❏ ¨̮ 𝑲𝒊𝒓𝒊𝑩𝒂𝒌𝒖 𝑾𝒆𝒆𝒌༊ ❲²⁰¹⁹❳

💥Day 6 [Abril 19]💥

~·First Time·~

Kirishima se encontraba de pie frente al espejo admirando su figura en ropa interior, escaneo cada parte de su trabajado cuerpo y cada línea de sus músculos asegurándose de que todo se encontrará impecable, justo donde debe estar.

Hoy era un día especial, muy especial. Luego de mucha paciencia e insistencia hoy era su día de lucirse, su gran momento de brillar.

A su Blasty le tocaba ser el pasivo.

Suspiró. Desde el comienzo de su vida sexual--que comenzó con su rubio novio--acordaron que cada uno recibiría cuando se sintieran listos, sin presiones ni obligaciones. El primero en recibir fue el pelirrojo, se quería entregar por completo a su amado y después de mucho pensar decidió entregarle su virginidad, y ¡Joder! Vaya que fue increíble, aun con su inexperiencia podía jurar que el sexo con Bakugo era lo jodidamente más increíble del mundo, nunca se quejó de recibir pero era momento de algo nuevo y su rubio se encontraba de acuerdo, tenía que aprovechar ese bug.

Luego de comprobar que todo se encontrará perfecto con su apariencia procedió a vestirse, Kaminari daría una fiesta y luego de ella iría a la casa de Bakugo a hacer...eso.

Recordaba su primera vez con el rubio como si hubiera sido ayer, a pesar de que fue hace seis meses, fue extraña y poco convencional, y justo sobre el asiento de Midoriya. El sonrojo irrumpió en su rostro al recordar lo vergonzoso que fue ver al peliverde sentarse en su asiento como si nada y comentar que olía un poco raro, tanta fue la vergüenza que el rubio ni siquiera se rió por su hazaña y solo se mantuvo serio con un leve sonrojo en clases.

Esperaba que esta primera vez fuese más normal, más delicada y cariñosa y no un jugueteo que paso a algo más entre ambos. Deseaba poder hacer suyo al rubio sobre una cómoda cama y entre suaves sábanas, su primera vez fue jodidamente excitante--muy al estilo Bakugo-- , el sentir la madera fría chocar contra su caliente y sudada piel, el poder ser descubiertos en cualquier momento... y recordar cuando sus quirk se descontrolaron y él endurecio sus caderas a la par que pequeñas explosiones brotaban de las manos que sujetaban la mismas, en definitiva esa fue la mejor parte pero esta vez quería que fuese a su estilo, uno más suave y dulce pero de igual forma muy candente.

Peinó su cabello rojizo como de costumbre y dando los toques finales a su puntiagudo peinado unos fuertes golpes fueron a parar en la puerta de su habitación. Con una gran sonrisa se acercó a la puerta para abrirla, tomó su teléfono y abrió la puerta para cerrarla tras de sí.

-- ¿Toda una vida, pelos de mierda? --le cuestionó con fastidio el rubio con su usual ceño fruncido.

-- Hoy es un día especial, relájate un poco --rió un poco y sonrió enternecido al ver el casi imperceptible sonrojo del rubio.

Escaneo con la mirada a su acompañante, este vestía sus típicas ropas oscuras pero lucía increíble, su camiseta negra con mangas cortas y un cuello en V que dejaba a la vista parte de su pecho y clavícula junto a unos pantalones del mismo color y de su talla, nada de dos o tres tallas más como usualmente solía usar. Se veía hermoso, ¿cuándo no lo hacía?

Fijó su mirada en los ojos carmín del contrario encontrándose con la sorpresa de que también era visto de pies a cabezas, por su lado el solo llevaba un pantalón simple color azul oscuro, una camiseta blanca y sobre esta un sweter negro con detalles en rojo. Se veía bien y la leve sonrisa de Bakugo se lo afirmaba.

-- Mueve el culo, ya es tarde --su Blasty siempre odiaba llegar tarde.

Bakugo camino al ascensor con Kirishima a sus espaldas, ambas manos se encontraban en sus bolsillos mas al entrar al ascensor saco de éstos la más cercana al pelirrojo.