12

6.6K 781 354
                                    


- Yoongi, me duele la cintura. - Hobi protestó recostado desde la cama que compartía con su pareja. Desde que su vientre se había vuelto un globo aerostático, su ex-jefe había decidido quedarse con él a trabajar desde su hogar.

Yoongi lo cuidaba, le hacía masajes, lo ayudaba a bañarse, y lo adoraba en todo sentido. Incluso cuando Hobi se volvía el ser más irritable del mundo.
La paciencia de su pareja no era de este mundo.

- ¿Quieres masajes? - Él preguntó, aún con la mirada en la pantalla de su computadora. Hacía días que estaba trabajando en un proyecto importante. Finalmente se había decidido a componer, y tenía un cliente muy importante dentro de la industria de la música que le pagaba por sus letras. Su gatito estaba feliz y él también lo estaba por su gatito.

Pero ahora mismo no estaba feliz. No cuando su cintura no paraba de dolerle, su enorme panza no lo dejaba girar en paz, y su sexy y adorable prometido no estaba dándole toda la atención que él necesitaba.

- No, Yoongi. No necesito masajes. - Respondió enojado, mientras se masajeaba su cintura. Bueno, mientras paseaba su mano por alguna parte de su costado. No llegaba a su cintura ni aunque le pagaran.

- Está bien, mi amor. Cualquier cosa me dices. - Yoongi respondió de forma autómata, aún con su vista clavada en el monitor. Era evidente que no le había prestado ni un gramo de atención, y el enojo de Hobi creció aún más.

Se obligó a levantarse, con una dificultad parecida a la de una tortuga patas para arriba, y cuando finalmente lo logró se alegró de que Yoongi no lo hubiese visto. Odiaba perder su dignidad mientras estaba enojado.

- Iré a hacerme algo de comer. - Hobi le advirtió con creciente molestia. Como toda respuesta el mayor asintió con la cabeza, y tuvo que salir de allí antes de insultarlo.

¿Por qué Yoongi se estaba comportando tan desconsiderado?

Alejó las lágrimas que se estaban agolpando en sus ojos, y bajó las escaleras con sumo cuidado de no caer. Últimamente su equilibrio era un tanto inestable. Se le hacía bastante difícil andar solo por la vida y Yoongi le había prohibido salir sin compañía. Lamentaba eso porque ahora mismo lo haría si pudiera.

Quizás se estaba comportando muy melodramático, pero no le importaba. Estaba a una semana de tener a su bebé, y el hombre que había colaborado en su concepción ahora estaba más sumergido en su trabajo que en él.

- Estúpido, tonto, grandísimo idiot-... - El timbre de la puerta sonó interrumpiendo su catarata de insultos. Tomó una amplia respiración, y con más lentitud de la que le hubiese gustado comenzó su trayecto hacia la entrada. Yoongi probablemente no se hubiese percatado del sonido.

- ¡Papi! - Tras abrir la puerta, el pequeño Taehyunie se estrelló contra sus piernas en un alegre abrazo, y el mal humor de Hobi se disipó considerablemente. Su hijo tenía esa increíble capacidad de hacerlo cambiar de humor.

- Hola mi amor. ¡Volviste! - Hobi le revolvió el cabello cariñosamente.

- Tío Jin me trajo. Está bajando del auto a Kookie. Iré a saludar a papi! - El niño le explicó con una amplia sonrisa, y segundos después salió corriendo escaleras arriba.

Hobi se quedó en el umbral, esperando a que Jin terminara de bajar al pequeño conejito y el enorme bolso donde llevaba todos los objetos del pequeño. Podía ver su inminente futuro en su amigo.

Se acarició el vientre distraído, pensando como sería correr de aquí para allá con TaeTae y su pequeño bebé. Probablemente Yoongi lo ayudase... siempre y cuando no estuviese ocupado con su trabajo.

Corazón De Hielo (Yoonseok-Sope)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora