Vida galante - EunHae

N U E V E

Maratón 2/5

Me odio, incluso a Hyeong le doy asco y no lo culpo, doy asco lo se, mi cuerpo se ha llenado de marcas cada una peor que la anterior y no hay mucho por hacer. Incluso si no son de aquellos bastardos, JiSub y su séquito son los culpables.

Aún así los días logran pasar rápido, eso me hacen recordar que pronto me iré de este maldito sitio, que esta ya no volverá a ser mi vida, porque no lo es, nunca lo fue, solo quiero irme y olvidar todo esto al lado del hombre que amo...

Eso, es algo que ahora dudo no se si Hyeong realmente es el hombre al qué amo, es más, ni siquiera supe cuando fue qué comenzó, tal vez todo esto es un horrible error y nada de esto debió haber pasado, debí seguir con mi perfil bajo, sin saber nada de nadie, así, tal vez... Tal vez, no, las cosas están hechas y no se pueden deshacerse solo por el deseo de un tonto chico, claro que no porque por primera vez logro tener la suerte qué siempre quise.

No importa, soy feliz con alguien y ni siquiera el maldito bastardo de Kyuhyun se atreverá a quitar esa parte de mi, porque no puede destrozarme más de lo que ya lo hizo.

Suspiró mientras dejaba el diario debajo de su libro, le habían dejado descansar ese miércoles, sus heridas eran un poco más notorias, miro su brazo izquierdo y pudo ver la marca del cinturón, ni siquiera se atrevió a tocarla dolía bastante.

La puerta fue abierta, pudo ver a Jooe y a Yoora entrar con una mueca sobre sus labios se levanto para poder verlas con algo de temor.

— ¿Pasa algo?

— Tu cuerpo, debiste decirnos HaeHae, solo mírate.

Pudo observar como sus ojos se llenaban de lágrimas y negó antes de acercarse para poder abrazarlas tal y como él podía.

— No importa, estoy bien ahora.

— Ese hijo de perra no debería tocarte de nuevo, solo mira como maltrato tu piel.

— Enserio qué no entiendo como el bastardo de tú padre permite esto.

— Duele un poco pero no es nada que no pueda soportarse, es solo un pequeño golpe.

Mentía, no quería verlas llorar al descubrir aquellos moretones que habían en sus piernas esa mañana, no podía decirles lo mucho que estaba sufriendo por culpa de aquel maldito bastardo, no las metería en problemas por su culpa.

— ¿Cuanto te queda de clases? Espero que sea lo menos posible cariño no soportare verte más tiempo aquí.

— Son solo tres meses más, después de eso me iré, pero, las extrañare. — evitó sentirse demasiado triste por eso, sabía que ellas deseaban verlo lo más pronto fuera de ahí.

— Lo sabemos cariño pero no podemos seguir juntos, tienes una mejor vida qué esto.

— Tiene razón, ahora di nos qué tal te va con ese chico con el que sales