Kick it » taeliskook

01

Lisa Manoban.

— ¿Me amaras hasta que la muerte nos separe? — Le pregunté con mi sonrisa más brillante. Tal vez ese sea probablemente uno de los días más felices de mi vida y el cual siempre recordaré.

— Ni siquiera la muerte podrá separarnos, cariño — Cuando dijo eso, los vellos de todo mi cuerpo se erizaron. 

Definitivamente JungKook era el hombre de mi vida.

En esos momentos, esas palabras sonaron tan hermosas, pero ahora tan asquerosas y falsas.

Miro por enésima vez la bañera llena de agua frente a mí, parpadeo y me decido una vez a entrar a la tibia agua que me aguarda. Todo mi cuerpo se estremece, el agua está bastante tibia para mí cuerpo helado, recuesto mi espalda en la bañera y cierro los ojos tratando de buscar la paz que tal vez esto pueda proporcionarme.

JungKook regresará hoy de su viaje de trabajo, la última vez que lo vi, cuatro días atrás, discutimos. No quiero discutir de nuevo cuando él regresé, estoy harta de esto. Nuestro noviazgo nunca fue así. ¿Qué rayos sucedió?

Cuatro largos años de noviazgo, luego,  nos comprometimos, es un recuerdo maravilloso. Mi vestido hasta las rodillas de color blanco, él vestido con su traje de color negro, lo bastante caro como para contarlo, luciendo increíble cómo siempre. Juntos frente al río Han con las luces adornando el paisaje, sus manos cálidas sobre las mías. Todo era perfecto ese día. 

Después de nuestro matrimonio los primeros seis meses fueron increíbles, de en cuento podría decirse. Después, todo cambió y no precisamente para bien. 

Como dicen: Para conocer a una persona debes vivir con ella.

Yo pensé que conocía a JungKook.

Me quedo durante la bañera veinte minutos, enjuagó y limpio mi cuerpo. Salgo de la bañera y me pongo un lindo vestido color lavanda que compre hace un par de meses atrás para recibir a mi esposo con el mejor de las caras que puedo ofrecer. Espero no siga enojado, y no lo haga más para después de la noticia que le compartiré. 

Desenredo mi cabello sentada  frente al espejo, lo dejo suelto de una manera bastante organizada y aplicó un poco de maquillaje sobre mi rostro, quiero darle algo de vida, luce un tanto apagado después de la discusión de días atrás.  Aplico loción sobre mi cuello y  sonrió, quiero saber si soy lo suficientemente creíble con ella.

—¡Lisa! — Escucho a lo lejos cerca a la puerta principal. Él a llegado. Respiro profundo y sonrió. 

Al llegar a la puerta principal, sigo manteniendo la sonrisa, no quiero que se esfume.

—¡JungKook, querido! ¡Has llegado! — Exclamo aún alegre como si realmente me complaciera verlo de nuevo tan pronto. Su rostro es inexpresivo, no sonríe. Más bien luce algo disgustado, ¿Acaso se sentirá igual que yo?

Sus ojos registran cada parte de mi cuerpo, está examinando la manera en la que luzco.

—¿Sucede algo? — Cuestiono dando un paso para acercarme a él, sin embargo, su mano se posa frente a mí haciendo que me detenga.

—¿Has salido a la calle vestida de esa manera? — Junto el entrecejo.

—¿Por qué? 

Es claro que no lo he hecho pero me cuestiono al no saber el porqué de su pregunta.

—¿Qué no lo ves a simple vista? — Inquiere tirando su maletín al suelo. Camina hacia mí, posa sus manos sobre mis hombros un tanto descubiertos y me sonríe casi fastidiado. — Porque, cariño, luces como una ramera. Quítate esa porquería.