Los amantes

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Foto: Rafal Olbinski

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Foto: Rafal Olbinski

Extraño que hagas de mis insomnios un sueño terrenal, tu mirada fija en mi, escuchándome tocar la guitarra y contandote mil cosas como si el tiempo nos persiguiera y nos llenara de pesar la garganta.

Recuerdo las tardes que te admiraba furtivo, tímido como siempre y torpe como solo tu sabias ponerme. Cada que te hablaba me faltaban las palabras y tu risa me aliviaba, me hacia libre para volar y llevarte conmigo.

Ninguno de los dos estaba listo, mucho menos solo. Teníamos vidas que arriesgábamos con cada latido, con cada roce de nuestras manos y con cada canción que nos dedicamos. Yo vivía escondido en los rincones, ebrio de sueños y amores falsos. Tu brillabas sin darte cuenta, sin saber que vivías una vida de ensueño, robando corazones sin quererlo y siempre consciente de lo que es correcto. Creo que por eso, después de todo, nuestro amor fue verdadero.

Ojala hubiera disfrutado mas de esas idas al cine, cuando no te pasaba por la cabeza que estaba enamorado. Salias de la sala como inspirada, como si te hubieran escogido para interpretar al personaje, y ahí estabas, tirando flechas a diestra y siniestra, guardando silencio para alejar a los monstruos y bailando una canción que jamas habías oído como si la hubieras ensayado.

Nunca quise hacerte escoger, dividirte el corazón y hacernos daño. No creo que jamas leas esto, pero si lo haces, quiero que sepas que nunca trate de olvidarte, que la vida contigo fue lo mas cercano a haber vivido. 

Gracias por esa tarde en el parque, los dos fingíamos que no existían las demás personas, que no eramos amantes y eramos mas que amorosos. Cuando un beso no era pecado y la despedida, inevitable, nos esperaba con paciencia. Yo te di un girasol que tu hermana inmortalizó en acuarela y tu me regalaste algo que no puedo expresar con palabras. Como quisiera vivirte de nuevo, o mas bien vivir contigo de nuevo. 

No eramos esos amantes carnales, sedientos el uno del otro, eramos dos barcos de papel navegando en el mismo arroyo. Eramos el atardecer sobre el pasto, los juegos sin sentido de los que siempre escapábamos. Y ojala tu despedida sea cierta y el destino nos junte una vez mas.

"Tal vez me ire mañana, tal vez me olvides. ojala nunca lo hagas"

Para Mi Mapachita y todos los amantes verdaderos
Gracias por salvar mi vida

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