–Se te va a caer la baba.
Taehyung suspira.
–Lo sé.
Hay muy pocas oportunidades en las que Taehyung puede observar libre y abiertamente el objeto de su amor, siendo éste Park Jimin, quien actualmente se encuentra sentado al otro lado de la cafetería con la cabeza metida en un libro. Puede que el descanso para el almuerzo no sea el mejor sitio en el que quedársele ambobado mirando, pero Taehyung lo ha convertido en su rutina diaria y Jimin no se ha percatado, ni una sola vez.
Jeongguk pone los ojos en blanco. –Tío, ve a hablar con él. –Se mete una cucharada de macarrones con queso en la boca, incluso a pesar de que saben cartón y apenas son comestibles. –Eres Kim Taehyung. A cualquiera de este instituto le faltaría tiempo para aceptar salir contigo.
Taehyung tiene que coincidir con él, hasta cierto punto. Es popular, cae bien y generalmente es considerado guapo; un poco desgarbado, quizás. Taehyung piensa que las orejas le sobresalen demasiado, pero parece que eso también tiene su punto para algunos. –Sí –se dice a sí mismo. –¡Eso es lo que tengo que hacer!¡Debería ir a hablar con él!
–Está sentado solo –remarca Jeongguk intencionadamente. –Ve a invitarle a que se venga con nosotros o algo.
–Sí –repite Taehyung, preparándose mentalmente. Pasa las piernas por el banco de la cafetería y se pone en pie, marcando hombros. –¡Buena idea! Simpático. Seré simpático. Encantador.
Jeongguk bufa por la nariz.
–Por supuesto.
Taehyung es una persona sociable. Es extrovertido y divertido, y se le da bien hablar con gente nueva. Pero cuanto más se acerca a la mesa de Jimin, más piensa sobre lo adorable que es y lo dulce que parece, y lo amable que es y... entonces eso le lleva a terrenos peligrosos en los que imagina como deben sentirse sus labios contra los suyos o si le gusta ser la cuchara grande o la pequeña. De modo que una vez que llega el sitio, Taehyung tendrá suerte si las palabras tan siquiera le salen de la boca.
Jimin está leyendo una novela ligera. Si Taehyung estuviera más en sus cabales, quizás habría sido capaz de registrar de qué se trataba y preguntarle sobre el tema para dar inicio a una buena conversación agradable, pero cuando Jimin se percata de la sombra que se cierne sobre él y alza la mirada, con el libro medio cerrado, Taehyung comienza a sentir un cortocircuito por todo su cuerpo.
Sus mejillas son tan redondas y suaves. Tan adorables. Oh, no.
Jimin está esperando a que diga algo, pero Taehyung se limita a quedarse ahí de pie. Como un idiota.
–¿Hola...?
–Hola. –Taehyung se mete las manos en los bolsillos. –Soy Taehyung.
–Lo... –Jimin le observa con recelo. –¿Lo sé? ¿Nos conocemos? ¿Fuimos compañeros en química el año pasado?
–Oh, es verdad. –Por supuesto que Taehyung lo recuerda. Esa fue la primera vez que habló con Jimin. No causó una primera impresión precisamente espectacular. No se le dan mal las ciencias, pero no presta mucha atención en clase y Jimin le resulta distrayente. Al menos ahora la clase sabe que hacer en caso de incendio. –Buenos tiempos.
Jimin se revuelve incómodo sobre el sitio.
–¡Oh! Em... –Taehyung se rasca el cuello. –Solo me pasaba por aquí para invitarte a comer en nuestra mesa.
Jimin le entrecierra los ojos, incrédulo. –¿En la mesa de los populares?
Taehyung devuelve la mirada hacia su mesa. Jongguk está ahí sentado, llenándose la cara de comida. Es el as del equipo de fútbol. Nayeon, la capitana de las animadores, está sentada a su lado. Seungcheol no está metido en nada, pero la gente le tiene aprecio. Fue el rey del baile. Jisoo, la reina. Ahora mismo ríe y le roba patatas fritas a Jeongguk sin que se de cuenta. –Em... supongo.
–Voy a pasar –dice Jimin inexpresivamente. Cierra el libro. –Estoy en el club de anime. –Entonces ríe. Es precioso. Joder. –Si me acerco más de un metro a esa mesa, seguro que me aniquilan.
–¡Son buena gente! –protesta Taehyung. Sus amigos son buenas personas. A veces Jeongguk es una mierda y en ocasiones Nayeon se pone un poco perra, pero eso no quita que no sean buena gente. –Les encantarás.
La expresión de Jimin se suaviza, pero sigue sin ceder. –Gracias. Pero no necesito ninguna invitación por lástima.
–No es... –La boca de Taehyung se abre y vuelve a cerrarse automáticamente. Así no es como pensaba que iría esto. –No es por lástima.
–Entonces es una broma –bufa Jimin. –De todas formas ya está casi a punto de acabar el descanso. –Comienza a recoger sus cosas. La novela ligera es deslizada en el interior de su mochila, el resto del zumo por su garganta, y después Jimin está poniéndose en pie, con la bandeja vacía en mano. Le lanza a Taehyung su manzana sin empezar. –Gracias, de todas formas.
Jimin se aleja para dejar su bandeja y Jeongguk se carcajea sonoramente desde el otro lado de la sala.
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siempre vmin, nunca invmin
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SHÖNEN-AI LOVE YOU
Fanfiction𝘚𝘏Ö𝘕𝘌𝘕-𝘈𝘐 𝘓𝘖𝘝𝘌 𝘠𝘖𝘜 universo alterno - instituto, fluff, taehyung intenta seducir a jimin basándose en mangas y animes.