— Thiago, ya levantante. — me grita mi mamá por el otro lado de la puerta.
— Mamá ya déjame dormir. — le digo mientras me pongo una almohada en la cara y gruño.
— No, tienes que ordenar tu nuevo cuarto y ayudarnos a ordenar la casa. — me dice mientras entra en mi cuarto y empieza a recoger ropa que estaba tirada en mi habitación.
— Y no te olvides que tienes que ir a la lavandería con tu hermano, para que laven toda esa ropa sucia que tienen ya levántate. — me dice, se acerca a mi y me quita la almohada de encima y me da un beso en la frente.
— Recuerdame por que estamos aquí. — le dijo mientras me levanto y voy hacia el baño.
— Por que tienes que estudiar aquí y aparte por qué a tu padre lo transfirieron aquí. — me dice y sale del cuarto. Mi vida estaba en Detroit estaba bien allá y bueno por mi padre ahora estamos en Florida no voy a mentir es muy bonito pero extraño mis amigos mi casa y mi colegio pero bueno así es la vida; me lavo la cara, me cepillo los dientes y salgo del cuarto y me dirigí a la cocina donde está mi hermano Eros. Si siempre me preguntaré por qué tendrá el nombre de un dios griego me imagino por lo que es igual que ese dios un imbecil promiscuo.
— Buenos días hermanito. — me dice mientras se lleva una manzana a la boca.
— Por favor, quédate en casa y no me acompañes a la lavandería no voy a soportar tus chistes y estupideces, hoy estoy cansado Eros. — le digo mientras voy a la nevera y tomo un jugo.
— Deja de ser un gruñón y si te voy a acompañar quieras o no soy mayor.— me dice y me guiña un ojo.
— Por lo que yo se, yo nací antes que tú así que no eres mayor. — le guiño el ojo y me voy de la cocina subo a mi habitación y abro la ventana.
— Te gusta la vista al mar que tienes amor. — me dice mi mamá mientras se acerca a mi y me abraza.
— En verdad es que si, pero esto no es lo que en verdad soñaba sabes mamá. — le digo mientras me alejo de ella y empiezo a ordenar algunas cosas.
— Yo lo sé Thiago, pero entiende que no te podías quedar aparte estamos nosotros aquí. — me dice y me sonríe yo le sonrió, la abrazo y le besó la frente.
— Esta bien mama si yo voy a estar bien. — le digo y le sonrió y empiezo a sacar cosas de la caja de mudanza.
— Hijo antes de seguir ordenando, te quería decir que después de esta semana vamos a tener una cena con los Samuels. — me dice y me tenso ante lo que dijo.
— ¿Estas bien hijo ? .— me pregunta me viro y asiento. Entonces ella se va de mi habitación y yo me quede helado, pensando en que la volveré a ver hace mucho tiempo que no la veía yo pensé que eso era ya algo pasado y guardado. Pero ella siempre fue y será alguien importante en mi vida, no puedo creer que la vuelva a ver después de tanto tiempo.
— Hermanito ya vámonos. — me dice Eros bufo y salgo de mi cuarto, camino a la sala.
— Bueno los espero para el almuerzo ¿si?. — nos dice mi mamá y asentimos, tomo las llaves del carro.
— Hey, yo voy a manejar.— me dice Eros pero lo esquivo y camino hacia el carro.
— Te gane hermanito.— le dije mientras abría el carro entramos y empecé a manejar. Eros me guiaba para llegar a la lavandería pero como siempre terminamos perdiéndonos hasta que al fin llegamos.
— La próxima vez manejo yo. — dice Eros mientras bufa.
— Ya deja de ser estupideces y ayuda a sacar la ropa. — le digo y empezamos a caminar con la ropa.

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Atados al destino
Novela JuvenilPOV DE THIAGO Hay momentos en la vida donde encuentras personas que pensabas que nunca ibas a volver a ver. Siempre he sido amigable con la gente, y aún recuerdo la primera amiga y mi primer amor que tuve hace mucho tiempo atrás y a pesar de los añ...