darling, just hold on

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¿Su madre podía notarlo? ¿Podía notar esas grandes ojeras bajo sus ojos y sus pómulos más visibles? ¿Podía notar su piel enferma y sus labios maltratados?

Su madre parecía ver a través de él, pero no lo suficiente para notar ese inmenso vacío en medio de su pecho.

Había sido una semana, una semana que no se había atrevido a enfrentar la realidad.

Sólo necesitaba silencio.

Necesitaba un respiro.

¿Mark?

Su corazón latía tan fuerte que podía sentirlo doler, su pulso era irregular y sus labios estaban presionados tan fuerte que la sangre empezaba a faltar.

¿Estás bien?

Desconocía el porqué de su acción, pero allí estaba, presionado su teléfono celular contra su oído después haber marcado el número de aquél extraño que no dejaba de enviarle mensajes. Sólo sabía, que esa voz varonil podía sentir preocupación. Genuina preocupación.

Y no lo entendía.

Debes pensar: "este chico si que está loco" o incluso puedes pensar que soy algún tipo de acosador o, un secuestrador.

Mark no pensaba eso.

Incluso puede que no lo hayas pensado y ahora si que te he dado una idea.

Escuchó su risa a través del auricular.

Una suave y dulce risa.

Pero no soy nada de eso. Sólo soy un chico normal, ¿Si? Quizá un poco preocupado por como te escuché aquella noche y realmente me siento mal por escucharte cuando no debió ser para mí, en serio perdón, yo--

¿Cómo te llamas? — La pregunta salió por sí sola, sin siquiera pensarla demasiado.

John.

Me gustan las películas de Johnny Deep, ¿puedo decirte Johnny?

Ahí estaba nuevamente su risa, y eso, causó una linda sensación en el estómago de Mark, permitiéndose sonreír, al menos una que acarició levemente sus comisuras.

Esta bien, puedes decirme así.

¿De dónde eres, Johnny?

Seúl, ¿y tú?

Ilsan. ¿Cómo es vivir en Seúl?

Lo escuchó suspirar y soltar un silbido.

Todo realmente te pasa rápido. El movimiento es increíble, es como si no alcanzarán las horas y tú... Y tú comienzas a andar de la misma manera, apresurado, como si la vida estuviese a punto de terminar. Sin embargo, es increíble, las luces parpadeantes de la lejanía, la vida en las calles, la accesibilidad de las cosas, los sueños y oportunidades... Es increíble lo mucho que puede ofrecerte una ciudad.

Me gustaría conocerla algún día...

—Algún día.

Había algo intrínseco en aquella frase que hizo que el corazón de Mark adquiriera una mínima ilusión. Quizá, un día saldría de ese infierno.

— ¿Cuantos años tienes?

Veinticuatro, ¿y tú?

No te rías por favor, sé que soy un niño.— Un puchero involuntario se formó en sus labios, sintiéndose aquello que había mencionado.— Tengo diecisiete, al último año del instituto... Y el más terrible parece.

La última frase fue apenas un susurro, pero ante los oídos de su interlocutor, no pasó desapercibido; no obstante, decidió callar.

DESCONOCIDO
agendar.

JOHNNY NO DEEP
agendado.

dial 411; johnmarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora