Corazón De Hielo (Yoonseok-Sope)

14 (Epílogo)

- ¿Dónde se ha metido Tae? - Hobi preguntó a un concentrado Yoongi. Su esposo había decidido reparar la licuadora que utilizaba para sus jugos saludables, como a él le gustaba llamarlos, y no estaba prestándole ni un ápice de atención.

- Creo que Kookie está acosándolo de nuevo. - Yeonjun canturreó al pasar por la cocina, y antes de que Hobi pudiese replicar, su hijo desapareció tan pronto como había aparecido.

- ¿Oíste eso? ¿Qué quiso decir con eso de acosar? - Hobi preguntó con preocupación a su distraída pareja. Sin embargo esta vez Yoongi salió de su mente por un momento.

- Si hablas de Kookie y Tae... pues creo que has sido el único que no ha notado que el pequeño conejo tiene un enamoramiento por nuestro hijo. - El mayor explicó con una tranquilidad que Hobi no sentía ni de cerca.

¿Kookie y Tae...? ¿Su pequeño bebé...?

- Eso no es posible. ¡Kookie tiene 13 años! -

- Casi 14. - Yoongi corrigió.

- Pero aún así... ¡Tae tiene 17! Su diferencia es notoria, además Tae jamás me dijo que sintiese algo por Kookie... - Hobi soltó con congoja, y su esposo sonrió con ternura. Estiró sus brazos y lo atrajo hacia su regazo para que se sentase sobre él.

- Mi amor, se llevan prácticamente la misma diferencia que tú y yo, sólo que no nos conocimos en esas épocas de nuestras vidas. -

- No es lo mismo... además no soy estúpido, siempre vi la fascinación que Kookie sentía por nuestro hijo pero jamás imaginé que fuera algo más allá de lo fraternal. En todo caso, ¿no tendría más sentido que le gustara Yeonjun? Tienen la misma edad. - Hobi soltó confundido, mientras se dejaba caer rendido sobre el pecho de su esposo.

- No puedes controlar tanto las cosas, cariño. Las probabilidades no son algo que se pueda manejar en el amor. Para el caso la lógica diría que nunca un amargado hombre de negocios como yo podría haberse enamorado del entusiasta y resplandeciente niñero de su hijo mayor, y heme aquí casi 15 años después. Casado con él, y amándolo como el primer día. -

Las palabras de Yoongi lograron derretirlo, y aunque seguía algo ansioso con el tema de su hijo, decidió calmarse besando los suaves labios de su esposo. En varias ocasiones los besos con él habían resultado más relajantes que cualquier té de tilo.

- Eeeewwww... - La voz de su hijo menor los obligó a separarse, y Yoongi lo regañó cuando empezó a imitar el sonido de arcadas.

- Deja de hacer eso, o la próxima vez que tu amigo Soobin venga a buscarte le diré que tienes una foto suya dentro de uno de tus cómics. -

Hobi no pudo evitar mirar horrorizado a su esposo.

- ¡Deja de espiar mis cosas! - El joven gritó avergonzado, y salió corriendo escaleras arriba.

- ¿Qué? Se lo merecía. Además no me gusta nada ese niño. ¿Qué demonios hace buscando cualquier excusa estúpida para ver a nuestro hijo? -

- ¡Eso no te excusa! No puedes espiar sus cosas, Yoongi. ¿Además si Tae tiene un supuesto interés romántico en Kookie, acaso Yeonjun no puede tenerlo también? -

- No es lo mismo. Conozco a Kookie desde que era un bebé, sé que es un buen joven. Además si se sobrepasase, sería más fácil encontrarlo y matarlo. Pero con este niño no puedo hacer eso... -

Hobi miró con espanto a su esposo.

- No tienes cura, gatito. - Repuso finalmente, dejando escapar un suspiro. Estaba rodeado de locos.

- Pero me amas aunque no la tenga, ¿cierto? - Yoongi inquirió con una tierna sonrisa.

Hobi no pudo hacer otra cosa más que reír. A pesar de que su esposo en ocasiones se comportaba extraño, lo amaba. Con sus rarezas y todo.