4. primer intento: sudadera

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–Es completamente infalible.

Jeongguk parece inseguro.

–La verdad es que no.

Todos tienen educación física a la misma hora. Taehyung no es la persona más atlética del mundo, pero aun sí le escogen cuando forman equipos relativamente rápido, aunque holgazanee la mayor parte del tiempo. Si Taehyung fuera capitán de equipo, elegiría a Jimin inmediatamente (y no solo porque sea sorprendentemente deportista para su apariencia tan dulce). Desgraciadamente, casi siempre están en equipos contrarios, pero entonces puede mirarlo sin que quede tan raro, así que es tanto una bendición como una maldición. Jimin siempre lleva camisetas grandes y a sus piernas le quedan genial los shorts que lleva. Muy genial. Taehyung consume mucha agua durante la clase de gimnasia.

Pero la parte más importante es el vestuario.

–¿Por qué está Taehyung medio desnudo ahí en mitad? –pregunta Joshua.

A Jeongguk se le escapa una risilla.

–Está usando sus técnicas de seducción.

Taehyung no tiene un cuerpo perfecto, pero sabe que es guapo y que su estómago (sin abdominales) es mono. A pesar de ello, tiende a ducharse y volverse a vestir lo más rápido posible, porque su siguiente clase está al otro lado del instituto y el profesor es un gilipollas; pero está sacrificando su asistencia para quedarse de pie en mitad del vestuario con solo una toalla.

Jimin se encuentra al otro lado de las taquillas. Taehyung lo sabe porque cada día es un debate sobre si echar un vistazo rápido o no, pero no quiere quedar como un pervertido tampoco. Lo vislumbra cuando sale corriendo por la puerta, pero nunca consigue nada más que una imagen borrosa como mucho. Una figura desdibujada, como cuando pasas junto a alguien que anda y tú vas en coche. Apenas nada.

Pero en el manga que leyó anoche (tarde, bien entrada la mañana de hoy), el primer contacto sin camiseta es crucial. Esta es la base del cortejo, en la que Jimin sentirá una profunda lujuria, y después se enamorará y todo irá perfectamente. Taehyung no se puede permitir joder esto.

Mete su camiseta limpia en la mochila, en lo más profundo de todo, y se asegura de que sus pantalones están apropiadamente bajos, mostrando los huesos de sus caderas; no se seca completamente el pecho adrede, y entonces el plan comienza oficialmente.

O así habría ido todo, pero cuando gira la esquina Jimin tampoco tiene su camiseta puesta, y a partir de ahí todo se va un poco a la mierda.

Jimin tiene el pelo húmedo bajo la toalla que ha envuelto alrededor de su cabeza y gotas de agua le resbalan por el cuello y espalda; no está mirando a Taehyung ahora mismo, así que la verdad es que debería aprovechar la oportunidad para apreciar la imagen ante él. Sin embargo, hay más personas en la sala y Taemin, uno de los amigos de Jimin, le pilla observándolo y le dedica una mirada asesina. Taehyung nunca conocerá la paz.

–Ah, J-Jimin –dice Taehyung, carraspeando. Solo es un chico mono sin camiseta. Él es también un chico mono sin camiseta. Todo va a ir bien.

Jimin se da la vuelta con la boca en forma de una pequeña "o" como reacción de sorpresa al oír su nombre. Tiene la mejillas rojas y extra suaves por el esfuerzo. Adorableadorableadorable. Joder. –¿Taehyung? –Jimin entrecierra los ojos, alzando las manos y quitándose la toalla de la cabeza. El pelo se le queda desordenado en ángulos extraños, medio mojado todavía.

Taehyung nunca había visto a Jimin con tan poca ropa y resulta inmediatamente claro que Taehyung ha hecho mal sus cálculos. Jimin gana. Jimin gana todos los premios. El favorito de la audiencia va para Jimin sin camiseta. Su estómago es plano, suave pero con unas ligeras marcas de músculo que hacen revolotear mariposas en el de Taehyung. Y sus brazos. Y sus hombros. Parece capaz de poder levantar a peso a Taehyung y lanzarlo adonde sea.

Este pensamiento pasa por la mente de Taehyung, él lo procesa, y después decide que todo en esta vida es horrible.

Aún así, puede darle la vuelta a esto. No pasa nada. Todo va guay. Taehyung se apoya muy deliberadamente contra las taquillas e ignora las risitas procedentes de Taemin. –Estaba, em... –No, Taehyung. Nada de darle vueltas. Tú eres un hombre de acción. –Me he olvidado mi muda limpia en casa. –Obviamente, no se ha dejado nada. Ahora mismo están muy a gusto en el fondo de su mochila, metidos debajo de un libro de texto, para que nadie pueda encontrarlos y descubran que es un sucio, sucio mentiroso. –Así que, ¿me preguntaba si tenías una camiseta extra?

Jimin frunce el ceño. Adorable. –Pero tienes muchos amigos en esta clase, ¿no? –pregunta, secándose el agua del cuello. Taehyung mira hacia abajo. Sip, sigue sin camiseta. Bien. –¿Por qué no se la pides a ellos?

Em.

–Ninguno tiene.

Taemin sonríe a Taehyung con malicia. –Yo creo que tengo una.

–No, eso sería... –Taehyung carraspea. –Básicamente no nos conocemos, no podría aceptarla.

Jimin entrecierra los ojos, sonriendo con inseguridad. –Buenos, nosotros... tampoco nos conocemos mucho.

Y ese es el problema. El que Taehyung está intentado solucionar. –Sí, pero... –Entra en pánico. –Me gustas. –Pánico. –No en plan... Ya sabes. –Tiene la cara completamente roja. Podría freír un huevo en ella si quisiera.

Si Taemin intentara ser abiertamente más gilipollas, tendría que llegar a a aullar literalmente.

Jimin se muerde el lateral del pulgar. –Vale –dice eventualmente. –Yo me he traído también una sudadera, así que te puedes quedar mi camiseta si la necesitas.

Durante un segundo, Taehyung se siente mal porque sin duda alguna él tiene una camiseta extra que puede usar y tampoco quiere incomodar tanto a Jimin de esa forma (aparte de que todo esto no está afectando en lo más mínimo a Jimin y, sin embargo, Taehyung se está muriendo de la vergüenza). Pero es demasiado tarde para echarse atrás ahora, porque Jimin está usando sus increíbles brazos para sacar su sudadera, de manga larga y dada de sí por el cuello porque tiene la manía de tirar de él cuando está estresado. Jimin se compra las partes de arriba demasiado grandes para él, y gracias a esa razón le quedará más o menos bien a Taehyung (es muy desgarbado), pero aun así el otro chico le observa críticamente, como si estuviera sopesando la talla y su tamaño.

Sus ojos quedan adheridos al torso de Taehyung.

¿Es la hora por fin? ¿Es este el momento de Taehyung? ¿Habrá valido la pena toda la vergüenza que...?

–¿Te has hecho un cardenal? –pregunta repentinamente Jimin. Su mano se cierne sobre el hueso de la cadera de Taehyung.

Taehyung parpadea. –Em. –Silencio otra vez. Mira hacia abajo. –Ah, no. Es solo una marca de nacimiento. –Frunce el ceño. –Es un poco rara. –Moteada y púrpura, definitivamente parece un moretón. Taehyung ni siquiera se acuerda de ella la mayor parte del tiempo.

Jimin le sonríe. –Qué mono.

Mono.

Taehyung apenas registra a Jimin pasándole la prenda –va a llevar la camiseta de Jimin –o a Jimin subiéndose la cremallera de la fina sudadera sobre su piel desnuda. No registra a Jimin cogiendo su mochila o diciéndole adiós con la mano o saliendo por la puerta.

Sí que se percata de las carcajadas de Taemin. –Eso ha sido increíble.

–Sí –la verdad es que Taehyung concuerda con él.

Vuelve hacia su bolsa. Va a llegar bien tarde a su clase; pero mientras se pone la parte de arriba, se da cuenta de que ni siquiera le importa.

–¿Cómo ha ido? –pregunta Jeongguk cuando Taehyung toma asiento tres minutos después de que haya tocado el timbre.

Me ha llamado mono. Taehyung sonríe. –Fase uno completada.

SHÖNEN-AI LOVE YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora