Calor D' Hivern [ChanHun/SeYeol]

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Estaba durmiendo aquella noche y no sé qué hora sería cuando me despertó un tumulto horroroso; gritos y carcajadas. Todo lo que una garganta humana puede producir e imitar. Sentí que abrían la puerta del cuarto y eso me sorprendió: en la mañana, al marcharme, estaba desocupado, pero, sin duda, durante mi ausencia habían traído los implementos de un arco; tía SoMin no me había dicho nada.

Abrieron la puerta, como decía y entraron los gritones, se oían voces de hombres que reían en demasía fuerte. ¿Qué pasaba? Después de unos segundos caí en cuenta: alguien repetía, el mismo grito: ¡Vivan los novios!. Al parecer Baekhyun, les contó a los chicos-Kai y LuHan-sobre mi proposición.

Espere a que los tres se calmaran, después dormiría. (fui bastante incrédulo, estaban mayormente borrachos que en estado normal)
Me saqué la frazada que estaba pegada a mi cara por el sudor; mire al autor que dió la agradable noticia al resto y fulminé a Baekhyun con la vista. Se suponía que al siguiente día le contaríamos, cuando estuvieran sanos.

Baek se acercó hasta lograr posarse de alguna manera entre mis piernas enredadas una encima de la otra y mordisqueó el lóbulo de mi oreja.

-Perdón, sé que no debía contarles sin que estuviéramos los dos presentes.-esbozo una sonrisa de diversión por la cantidad de alcohol que se encontraba en su sangre.

Lo miré adormecido, de verdad solo quería dormir. Pero Baekhyun no dejaba de darme caricias y besar mi cuello. Jadeó resignado.

-Baek, acuéstate. Durmamos.-él amplio una gran sonrisa y me besó en los labios, su labial rojo con sabor a fresa o algún fruto quedó impregnado en la comisura de mi boca. Me dí vuelta para encontrarme con mi hermano sujetándose de LuHan, haciendo el intento de no derramar vomitó en mi habitación.

Molestó lo traslade a su cama, y le dí una tasa de café recién servida, cuando volví Baekhyun estaba durmiendo plácidamente al lado de LuHan. No los quise despertar, ya que ambos estaban bebidos; solo me dediqué a vestirme y salir a dar una vuelta por las calles de China.

Faltaba un mes para qué me fuera a vivir a Corea, y llegar a ser un portero profesional. Tener un equipo de juego, qué estaba tan emocionado que no me importo haber sido despertado por mi futuro esposo. O porqué Kai allá salido sin mi permiso, como hermano mayor.

Disfrute de la brisa acogedora que me brindaba la madrugada.

[...]

Llegué al apartamento a las 6 de la mañana, donde todavía no abrían siquiera los ojos. Ya que Kai se va a la escuela a las ocho, se levanta media hora antes. Tía SoMin trabaja a las diez. Así que aproveche el momento para aseé, cambiar de ropa y ver mensajes en el móvil.

Yo gozó de una posición privilegiada; por lo frecuente de las intervenciones y la transcendencia de las mismas. Mí comportamiento influye especialmente más que cualquier otro jugador en el rendimiento del equipo. Y por ende debo seguir practicando.

Sostuve en brazos el traje negro que me había comprado en la tarde ese día viernes, en una semana contraeria casamiento con Baek y necesitaba uno nuevo.

Tenía dudas, pero sentía latir con ferocidad mi corazón cuando estaba cerca de Baekkie qué lograba comprender de una vez que estaba haciendo lo correcto. Total, el es demasiado dulce para que yo me arrepienta y dejé los preparativos como si no hubiéramos dado un sacrificio por disponer del tiempo en festejar nuestra ceremonia.