tiene que ver aquí?
—¿Quién es el psicólogo aquí, tú o yo? Yo, responde a mi pregunta.—Doyoung suspiró.
—Sí, me gusta alguien.
—Entonces procura pasar tiempo con él en cualquier oportunidad que se te cruce, incluso si es muy pequeña. Créeme que pasar tiempo junto a tu crush provoca que todos tus problemas se vayan a la Yuta. Digo esto a pesar de que estoy bien solito y no hay nadie aquí a mi lado.
—Si... Espera, ¿él? ¿Por qué asumes que quien me gusta es un chico?
—Por favor, todos sabemos que estás enamorado de--
Antes de que el chino pudiera acabar su frase, una nueva voz interrumpió en el lugar dejándolos perplejos.
Los mayores salieron corriendo de la cocina, no estaban dispuestos a afrontar las consecuencias. Mientras corrían, Qian le gritó.
—¡Recuerda hacer lo que te dije, Doyoung!
Se alarmaron cuando Renjun salió a perseguirlos con un bate con clavos. ''Va a llorar'' JÁ.
Pasaron exactamente 2 semanas, una brillante luz rodeaba a Doyoung quién estaba tomado de la mano con su —ahora— pareja mientras se regalaban bonitas sonrisas y algunos besos.
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