Right now [Klaus Mikaelson] {Secuela de EDUO}.

Capitulo 4

>>Año 1012<<

Corría muy rápido o al menos lo más rápido que me permitían mis piernas. Corría por el bosque, intentando que no me cogiera, pero era casi imposible, el corazón me latía a mil por hora. Cuando llego al arrollo me paro en seco, miro hacía atrás y lo veo andando lentamente y sonriendo.

-Te pillé.-Dice agarrándome los hombros.

-Eres un tramposo, Kol Mikaelson.-Me quito sus manos y me siento en el suelo del arrollo.

-No es mi culpa ser más rápido que tu.-Se sienta a mi lado riéndose.

-Me prometiste que no ibas a usar la velocidad esa vampirica.-Le reprocho. Ya sabia todo lo que ellos eran, un día en 1011, vi como se alimentaban. Al principio me asuste, pero después era divertido. Niklaus junto a Elijah me lo explicaron todo y acabé aceptándolo.

-No es culpa mía, Nadia.

-Siempre pones esa escusa, Kol.-Me descalzo.

-¿Qué escusa?.-Dice mientras se tumba poniendo los brazos detrás de su cabeza.

-La escusa de que es cosas de vampiros y que no se puede remediar.-Digo mientras meto los pies en el frío agua. Lo miro y el se encoge de hombros. Pasamos un rato callados, escuchando el sonido del bosque, tranquilidad, eso es lo que sentía en ese momento. Me tumbo hacía atrás y dejo que el sol me de en la cara.-Me gustaría quedarme así.-Susurro media dormida, a causa del sol. Escucho un ruido por parte de Kol dándome la razón. Acabé dormida escuchando los ronquidos de Kol. Cuando desperté Kol estaba echándose agua en la cara.- ¿Qué haces?.-Pregunto.

-Tengo hambre.-Susurra.

-Pues vamos al pueblo.-Me calzo los zapatos y me acerco a el. Le miro la cara y tenía mal aspecto.- Kol, ¿estás bien?.

-No.-Me mira y tiene los ojos rojos.- tengo hambre.- Cuando dice eso se acerca a mi y me muerde el cuello.

Me despierto y me incorporo de la hierba, miro a mi alrededor y veo a Kol tumbado en mi lado todavía. Me levanto y me calzo los zapatos, me acerco al arrollo y me mojo un poco la cara.

-Nadia.-Me giro y veo a Niklaus detrás de mi.-¿estás bien?.

-Si.-Digo y me vuelvo a mojar la cara.

Lo escucho como despierta a Kol, después de mojarme la cara, me levanto y voy con ellos hacia nuestro hogar. Siempre tenía la misma pesadilla, bueno solo que nunca era Kol, ni era en el bosque, la pesadilla era que uno de ellos me atacaba, querían mi sangre y sabía que ellos nunca me harían nada, pero últimamente tenía ese temor metido en el cuerpo.

La cena transcurrió en silencio, como siempre se hacia, pero a veces mis padres y Esther e incluso Mikael, hablaban de cosas. Durante la cena miraba a Niklaus, durante los dos años que estaba aquí, en las cenas solo lo miraba a el, era algo que hacia desde el primer momento en el que llegue.